Tapia señala que no tiene motivos para cesar al presidente del Puerto pese al conflicto con los directivos
La consejera califica de «conflicto laboral» el enfrentamiento entre Garciandia y ocho jefes de área y afirma que no interfiere en la actividad
Arantxa Tapia quiso quitar hierro ayer al enfrentamiento entre el presidente del Puerto de Pasaia y ocho de sus diez jefes de área. La ... consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras señaló, al término del Consejo de Gobierno y a preguntas de los periodistas, que «no tiene ningún motivo para cesar» a Félix Garciandia y circunscribió el conflicto a un «problema laboral» que no interfiere en la actividad de la dársena.
El conflicto salió a la luz tras conocerse que ocho directivos presentaron en enero en el Comité de Ética del Gobierno Vasco un escrito en el que cuestionan con extrema dureza la gestión del presidente. Entre otras cuestiones, alegan que absorbe funciones que no le corresponden, incumpliendo la Ley de Puertos. Además, cuatro de los directivos -todo ellos de baja- han presentado una denuncia contra Garciandia en la Autoridad Portuaria por acoso laboral.
Tapia respalda a Garciandia porque, según indicó, el presidente de cualquier Autoridad Portuaria tiene la potestad de establecer los formatos de funcionamiento y el modelo de gestión. Admitió que en este caso se ha dado una «disconformidad, un problema de carácter laboral», añadiendo que en principio existen cauces internos para solventarlos.
Denuncia no admitida
La consejera aseguró que la situación creada «preocupa y ocupa» tanto al Gobierno Vasco, porque ella como consejera es la responsable de la propuesta de nombramiento del presidente de este organismo, como a Puertos del Estado (Ministerio de Fomento), al que pertenece Pasaia. Precisamente esta peculiaridad es la que ha llevado al Comité de Ética a no admitir a trámite la queja de los jefes de área. La entidad justifica su decisión en el hecho de que Garciandia no es un alto cargo de la Comunidad Autónoma, dado que está adscrito a la Administración del Estado y, en consecuencia, no corresponde a dicho comité evaluar la denuncia.
Tapia subrayó que el Ejecutivo autónomo y el Ministerio de Fomento están «absolutamente alineados» y trabajando con Garciandia para tratar de «encauzar esta situación de la forma más adecuada y en un plazo breve de tiempo. Es un problema de carácter laboral -reiteró- de no compartir lo que ha planteado el presidente e insisto que existen cauces internos para poder llevar adelante todo tipo de actuaciones y tratar de redireccionar, corregir y mejorar la situación».
El presidente ha negado las acusaciones de los jefes de área críticos. Señala que el planteamiento que realizan es «respetable y refleja su opinión», pero añade que la «reinvención del puerto es un proyecto complejo. De alguna manera, constituye un campo minado para que las imprescindibles iniciativas de transformación interna promovidas por la actual presidencia se encuentren con todo tipo de obstáculos internos y externos».
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