«Partir desde cero en una crisis es una gran ventaja competitiva para emprender»

– Con la actual crisis económica que atraviesa el país y el planeta en general, ¿es un buen momento para emprender?

– Todas las crisis tienen factores a favor y en contra para emprender. Cuando la economía va bien es más sencillo que un proyecto tire hacia adelante. Ahora bien, las oportunidades para cambiar las cosas se producen en momentos como este. A un empresario o emprendedor que ya tiene montada una estructura le resulta infinitamente más complicado adaptarse a estos momentos de crisis. En cambio, partir de cero es una ventaja competitiva porque no tienes ningún condicionante. El 75% de las empresas que se encuentran en la lista Fortune (clasificación de las primeras 500 empresas del mundo medidas por los ingresos) se constituyeron en épocas de crisis. Uno de los grandes emprendedores de este siglo, Richard Branson, tiene una frase que me parece muy esclarecedora: 'Me arrepiento por no haber invertido más en épocas de crisis'.

– ¿Cómo, cuándo y qué tipo de financiación debe buscar un emprendedor?

– En primer lugar debe decidir si quiere financiación externa o con socios capitalistas. Es una de las decisiones más importantes. La ventaja de financiarse a través de un socio capitalista radica en que no va a pedirte la devolución del dinero, aunque supone compartir propiedad. La financiación externa recae sobre los bancos, que van a exigirte avales. En cualquier caso, es importante medir bien los riesgos, puesto que es el momento en el que el proyecto de emprendimiento comienza a conectar con el personal.

– ¿Cuáles son los sectores o áreas más favorables para emprender?

– Aquellos que estén vinculados a los fondos Next Generation de la Unión Europea. Digitalización, robótica, inteligencia artificial y, también añadiría, el de la eficiente energética de las renovables. No obstante, un emprendedor debe tener conocimientos sobre el sector en el que se va a meter. Si no los tiene, es preferible que trabaje para alguien durante un año y se empape en ese área.

– ¿Qué tres consejos le daría a un futuro emprendedor?

– Asóciate solo si lo necesitas, no le des tanta importancia a tu idea de negocio y, por último, valora si tu proyecto es una huida hacia adelante de algo o se trata de un proyecto vital.

– ¿Conviene entonces buscar un asociado para emprender?

– La causa número uno de disoluciones de pequeños negocios en los primeros años son las desavenencias con los socios. Los seres humanos somos diferentes por naturaleza y es normal que surjan discrepancias, como puede ocurrir con tu pareja, hijos o familia. Es importante llevarte bien con tu socio, poder dialogar con él, decidir, ceder... y ahí es donde entra la escala de valores (éticos, religiosos...) de cada uno. Hay que tener cierta alineación con la escala de valores de tu socio.

– Dejemos de lado el emprendimiento y centrémonos en la situación actual que vive la economía mundial. ¿Que opinión le merece el alza de precios en las materias primas como consecuencia de la guerra en Ucrania?

– La situación es complicadísima para el empresario o el autónomo. Creo que es de las mayores crisis a las que debe hacer frente la economía mundial. Impacta en cuatro elementos clave de la gestión empresarial: los precios a través de la inflación (qué hacer con las tarifas), el coste de la energía y de los salarios y, por último, cuánto almacenar y cuánto no (cadena de suministros). Estamos ante un momento en el que fijarse objetivos empresariales no sirve de nada. Las estrategias van a ser más importantes que los objetivos, que viene a ser todo lo contrario de lo que nos enseñaron en las escuelas de negocio.

– ¿Los actuales acontecimientos van a atraer una involución de la globalización económica?

– Aunque históricamente ha sido así, no lo creo. Bien es cierto que todo conflicto geopolítico ha traído una involución, pero creo que esta vez no va a ocurrir. La globalización es imparable y no creo que volvamos a la autosuficiencia El primer motivo está en las finanzas globales. En otros episodios de la historia, cada país tenía su divisa, ahora no ocurre lo mismo. Entre el 40 y el 50% de la deuda de cualquier país esta en manos de no residentes (China tiene un trillón de dólares americanos). Además, a nivel demográfico se va a producir un boom en África y Asia, lo que va a suponer una presión salarial a la baja y va a existir la posibilidad de adquirir producto mucho más barato.