Huelga en el sector público vasco

El paro se notó sobre todo en el transporte público y en la educación, y menos en la sanidad

Los sindicatos ELA, LAB, CC. OO., ESK y Steilas han calificado de «muy amplio» el seguimiento que está teniendo la huelga y han dicho que en algunos ámbitos está siendo superior a la de la anterior convocatoria del 19 de diciembre. Por ello, han pedido al Gobierno Vasco que recapacite ante su falta de «voluntad negociadora». El portavoz del Ejecutivo de Vitoria, Bingen Zupiria, les ha respondido que «hay cuestiones que han sido argumentadas como razones que no se ajustan a la realidad y que el Ejecutivo no puede aceptar», como la acusación de «privatización de servicios públicos» o de «deterioro en las condiciones de trabajo de los trabajadores públicos».

El Departamento de Seguridad, por su parte, ha indicado que no se han producido incidencias de importancia durante la mañana. Desde primeras horas de la mañana se han llevado a cabo concentraciones de trabajadores ante edificios públicos y los piquetes informativos se han desplegado por todo el sector público para mostrar las reivindicaciones y para explicar a los ciudadanos las razones de la huelga. Los momentos más tensos se han producido cuando decenas de personas han cortado el acceso al campus de la UPV/EHU en Leioa y cuando ha llegado un pirquete informativo a Lakua.

Una ves más se ha producido una guerra de cifras entre los sindicatos convocantes y el Gobierno Vasco. En la educación pública no universitaria y universitaria la huelga ha tenido un seguimiento «muy amplio» según las centrales. En cuanto a la no universitaria, el seguimiento ha sido del 65%; en el personal de cocina y limpieza del 60%; en haurreskola del 75%, y en la UPV/EHU la actividad académica «ha sido muy escasa».

El Gobierno Vasco, por su parte, rebaja el porcentaje de seguimiento en al educación al 33,8%, según los datos remitidos por las direcciones de los centros educativos al servicio de Inspección del Departamento de Educación, y disponiendo de información del 89% de los centros públicos.

En Osakidetza, ELA, LAB, CCOO,ESK y Steilas destacan que los servicios mínimos establecidos han condicionado «totalmente» el seguimiento de la huelga, ya que a miles de trabajadores y trabajadoras «se les ha negado el derecho a la huelga», puesto que en muchos servicios se han establecido unos servicios mínimos del 100%. Los sindicatos ponen como ejemplo el turno de noche, donde prácticamente «ningún empleado ha tenido la posibilidad de secundar la huelga». Como en anteriores movilizaciones, la incidencia de la huelga está siendo mayor en Atención Primaria, sobre todo entre el personal de atención al paciente. El Ejecutivo vasco cifra el seguimiento en Osakidetza en un 5,52% en el turno de tarde, un 4,6% en el turno de mañana y en el 0% en el de la noche.

Respecto a la Administración General y la Administración de Justicia, los sindicatos sostienen que el seguimiento «ha sido mayor que el de la anterior convocatoria, pero desigual por ámbitos y territorios», mientras que el Gobierno Vasco ha verificado que el 9,83% ha secundado la huelga.

El tercer paro en menos de cinco meses en el sector público vasco ha arrancado con el transporte público trastocado, con Euskotren, Dbus y Lurraldebus ofreciendo los servicios mínimos pactados con los sindicatos conovantes del paro. Miles de viajeros han sufrido las consecuencias con retrasos de hasta treinta minutos, cancelaciones de servicios y los inconvenientes derivados de una afluencia mucho mayor que otros días en las horas punta. De las 33 líneas con las que cuenta Dbus, el servicio de autobús de la capital guipuzcoana, en dieciocho se mantiene este martes el servicio pero con menor frecuencia y en quince no se ofrece el servicio. Los servicios de topo de Euskotren ofrecen un 30% de servicios mínimos. En cuanto a los autobuses de Lurraldebus que recorren el territorio hay trece líneas operativas. Todo esto se ha notado con largas colas en las paradas de autobuses y en las estaciones. Alrededor de las once de la mañana la situación se ha ido normalizando poco a poco.

La incertidumbre también ha estado presente a las puertas de los centros educativos públicos, donde también se habían establecido servicios mínimos. Muchos padres se han presentado con sus hijos y no sabían si tendrían que ir a recogerlos antes del horario habitual, o si había servicio de comedor. Los sindicatos han señalado que aunque la incidencia ha sido diferente entre los centros, en todos ellos el paro ha sido «muy evidente». Han agregado que la actividad académica en la UPV «ha sido muy escasa».

En la educación pública no universitaria y universitaria la huelga ha tenido un seguimiento «muy amplio». En cuanto a la no universitaria, el seguimiento ha sido del 65%; en el personal de cocina y limpieza del 60%; en haurreskola del 75%, y en la UPV/EHU la actividad académica «ha sido muy escasa», aseguran los sindicatos.

En el ámbito sanitario, las primeras personas que han acudido a los hospitales han sido informados de que se trabaja como un festivo y que los centros de atención primaria funcionan como un sábado. Se garantiza el 100% de los servicios de emergencia y PAC, así como el 50% del personal de los 'call center' de las OSI. Hay que tener en cuenta, además, que en las residencias de mayores está el 50% del personal geriátrico, con refuerzos en las comidas.

El Departamento de Salud ha asegurado que el seguimiento de la convocatoria de huelga convocada este martes en el sector público ha sido del 0% en el turno de noche de Osakidetza. Ha añadido que ha sido del 0%, tanto por territorios historicos como por categorías profesionales, entre el personal facultativo, el de enfermería y el resto de categorías. Ha añadido que ha sido del 4,6% en Euskadi en el turno de mañana. Desglosado por territorios, el 4,88% de la plantilla de ese mismo turnos ha secundado la huelga en Araba, 4,57% en Bizkaia y 4,45% en Gipuzkoa.Por categorías profesionales, la incidencia en Osakidetza de Euskadi ha sido del 1,98% en el personal facultativo, 4,01% en el personal de enfermería y 7,52% en el resto de categorías.

No han faltado las reacciones políticas ante esta huelga. La consejera de Gobernanza Pública y Autogobierno, Olatz Garamendi, ha sido una de las primeras representantes del Gobierno Vasco en opinar sobre el paro. Ha asegurado que «no existen razones objetivas» para la huelga, ya que «todas las mesas están abiertas» para negociar con los sindicatos, a los que ha criticado sus posiciones «maximalistas». Ha afirmado que prefiere «no pensar» que pueda haber «ninguna connotación política» para este paro. Ha cuestionado que las centrales sindicales hablen de «precariedad en el empleo público» cuando se ha procedido a «procesos de consolidación solo en la Administración General de 3.700 personas» y que, sumando el resto, «llegarían hasta los 17.000».

El portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, ha afirmado, por su parte, que «hay cuestiones que han sido argumentadas como razones» para convocar una jornada huelga en el sector público «que no se ajustan a la realidad y que el Ejecutivo no puede aceptar», como la acusación de «privatización de servicios públicos» o de «deterioro en las condiciones de trabajo de los trabajadores públicos».

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Zupiria ha sido preguntado sobre el paro. Ha comenzado por expresar su solidaridad «con todas las personas que hoy han sufrido una merma en los servicios públicos que esperaban recibir, como consecuencia de esta huelga».

Según ha informado, los primeros datos de los que dispone el Ejecutivo señalan que la huelga ha tenido «alguna incidencia en el ámbito del transporte público y en el ámbito de la educación pública, lo que ha tenido un efecto en la vida diaria de personas y familias».

Asimismo, ha insistido en que «la huelga es un derecho que tienen todos los trabajadores» y ha señalado que el Gobierno Vasco «respeta ese derecho a la huelga y también los servicios mínimos que se han establecido desde la Dirección de Trabajo». En este sentido, ha recordado que estos servicios mínimos tienen como objetivo garantizar el derecho a los trabajadores que hayan decidido hacer huelga; garantizar el derecho a trabajar a aquellos trabajadores públicos que hayan decidido no hacer la huelga; y garantizar «el derecho constitucional de respetar las prestaciones esenciales que toda la ciudadanía tiene reconocidos».

«Un repaso de las razones que han llevado a los sindicatos a plantear esta convocatoria de huelga evidencia claramente que muchas de las cuestiones que están siendo planteadas, o bien no tienen que ver con el sector público vasco o teniéndolo, no hacen justicia a la realidad de lo que está sucediendo», ha defendido.

Zupiria ha advertido de que el Gobierno Vasco «no acepta, en ningún caso, la acusación de privatización de servicios públicos que se está haciendo permanentemente contra el Ejecutivo» y «la denuncia de que se esté produciendo un deterioro en las condiciones de trabajo de los trabajadores públicos».

Preguntado por la valoración que hacen los sindicatos de la huelga, señalando que se ha registrado una incidencia «mayor a la de diciembre en varios ámbitos», Zupiria ha explicado que el Departamento de Gobernanza facilitará la información de la que dispone el Ejecutivo. «No sé lo que resultará del día de hoy, pero recuerdo que las dos convocatorias anteriores también fueron calificadas como un gran éxito por parte de los sindicatos convocantes», ha añadido.

Por su parte, el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, ha considerado que que «no hay por dónde coger» la huelga porque, en su opinión, el funcionariado vasco tiene las mejores condiciones del Estado. Además, «sospecha» que hay una acción concertada «con un interés político claro de desgastar al PNV ante las elecciones». Ha indicado que, por lo datos de que disponía a primera hora de esta mañana, «no va a ser una huelga demasiado exitosa».