Ocho directivos del Puerto de Pasaia se enfrentan a la gestión del presidente
Denuncian que ha vaciado de contenido al Comité de Dirección, mientras que Garciandia responde que está ejerciendo sus competencias
Ocho de los diez jefes de área del Puerto de Pasaia han presentado ante la Comisión de Ética Pública del Gobierno Vasco un escrito en ... el que critican duramente la gestión del presidente de la Autoridad Portuaria, Félix Garciandia. El documento se registró el 18 de enero en el departamento de Gobernanza Pública y Autogobierno, habiendo sido trasladado también al Ministerio de Fomento. A esta iniciativa se sumó el martes una denuncia por acoso laboral contra Garciandia cursada ante la Autoridad Portuaria por cuatro de los citados directivos, todos ellos de baja en la actualidad. Esta denuncia también ha sido remitida al Ejecutivo autónomo y al Ministerio.
El escrito presentado ante el Comité de Ética cuestiona el cumplimiento de la legalidad por parte del presidente del puerto, aunque los promotores de momento no han dado el paso de presentar una demanda judicial. Los directivos críticos afirman que Garciandia ha «impuesto» una organización que «concentra» en la presidencia «funciones que corresponden al director o incluso a miembros del Comité de Dirección, ejerciendo competencias de otros niveles de la organización y no respetando la separación de funciones legalmente establecida en la Ley de Puertos».
El escrito añade que trabajos habituales que hasta la fecha se realizaban internamente, se encargan a personas externas «supuestamente más capacitadas». «En resumen -destacan los directivos- Garciandia está actuando de forma autoritaria, concentrando en su figura funciones que corresponden a otros niveles de la organización, fomentando el aislamiento de los miembros del Comité de Dirección y desprestigiándoles públicamente».
«El presidente no respeta la separación de funciones establecida en la Ley de Puertos»
DIRECTIVOS CRÍTICOS
«La imprescindible transformación interna encuentra todo tipo de obstáculos dentro y fuera»
GARCIANDIA
En este sentido, indican que la situación de baja por enfermedad del director del Puerto -que no se encuentra entre los firmantes del escrito- no es ajena a esta situación, porque en opinión de los denunciantes la estructura «impuesta por Garciandia, claramente presidencialista, deja al director con responsabilidades, pero sin autoridad alguna».
El Consejo de Administración del puerto tenía previsto reunirse hoy en sesión ordinaria pero, ante la situación creada, ha quedado suspendido hasta dentro de dos semanas. En el orden del día figuraba el escrito remitido a la Comisión de Ética y también la comunicación del cese del director del Puerto, César Salvador y la propuesta como sustituto de Miguel Montero, un alto cargo de la casa.
El presidente del puerto negó ayer las acusaciones vertidas por los jefes de área críticos con su gestión. Garciandia, preguntado por este periódico si la baja laboral y el cese en su cargo de Salvador tenían relación con la conflictividad narrada por los denunciantes, explicó que fue el propio director quien, debido a su delicada salud, pidió hace meses su traslado a otro puesto. Su permanencia más meses se debió a la petición expresa de Garciandia, dada su experiencia en un cargo que «ha desempeñado de forma excepcional en situaciones muy difíciles». En el Consejo de hoy se iba a proponer nombrar a Salvador director del área de Desarrollo de Negocio y Estrategia Portuaria.
Garciandia negó que esté vulnerando la separación de funciones establecida en la Ley de Puertos, tal y como se afirma en el escrito registrado en el Comité de Ética. «El planteamiento realizado por parte del equipo directivo, si bien es respetable y refleja su opinión, hay que situarlo en términos de decisiones adoptadas por el presidente. Estas decisiones -subrayó Garciandia- están dentro de las competencias propias del cargo y en ningún caso vulneran los derechos de los trabajadores».
«Reinvención»
Añade que la «reinvención del puerto de Pasaia es un proyecto complejo. De alguna manera, constituye un campo minado para que las imprescindibles iniciativas de transformación interna promovidas por la actual presidencia se encuentren con todo tipo de obstáculos internos y externos».
Garciandia añade que la dificultad se acentúa debido a que el cargo «cuenta con muy pocos medios en su organización, en la medida en que no se incluye la definición de un equipo propio, como sí ocurre con la gestión municipal o en la Diputación».
El presidente subraya que, pese a estos lastres, Pasaia se debe «enfrentar a amenazas competitivas que comprometen su continuidad a medio plazo como puerto comercial. Necesita acciones urgentes, empezando por la infraestructura y la ordenación de espacios».
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