Las obras de Gipuzkoa se ralentizan por falta de suministros y pararán la próxima semana si sigue el conflicto
Ascongi alerta de que la situación es insostenible y asegura que algunas licitaciones se están quedando desiertas por los elevados costes de los materiales
La huelga del transporte está provocando todo un efecto en cadena del que prácticamente no se libra ningún sector, tampoco el de la construcción. Cuando se cumplen ya diez días de paro, la falta de suministros está haciendo que todas las obras del territorio se estén ralentizando o retrasando. «Pero en cuestión de pocos días se verán obligadas a parar prácticamente todas», alerta Txema Muñoz, presidente de Ascongi, patronal del sector integrada en Adegi.
Muñoz explica a DV que este martes tuvieron una junta directiva, en la que quedó patente que el «problema es gravísimo». La falta de suministros, señala, ha obligado ya a parar una obra en Bizkaia. En Gipuzkoa todavía no se ha dado ese caso, aunque alerta de que en muchos casos tienen suministro para unos pocos días y no podrán aguantar más, con lo que asegura que la semana que viene prácticamente la mayoría se verán abocadas a parar.
Una afección que no distingue entre obra pública y privada. «Afecta a todas», remarca. Asegura que están faltando todo tipo de suministros: hormigón, maderas, baldosas... Algunos de estos productos, como el hormigón, llegan de diferentes canteras del territorio, pero apunta que otros materiales lo hacen de distintos puntos del Estado. En todos los casos se están viendo afectados por la huelga, «bien porque los transportistas han secundado el paro o porque no se atreven a mover los camiones por las presiones».
La derivada, explica, es directa. «Obras que estaban a punto de finalizar no lo podrán hacer a corto plazo y en otros casos están ralentizando la producción para no tener que parar y mandar a los trabajadores a casa».
El presidente de Ascongi explica que la situación es muy complicada y se está volviendo insostenible. Y es que el problema ya venía de atrás con la carestía de los suministros, de la energía y de los combustibles, que se ha agravado con la guerra de Ucrania y ahora más con el paro. De hecho, va a trastocar todas las previsiones del sector, que tenía puestas sus esperanzas en este año para poder recuperar la actividad perdida durante la pandemia.
Y es que además de la falta de suministros, el encarecimiento de los materiales ha hecho que las constructoras se retraigan a la hora de acudir a las licitaciones de obra pública ante las dificultades para establecer el coste de las mismas. «Nos cuesta mucho establecer presupuestos porque los proveedores no nos pasan ofertas por la carestía de los materiales, con lo que la incertidumbre es total».
Revisión de precios
Esto está provocando que algunas licitaciones se estén quedando desiertas en Euskadi, apunta. «Cuando lo normal es que acudan entre cinco y siete empresas, ahora tan solo se arriesgan una o dos a presentar su oferta». Txema Muñoz urge al Gobierno Vasco a que adapte el decreto aprobado a principios de mes por el Ejecutivo central de revisión de precios en obra pública, lo que permitirá que en aquellas licitaciones que no estuviera recogido se puedan realizar y actualizar los costes. «Necesitamos que se haga cuanto antes», remacha, «y más en esta situación».