Los municipios de Gipuzkoa reducen a la mitad el importe de los créditos para grandes inversiones
Ocho ayuntamientos y una mancomunidad tramitaron en 2020 once operaciones por valor de 24 millones de euros frente a los 46 millones del ejercicio anterior
El impacto que el Covid ha provocado en todos los sectores de la economía es un hecho. Todas las estadísticas reflejan el durísimo golpe ... del confinamiento, cuando la actividad se paralizó en seco y castigó de forma severa a la inversión y al empleo, y pese a que desde entonces se avanza en la recuperación hay mucho camino por hacer.
Una pista para comprobar si esta afirmación transita por la dirección adecuada es la evolución de la demanda de créditos a largo plazo, la herramienta financiera que permite a los municipios endeudarse, una señal de que un consistorio cuenta con la capacidad monetaria para afrontar inversiones que considera necesarias. Y en la era del coronavirus, pocos se atreven a hacerlo.
Los datos publicados por el departamento de Hacienda de Gipuzkoa así lo atestiguan: el importe de los préstamos que pidieron las entidades locales del territorio –ayuntamientos y mancomunidades– se redujo a la mitad en 2020 respecto a 2019. En concreto, se tramitaron once operaciones con las entidades financieras por valor de 24 millones frente a los 46 millones que alcanzaban las catorce solicitudes de 2019. De ahí que se pueda concluir que los ayuntamientos han echado el freno a la hora de tocar la puerta de las entidades bancarias, pese a que los préstamos están más baratos que nunca gracias a la política del Banco Central Europeo de mantener los tipos de interés en mínimos históricos.
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millones menos que en 2019 solicitaron el año pasado créditos a largo plazo los ayuntamientos del territorio.
Las once operaciones tramitadas el año pasado fueron concertadas por ocho ayuntamientos –San Sebastián, Abaltzisketa, Zizurkil, Deba, Zerain, Ordizia, Bergara y Azkoitia– y una mancomunidad –San Marcos– con cuatro entidades financieras –Kutxabank, Banco Sabadell, Caja Laboral y Caixabank–. La capital guipuzcoana y la localidad del Alto Deba concentraron el 80% de la cantidad solicitada –ver tabla adjunta–. El interés de esos préstamos no excede, en la mayoría de los casos, del euríbor –el índice de referencia de los tipos de interés– a tres meses más el 0,5%, salvo en el caso del aval de 100.000 euros concedido a Zerain, que tiene un interés fijo del 1%, y en el aval de 2,4 millones Donostia, que asciende al 1,35%.
Echando un vistazo a ejercicios anteriores, en 2017 se tramitaron 16 operaciones por un importe total de 22,5 millones, una cantidad muy similar a los 25,3 millones de 2016 y los 25,8 de 2015. En 2019, en cambio, al compás de la recuperación económica, se duplicó el importes de los créditos solicitados frente a todos esos ejercicios. Con todo, en comparación con 2009, antes de que la crisis azotara el territorio y paralizara todos los proyectos a futuro, la diferencia sí que es palpable. En ese año se solicitaron préstamos por un monto total de 79 millones, por lo que la formalización de créditos a largo plazo se sitúa ahora, comparando con los datos de 2020, un 69% por debajo.
En el caso de San Sebastián, que firmó el año pasado dos operaciones por valor de 16,9 millones, los créditos obedecen a dos asuntos distintos. El primero, más técnico, de un importe que asciende a 14,4 millones, responde a «una parte de la financiación general del ayuntamiento y que se corresponde con la cantidad que se ha amortizado en el año de los préstamos vigentes». Desde el consistorio de la capital aducen que el «sistema actual penaliza a los buenos pagadores. Por eso, debemos utilizar este mecanismo de forma recurrente para no perder la probabilidad de financiación a futuro».
En 2009 los consistorios pidieron créditos por un valor de 79 millones, un 69% más que en 2020
Estabilidad financiera
Las normas de estabilidad financiera y presupuestaria limitan el endeudamiento máximo de los ayuntamientos al 70% de los ingresos corrientes. El porcentaje de deuda actual de Donostia sobre esos ingresos se sitúa en el 32%, «lo que nos posibilita incrementar el endeudamiento en el futuro hasta esa cantidad máxima del 70%», aclaran fuentes municipales.
La otra operación de crédito acometida en Donostia, por importe de 2,4 millones, consiste en un aval a Etxegintza, la empresa pública de vivienda de la capital. Desde la concejalía de Hacienda de la capital precisan que en este arranque de 2021 han formalizado un crédito por valor de 3,4 millones destinado a renovar la flota de Dbus, además de otro extraordinario de 13 millones que se dirigirá a las inversiones que estaban previstas y que tuvieron que ser pospuestas por el Covid.
Bergara es la segunda localidad del territorio que solicitó el año pasado cantidades importantes a entidades financieras. En el caso de la localidad del Alto Deba, el grueso de sus dos operaciones, tasadas en tres millones, se destinarán sobre todo a dos proyectos, tal y como comenta Gorka Artola (EH Bildu), alcalde de la villa.
Los préstamos están más baratos que nunca gracias a los tipos de interés en mínimos históricos
El primer crédito, de un millón, es una operación financiera que se lleva a cabo todos los años, amortizándose por cantidad equivalente. Los otros dos millones están relacionados con los compromisos adquiridos en las inversiones que la pandemia podía obstaculizar, aunque el regidor comenta que finalmente el daño económico no será muy acusado y «acabaremos mejor de lo esperado».
De esa cantidad, de momento han dispuesto un millón en los presupuestos de 2021. ¿A dónde dirigirán el dinero? En primer lugar, al 'lifting' urbanístico del eje Masterreka-Zubieta. El segundo proyecto estrella será estabilizar el palacio de Arrizuriaga para poder reabrir el parque y, posteriormente, desarrollar el proyecto de rehabilitación.
En el caso de Azkoitia, tercera localidad que solicitó cantidades importantes a entidades financieras –en concreto, 1,8 millones–, el consistorio del valle del Urola recurre al endeudamiento para ampliar las piscinas de Elkargunea y mejorar la accesibilidad de Floreaga.
Los consistorios pueden endeudarse en 79 millones en 2021
Los ayuntamientos de Gipuzkoa tuvieron la capacidad de endeudarse en 2020 en hasta 79 millones en su conjunto, y también podrán hacer lo mismo este ejercicio, gracias a que la Diputación foral ha cedido una parte de su déficit para dotarles de más recursos para hacer frente a la crisis económica generada por la pandemia del Covid-19.
La institución foral ratificó a los 88 municipios del territorio, representados por Eudel en la reunión del pasado 5 noviembre del Consejo Territorial de Finanzas, el reparto del déficit entre los dos niveles institucionales, así como las posibilidades de utilización de remanente y deuda.
En concreto, la Diputación ratificó la cesión a los consistorios guipuzcoanos del 40% del objetivo de déficit asignado a la institución foral, que era de 200 millones en 2020, anunciado en el Consejo Territorial de Finanzas del pasado 19 de octubre. De este modo, los consistorios del territorio adquirirán una capacidad de endeudamiento del 0,12% del PIB de la CAV en 2020, y del 0,11% en 2021. Un alivio en tiempos del coronavirus.
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