Mauri Arregui: «Muchos ingenieros e informáticos se escapan de la empresa privada al sector público»
El responsable cameral asegura que el año ha empezado con buen pie, pero alerta del gran desafío de la demografía y la falta de profesionales
Mauri Arregui (Bergara, 1972), presidente de la Cámara de Comercio de Gipuzkoa desde el pasado noviembre, dando el relevo a Pedro Esnaola, repasa con ... DV en su primera entrevista la «buena situación» del territorio y su apuesta para hacer que la institución esté mucho más presente en el plano institucional y volcada en la colaboración con el resto de agentes. Eso sí, advierte de que no se puede bajar el listón de la competitividad, algo que los costes, también los laborales, están poniendo en riesgo. También alerta del gran peligro de la falta de personas.
–Le hemos escuchado que hay que poner en valor al empresario como generador de riqueza...
– Pensaba en algunos gestos del Gobierno central hacia empresarios como Juan Roig o Amancio Ortega. Se les ha dado con la mano abierta. En Gipuzkoa, sin embargo, sí hay respeto.
– ¿Qué espera la Cámara en lo económico para este año?
– Hay mucha volatilidad, y eso es peligroso, pero las empresas nos dicen que el año ha arrancado razonablemente bien, dentro de una desaceleración. Son razonablemente optimistas. Hay dos tipos: las que han sido capaces de repercutir la subida de costes, y las que no han podido y sufren terriblemente en su resultado.
– Las importaciones caen desde el mes de diciembre...
– Sí, es una pequeña señal de alerta, de que se compra menos para producir menos. Aunque en parte puede ser por juegos de 'stock'. Sin embargo, el empleo se comporta bien, y el turismo empieza a cobrar importancia.
– ¿Hay que tomar más en consideración al turismo?
– Cada vez más. Genera riqueza y empleo, no hay que explicarlo.
– Empleo en parte inestable...
– Parte puede ser, pero ha habido mucha inversión en hoteles, con trabajadores cualificados. Y tendrá que haber infraestructuras, servicios... Hay que acompañar a ese turismo que queremos sea de calidad, el que San Sebastián y Gipuzkoa se merecen. Para evitar las aglomeraciones, que ya tenemos, y para dar servicios globales al sector. Al turismo hay que cuidarlo, mimarlo, promoverlo y fomentarlo. Y buscar equilibrios con la ciudadanía cuando empieza a masificarse.
– ¿Quién va a tirar del carro en Gipuzkoa este año?
– La industria seguirá tirando. La construcción también tiene buenas perspectivas. El sector inmobiliario va a ralentizar su crecimiento; ya lo está haciendo fuera... Aquí tenemos más tensión entre oferta y demanda, pero las familias van a reducir su inversión y los promotores dejaremos de invertir en suelo.
«Muchos ingenieros e informáticos se escapan de la empresa privada al ámbito público. Eso es un problema»
– ¿Qué le parece el plan del presidente Sánchez para levantar 183.000 viviendas públicas?
– (Sonríe) No sé de dónde va a sacar el dinero, el programa de estabilidad enviado a Bruselas no incluye más gasto en vivienda.
– ¿Es sostenible el metro cuadrado en San Sebastián a precio de Sunset Boulevard?
– En la vivienda nueva no es bueno para nadie, salvo para el dueño del suelo. Y en la usada, es la ley de la oferta y la demanda. La Concha, Zubieta o Hernani van a seguir siendo lo que son. El único modo de bajar precios es aumentar la oferta a borbotones con un planeamiento urbanístico más valiente.
– ¿Confía en que este año se supere la cifra 'mágica' de 10.000 millones en exportaciones?
– Después de un 2022 de récord, con un alza del 24%, datos del primer trimestre así lo indican. Yo creo que sí, salvo que haya un cataclismo. A pesar de que nuestros mercados principales van a crecer menos.
– ¿Dónde hay que acudir?
– Hay que buscar nuevos mercados. El sudeste asiático, el África subsahariana o India. Las empresas nos piden que les acompañemos de nuevo a EE UU, México, Turquía, los Balcanes...
«Al turismo hay que cuidarlo, hay que mimarlo, promoverlo y fomentarlo. Genera riqueza y empleo en el territorio»
– ¿El sector público ha de seguir rascándose el bolsillo, ahora que suenan en Bruselas tambores de regreso a la disciplina fiscal?
– La Administración lo que tiene que hacer es gestionar mejor el gasto social.
– ¿De qué Administración estamos hablando?
– De la estatal.
– ¿Y las nuestras? ¿Gestionan mejor el gasto social?
– Creo que de una forma más razonable y efectiva.
Sueldos e inflación
– ¿Hay que subir los salarios en Gipuzkoa al ritmo del IPC?
– Los sueldos ya se han ido ajustando en términos muy cercanos a los de la inflación. El último año, un 4,7% de media, con muchos convenios ligados al IPC. Se están haciendo los deberes.
– El Primero de Mayo nos ha dejado un mensaje claro: conflictividad para pelear por esos salarios.
– Me han sorprendido el tono y los mensajes del Primero de Mayo. Se habló mucho de conflictividad y de huelgas y poco de acuerdos, cuando se están cerrando muchísimos. Me ha dado pena ver a gente (en alusión a ELA) vanagloriarse de que en Euskadi se hagan más huelgas que en ningún otro lugar. Esa no es la vía.
– Ese mismo Primero de Mayo, la ministra de Trabajo proponía trabajar menos y cobrar igual.
– Más allá de quién lanza la propuesta, que no es la primera vez, sí quiero advertir de que es impensable trabajar menos, cobrar lo mismo y ser igualmente productivo. Eres menos productivo y, por tanto, menos competitivo. Eso, en este momento, cuando nuestras empresas nos advierten de la dificultad de competir no con otros países sino con otras autonomías con salarios y costes más bajos, sería un castigo muy serio.
– ¿Tanto es el impacto?
– En Gipuzkoa tenemos los costes laborales más altos de España. Y vemos cómo alguna empresa está trasladando producción intensiva en mano de obra a otra región; de Castilla, en concreto. Esto ya ha ocurrido. Es una amenaza siempre presente.
– ¿Ahora es más amenaza?
– Lo acabamos de ver. Y hay empresas que lo pasan mal por su desventaja competitiva en costes salariales y que, con gran pena, han deslocalizado parte de su producción o trasladado algunas contrataciones de servicios que siempre se hicieron aquí. Hablamos de industrias importantes.
– ¿Es un riesgo real?
– La competitividad por los costes laborales es una preocupación constante en un territorio especialmente conflictivo en esa materia. Tenemos las retribuciones más altas y las jornadas más reducidas. ¿Un riesgo? Todo dependerá de la marcha de la economía y de poder repercutir costes. Pero cuando vayan mal dadas...
«Las empresas nos dicen que son moderadamente optimistas para este año: La industria seguirá tirando»
– ¿Le preocupa esto?
– Sí, me preocupa. Para unas empresas es más importante que para otras. Pero es que venimos de una inflación acumulada del 20%. ¿Es una amenaza terrible para mañana? No. Pero las empresas sí nos trasladan este asunto, su temor ante una pérdida de competitividad por los salarios. Como para sumarle encima la semana de cuatro días...
– El comercio languidece, y vemos muchos cierres por falta de relevo generacional...
– Desgraciadamente, sí. Hay que sostener el comercio local, que es esencial. El sector ha de transformarse y desde Cámara les tratamos de ayudar con programas como Berriz Empresa.
– ¿Cómo hay que interpretar el aterrizaje de Bayer o IBM?
– Es tremendamente importante. Y no es casualidad. Es fruto de un trabajo previo y de una apuesta decidida en el territorio por el valor añadido, las biociencias, los nanogunes, los DIPC... todo un ecosistema, también industrial. Y se está haciendo no contra la industria tradicional. Gipuzkoa es ya un polo que llama la atención en el mundo. Sólo el ordenador cuántico va a atraer científicos y otros proyectos.
– El viernes, CEOE y los sindicatos CC OO y UGT cerraron en clave estatal un pacto salarial, con un alza del 10% en tres años. ¿Qué le parece? ¿Sería replicable en Euskadi?
– El haber alcanzado un acuerdo a tres años de estas características es, sin duda, una buena noticia. Confiamos en que sirva para dotar de estabilidad a las relaciones sociolaborales.
Faltan personas
– ¿Es la falta de talento el mayor desafío de Gipuzkoa?
– El reto más importante es el demográfico, el envejecimiento de la población y la falta de jóvenes. La falta de talento es una consecuencia. Hacen falta personas para trabajar, para cotizar, para todo. Esto hay que abordarlo entre todos los agentes, y sobre todo las administraciones. No se puede perder el tiempo. Luces largas y miras altas. La solución no es única, aunque hace falta una política migratoria. Ya pasamos por esto en los 60. Ahora, en lugar de pescar en Galicia y Extremadura, igual nos toca ir a Latinoamérica.
– ¿El ámbito público es un competidor feroz para el privado?
– Desgraciadamente, hay mucha gente, ingenieros, informáticos, que se escapan al sector público. Se paga bien, es muy seguro y todos creemos que es menos exigente y más flexible en horarios. La gente joven mira por lo suyo y prima la calidad de su vida.
– ¿Somos atractivos para un austriaco con dos hijos pequeños?
– En algunas cosas, sí, pero en materia educativa y de lenguaje, no. Y eso les desanima. Cuidando, promoviendo y protegiendo nuestro querido euskera hay que dar cabida a itinerarios formativos con otra lengua vehicular. Algo se está haciendo.
– Arranca la campaña electoral. ¿Qué piden las empresas?
– Un marco jurídico y fiscal estable y garantista. Y una simplificación, que hoy no se da en Euskadi, del marco normativo. Menos burocracia. En todas las administraciones vascas. Eso solo da inseguridad jurídica, frena la actividad, eleva costes, desincentiva y no da más garantías.
«Hay que eliminar el Impuesto al Patrimonio; un tributo por el que la gente no viene y otros se han ido»
– ¿Qué esperan de la reforma fiscal vasca que está en ciernes?
– La reforma no hay que hacerla de espaldas a las empresas y los empresarios. Como actores protagonistas de la economía y principales afectados. Queremos un marco atractivo y competitivo, de otro modo se van a dar fugas o no van a venir. Ya lo hemos visto. Sin chocar con lo que hay que atender.
– ¿Hay que eliminar el Impuesto de Patrimonio?
– Es un tributo que grava doblemente el ahorro, pues ya se ha pagado en renta, y lo penaliza, con el peligro que eso entraña. Supone un 1% de la recaudación, solo existe en dos países de Europa y por él la gente no viene y otra se ha ido. Soy partidario de eliminarlo.
– ¿Y los impuestos a la banca y a las energéticas?
– Es algo inaceptable en una economía desarrollada. Supone una inmensa inseguridad jurídica que a mitad de año y por algo coyuntural se apliquen medidas de ese calado.
– La Cámara está presente en el puerto y el aeropuerto. ¿Gipuzkoa está bien conectada con el mundo?
– Sí, pero podría estar mejor. Ambas infraestructuras son pequeñas pero en crecimiento. Trabajamos muy intensamente en la defensa de ambas.
– Francia nos ahoga con sus trabas al Corredor Atlántico...
– La actitud de Francia nos puede dejar muy descolgados de Europa. Tratan de demorar hasta 2042, que es como decir 'sine die', el ramal Dax-Hendaia de ese corredor. Estamos trabajando muchísimo y haciendo mucha presión, con Eusko Ganberak y otras Cámaras, también con las de Burdeos y Baiona desde Bihartean.
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