Los huelguistas mantienen el paro mientras Hiru decide este domingo qué hacer en Euskadi

No hay tregua. La Plataforma Nacional en Defensa del Transporte –organizadora de los paros en el sector– ha decidido prolongar las protestas que en los últimos doce días han puesto en serios apuros la cadena de suministros del país, al no aceptar el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y el Comité Nacional de Transportes por Carretera (CNTC). En lo referente al País Vasco, el sindicato de autónomos Hiru, que ha secundado los paros en Euskadi y Navarra, no adoptará una decisión hasta mañana, cuando ha convocado una asamblea extraordinaria de afiliados que tendrá lugar a las diez de la mañana en Alsasua.

Ayer estuvo reunida toda la mañana la junta directiva para valorar el acuerdo alcanzado de madrugada en Madrid. Y aunque se mostraron bastante críticos con el pacto decidieron dejar la decisión en manos de la asamblea. Cabe recordar que Hiru cuenta con 700 afiliados, de los que 500 son guipuzcoanos. Fuentes del sindicato indicaban que algunos camioneros han logrado ya acuerdos con las empresas para las que trabajan para actualizar tarifas, con lo que la decisión no parece sencilla. Hasta ahora el paro ha sido secundado por gran parte de sus afiliados.

En Madrid, la decisión llegaba tras una jornada maratoniana que comenzó con una multitudinaria protesta frente a las puertas del Ministerio de Transportes, donde horas antes –en la madrugada del viernes– el Gobierno pactaba con el CNTC un paquete de ayudas por valor de 1.050 millones para hacer frente a la crisis energética. Entre ellas, la medida estrella con una bonificación de 20 céntimos por litro de gasolina al sector.

Desde primera hora, el presidente de la plataforma convocante del paro, Manuel Hernández, había mostrado su rechazo al pacto. «Tendrían que bajar más de 60 céntimos para no trabajar a pérdidas. Los 20 céntimos apenas sirven para cubrir la mitad de las pérdidas que tenemos mensualmente», aseguraba entre los más de 4.000 manifestantes presentes en la marcha, según la delegación de Gobierno de Madrid.

La intensidad de la protesta sirvió para que la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, reculase en su postura de no reunirse con los convocantes. Pero su encuentro con Manuel Hernández solo sirvió para aplacar un poco los ánimos. A la salida de la reunión, de unas dos horas, Hernández dejó claro que los paros continuarán hasta que puedan «arrancar sin pérdidas». «Seguiremos con el paro indefinido. Nos cuesta dinero trabajar y eso solo lo puede corregir la Administración», insistió el representante de los huelguistas.

Además de las ayudas, el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y la patronal mayoritaria establece que antes del 31 de julio, el Ministerio presentará un proyecto de ley para aplicar al transporte de mercancías por carretera los principios que rigen la Ley de la Cadena Alimentaria, que impiden trabajar a pérdidas.

La norma tendría que ser remitida después al consejo de ministros. Así que desde la Plataforma que lidera los paros exigen medidas transitorias hasta que esa ley se ponga en marcha. «Si no tenemos la garantía de que el lunes salimos sin perder dinero, no podemos desconvocar», aseguraba ayer Hernández.

Por su parte, la ministra Raquel Sánchez insistió en que las reivindicaciones de la plataforma están incluidas en el acuerdo, recordando que la redacción de una ley requiere de «tiempo y trabajo». «Confío en que a partir del lunes reactiven su actividad», expresó tras su encuentro con Hernández, con quien se disculpó por haber tachado de «violentos» a los huelguistas de manera generalizada unos días antes.

Sánchez apeló a la responsabilidad del sector para evitar «que este país esté sometido a incertidumbres». E insistió en que, si deciden no salir a trabajar, «que al menos dejen hacerlo de forma segura a la mayoría de transportistas que sí quieren».

Adicionalmente, la ministra recalcó que el acuerdo «está cerrado», en referencia a la posibilidad de añadir nuevas peticiones planteadas por la Plataforma en Defensa del Transporte. Un pacto que, al menos, ha evitado la huelga de taxis, autobuses y ambulancias (de la rama de viajeros del CNTC) prevista en un principio para mañana en Madrid. Los convocantes de esta movilización consideran que las medidas acordadas «son un impulso para que, por parte del sector, podamos asumir el coste del aumento de las energías y mantener nuestra actividad».

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