Los grados universitarios sobre IA despegan en Euskadi en plena búsqueda de talento laboral
La facultad donostiarra de Informática de la UPV/EHU alumbra la primera promoción formada en inteligencia artificial, a la que auguran un futuro «prometedor»
Paula Urbieta
San Sebastián
Lunes, 12 de agosto 2024, 07:04
Existe la creencia generalizada de que la era de la inteligencia artificial (IA) comenzó con el lanzamiento de ChatGPT en 2022 y su posterior explosión mediática, pero esta tecnología revolucionaria llevaba gestándose desde hace mucho más tiempo. La IA se ha reflejado incluso en películas como 'Matrix' (1999), y ha sido el foco en las investigaciones de muchas instituciones como la UPV/EHU. Así, la facultad de Informática de la universidad pública vasca en Donostia ha sido pionera en España en ofertar el grado de inteligencia artificial y el mes pasado completaron sus estudios la primera promoción de 25 graduados en este materia, en la facultad guipuzcoana. Por aquel entonces superaron una nota de corte de 11.40, exigencia que se incrementó a 11.54 el pasado curso. Este auge de los grados universitarios en inteligencia artificial coincide en plena campaña de las empresas de Gipuzkoa de reclamar perfiles laborales tecnológicos que se adapten a la digitalización y las nuevas tecnologías.
«Apasionante». Así define Alexander Mendiburu, decano de la Facultad de Informática de la UPV/EHU el futuro laboral de estos jóvenes. Como se prevé la introducción de la IA en casi todos los ámbitos, Mendiburu asegura que «la demanda de estos perfiles es alta y seguirá creciendo. Desde la facultad, esto se constata según las ofertas recibidas para realizar prácticas y/o trabajos de fin de grado en diferentes entidades, cuyo número duplica o incluso triplica el número de estudiantes».
«El futuro laboral de estos jóvenes es apasionante. La demanda de estos perfiles es alta y constatamos que seguirá creciendo»
Alexander Mendiburu
Decano de la Facultad de Informática de la UPV/EHU en Donostia
En ese contexto de falta de perfiles técnicos en las empresas de Gipuzkoa y Euskadi, Mendiburu cree que estas personas «serán capaces, no solo de aplicar técnicas de la IA en diferentes contextos, sino de identificar, diseñar y desarrollar nuevas aproximaciones, aportando valor añadido y nuevos conocimientos en diferentes sectores como la biomedicina, la industria o la educación». Todo un filón para las compañías ávidas de talento joven.
Productividad y seguridad
La función de esta tecnología que está cambiando el mundo en el contexto empresarial es muy relevante, sobre todo para Euskadi. Mendiburu explica que «la IA nos abre las puertas al desarrollo de sistemas y la incorporación de éstos en todo tipo de sectores, buscando así mejorar aspectos como productividad y seguridad. Un sistema diseñado para el análisis de datos recogidos de una cadena de producción, puede permitir identificar cuellos de botella, simular nuevos escenarios, o prever posibles fallos.
Otro escenario es la incorporación de robots en tareas peligrosas o dañinas para el ser humano. En el sector sanitario, puede ayudar a mejorar la planificación y logística de recursos materiales y humanos, a reducir los tiempos de espera, avanzar hacia una medicina más personalizada…» explica el decano. Muchas funciones aplicables, por lo tanto, a distintos campos empresariales e industriales. Y además de todas estas unciones de la inteligencia artificial en diferentes sectores, «también se puede aplicar en la educación, políticas sociales, transporte y demás» puntualiza el responsable universitario.
25 Estudiantes
Número de graduados salidos el pasado mes de julio de la primera promoción del grado de Inteligencia Artificial de la Facultad de Informática del campus donostiarra de Ibaeta.
La novedad de este grado generó «incertidumbre» en sus primeros alumnos en 2020. Tras graduarse, cuatro años más tarde, este sentimiento ha cambiado radicalmente. De primeras se pensó que el alcance de la IA sería más limitado. Pero las clases demostraron lo contrario al comprobar el amplio margen de aplicación en distintos sectores laborales.
El decano Mendiburu explica que la mayoría de los sistemas son «herramientas complementarias que un experto puede utilizar para mejorar diferentes procesos o analizar diferentes opciones antes de tomar una decisión. Los rápidos avances en este campo están presentando sistemas con un nivel potencialmente autónomo cada vez mayor, y estos sistemas no pueden ser implantados a la ligera.
Protocolos contra riesgos
En este contexto, –prosigue el decano– se acaba de publicar el Reglamento de Inteligencia Artificial de la Unión Europea, para establecer normativas para el uso, desarrollo y despliegue de la IA. Así, ante el diseño e implantación de un sistema basado en este revolucionaria tecnología, el primer paso será identificar el nivel de riesgo que representa. En este sentido, el reglamento indica cuatro niveles: riesgo inaceptable, alto riesgo, riesgo limitado y riesgo mínimo, e incluye tomar las medidas correspondientes para garantizar un sistema fiable y seguro, tanto legal como éticamente» explica.
La IA ya está transformando la manera en la que las empresas operan. Entre las miles de compañías que están viviendo esto en su propia piel, aparecen firmas especializadas como la guipuzcoanas Alcad Electronics y Sabbatic. En Alcad, por ejemplo, aplican ya la inteligencia artificial en «los procesos de fabricación, el control de calidad, la predicción de la demanda de productos, o el aceleramiento del desarrollo de nuevos productos». La posibilidad de que la IA acabe convirtiéndose en la mano derecha de las empresas se materializará cuando se cumpla la «previsión de un impacto más fuerte: es decir, impulso en innovación, mejora de la eficiencia y contribución al crecimiento sostenible y social».
