El Gobierno Vasco espera un papel más activo del BBVA en Euskadi en esta nueva etapa
Lehendakaritza respeta la decisión de los accionistas y señala la importancia de contar por «un sector financiero fuerte»
Félix Montero
Viernes, 17 de octubre 2025, 12:11
El Gobierno Vasco –y con el conjunto del arco parlamentario autonómico– ha optado por marcar una prudente distancia ante la ya frustrada opa del BBVA ... sobre el Sabadell. Una actitud muy distinta a la desplegada en Cataluña, donde tanto los partidos como el Govern han presionado con intensidad para frenar la operación, hasta el punto de llegar a vincular la continuidad de la legislatura al endurecimiento de las condiciones.
Mientras Carles Puigdemont calificaba desde Waterloo la opa como «un 155 bancario» y reclamaba «toda la fuerza para frenarla», y en el preciso instante en el que Salvador Illa acudía a Moncloa para exigir al Gobierno central que vetara la fusión, en Euskadi se imponía la máxima de mantener un calculado desinterés. «Lo importante no es cómo acabe, sino que el BBVA dé un paso adelante y aumente su impacto en Euskadi», defendió en mayo el lehendakari, Imanol Pradales.
La tierra de por medio que desde Lakua se quiso imponer ante la mayor operación bancaria de la década la quebró el presidente del PNV. Apenas una mes después de llegar a la sala de mando de Sabin Etxea, Aitor Esteban lanzó un sonoro reproche a la entidad presidida por Carlos Torres. «A pesar de que tenga su sede aquí, no se puede decir que sea un banco vasco», advirtió, antes de reclamar «más unidades estratégicas trabajando en el país». La crítica refleja el malestar jeltzale por el traslado de los centros operativos de decisión a Madrid, mientras que la expansión internacional del grupo –con más de la mitad de sus beneficios procedentes de México– no es vista como un obstáculo, sino como parte de su propia naturaleza global.
Con el mundo empresarial y político catalán volcado en frustrar la operación –todavía con más determinación desde que el Sabadell confirmara el regreso de su sede social–, no fue hasta la semana pasada cuando Lakua lanzó las primeras señales favorables a la opa. En un acto en Madrid, el lehendakari Imanol Pradales dio un espaldarazo al movimiento al defender las fusiones bancarias, recordando que nadie «pone en cuestión que necesitemos un sector financiero fuerte y comprometido en el conjunto de la Unión Europea»..
El viraje del Gobierno Vasco y del PNV, sin embargo, llegó apenas 48 horas antes de que los accionistas tomaran su decisión. La suerte estaba ya echada y ayer el desenlace se inclinó de forma rotunda del lado del banco vallesano. El resultado –solo un 25% de aceptación de la oferta– ha «sorprendido» a Sabin Etxea, según admitió esta mañana el presidente del BBB, Iñigo Ansola, en una entrevista radiofónica. Según ha explicado, dado que en la última semana la opa «iba con unos ratios de participación y de compra de acciones positivos», se pensaba que «iba a superar claramente el 30%», pero, sin embargo, «no ha sido así».
En un tono similar, el Gobierno Vasco ha optado por la cautela ante una operación que consideran «entre dos empresas privadas». Fuentes de Lehendakaritza insisten en que, más allá del desenlace, lo relevante es que el BBVA asuma un papel más activo en Euskadi en la nueva etapa que ahora se abre.
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