El Gobierno frena la compra de Talgo por la empresa húngara Magyar Vagon por razones de seguridad nacional
La Junta de Inversiones Extranjeras del Ministerio de Economía deja la opa en vía muerta
Lucas Irigoyen
Martes, 27 de agosto 2024, 11:39
El Gobierno ha dado un paso determinante para bloquear definitivamente la compra de Talgo por parte del grupo húngaro Magyar Vagon. El consorcio industrial presentó ... en marzo una opa por 617 millones (5 euros por acción) por el único fabricante de trenes de alta velocidad español. Una operación que según la legislación de inversiones extranjeras, cuando esta supera los 500 millones, debe ser autorizada por el Ejecutivo. Magyar Vagon tramitó esta solicitud el 22 de marzo y, según ha sabido DV de fuentes de toda solvencia, este lunes el Gobierno ha aprobado un informe desfavorable.
Ha sido en una reunión extraordinaria celebrada por la Junta de Inversiones Exteriores (Jinvex), el órgano del Ministerio de Economía que elabora los informes con los que el Consejo de Ministros apoya su decisión. Según explican las mismas fuentes, las causas que han llevado al Jinvex a emitir un informe negativo tienen que ver con la seguridad nacional. La resolución podría ser tratada incluso este mismo martes en la primera reunión del curso del Consejo de Ministros del Gabinete de Pedro Sánchez.
Desde que el interés de Magyar Vagon por comprar Talgo se conoció, el Gobierno central se mostró muy reticente. El propio ministro de Transportes, Óscar Puente, llegó a afirmar que el Ejecutivo «hará todo lo posible» por evitar la operación. Moncloa ha recelado siempre del fuerte respaldo que tiene Magyar Vagon del Gobierno de Hungría presidido por Viktor Orbán. Casi la mitad de la inversión para financiar la opa tiene origen en fondos públicos húngaros. La ideología cercana a la extrema derecha de Orbán y su cercanía al presidente ruso, Vladímir Putin, han despertado siempre las alertas.
Situación de Talgo
El caso es que el informe desfavorable del Jinvex deja a Talgo en una delicada situación. La compañía española había respaldado, con sus accionistas principales, la compra por parte de Magyar Vagon como una vía para reforzar su capacidad de fabricación, ahogada por una cartera de pedidos de más de 4.000 millones, con necesidad de más plantas de producción y tras acumular varios retrasos en las última entregas.
El presidente de Talgo, Carlos de Palacio, ya señaló en la última junta de accionistas que la necesidad prioritaria de la empresa era reforzar su capacidad de fabricación para poder hacer frente a los pedidos y seguir optando a concursos y adjudicaciones en un momento de expansión del sector. El bloqueo de la opa deja en una delicada situación esas posibilidades de crecimiento.
Además, el fondo británico Trilantic, el principal accionista de Talgo (con un 40% de las acciones) llevaba tiempo deseando vender sus títulos. Con la parálisis de la opa, estos inversores podrían ser los segundos más perjudicados. Y es que con una oferta de 5 euros por acción lanzada por los húngaros, se habían asegurado unos ingresos cercanos a los 250 millones que ahora quedan en suspenso.
Magyar Vagon había tratado de ablandar la posición del Gobierno de España asegurando en su plan industrial que la compañía seguiría domiciliada en el país, cotizando en la Bolsa española. Además, mostró su disposición a dar entrada en el accionariado al propio Ejecutivo central o a las empresas que este estimara.
Moncloa ha buscado en estos meses armar una alternativa a Magyar Vagon para Talgo. Una vía para la que planteó la participación del grupo ferroviario checo Skoda. La compañía se dirigió a Talgo para plantear una fusión, pero el fabricante español rechazó esta vía a finales de julio.
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