Gipuzkoa suma 82.000 inmigrantes en edad de trabajar para cubrir la falta de mano de obra local

En este contexto, cobra una especial importancia el traspaso de la competencia que el Gobierno Vasco y el central han cerrado esta semana, que permitirá a Euskadi tramitar a partir del 1 de julio los permisos de trabajo a extranjeros con el objetivo de agilizar su incorporación al mercado laboral para cubrir el déficit de profesionales debido al actual reto demográfico. Lakua prevé un aumento del 40% en los expedientes solicitados por inmigrantes.

Volviendo a la estadística publicada por el INE, ese aumento de 61.000 inmigrantes en edad de trabajar entre 2005 y 2025 supone un espectacular aumento del 284% frente al retroceso del 7,4% que ha registrado la población local en el mismo periodo. Unos porcentajes que previsiblemente irán aumentando en los últimos años, habida cuenta de la inminente jubilación del 'baby boom', los nacidos entre 1958 y 1975, uno de los colectivos más numerosos de la sociedad y cuya próxima retirada del mercado laboral rasgará la costura de las pensiones.

Es decir, pese al gran aumento de población extranjera en edad de trabajar, no es suficiente para suplir el relevo generacional. El envejecimiento de la población guipuzcoana avanza lento pero inexorable, como un gran transatlántico. A su vez, un envejecimiento de la población en edad de trabajar provoca más bajas laborales, más colas en la sanidad, menos movilidad laboral y una menor productividad, ya que cuanto más trabajadores mayores hay, menos se innova y menos tecnología se utiliza.

La explicación a esta falta de relevo generacional hay que buscarla en unos índices de natalidad por los suelos desde hace años, que hacen que el necesario recambio demográfico haya sido imposible de asumir, y así va seguir siendo a corto plazo, únicamente con guipuzcoanos de estirpe.

Valgan algunas cifras para constatar esta necesidad de contar con nueva mano de obra para no seguir apretando a la caja de la Seguridad Social, también extraídas del INE. La cifra de guipuzcoanos mayores de 65 años –la edad oficial a partir de la cual un trabajador se jubila– ha aumentado también de forma considerable en dos décadas en Gipuzkoa. Si en 2005 eran 122.886 los que se situaban en ese colectivo, veinte años más tarde son 176.356. Un incremento de 53.479 personas que se traduce en un 43,5% más. En cambio, en 2025 los inmigrantes que tienen más de 65 años son 5.503, 4.000 más que en 2005.

La estadística del INE permite analizar cuántos guipuzcoanos conforman cada franja de edad, que están recopiladas en grupos de cuatro años. Por ejemplo, entre 60 y 64 años, los próximos en jubilarse, hay un total de 51.801 guipuzcoanos, de los cuales 47.998 –un 92,6%– son autóctonos, lo que tensionará con mayor intensidad el pago de las prestaciones de la Seguridad Social.

Este grupo, el que tiene entre 60 a 64 años, es el cuarto más numeroso, únicamente superado por los que tienen de 50 a 54 años, de 45 a 49 años y de 55 a 59 años. Es decir, guipuzcoanos de cierta edad. En el lado contrario, el de los grupos más jóvenes, entre 15 y 19 años se sitúan 39.748 guipuzcoanos, un 87,3% autóctonos y un 12,7%, foráneo. Una cifra que ha crecido respecto a 2005, cuando eran 30.049.

El aumento en la llegada de inmigrantes modifica la fuerza laboral de Gipuzkoa y servirá para, en parte, paliar el déficit de profesionales que padecen varios sectores económicos del territorio, desde los más cualificados a los menos. Hay algunos en Gipuzkoa que sufren especialmente como son la construcción, la hostelería, el transporte o las empleadas del hogar. Pero esa falta de talento también se da en ingenierías, robótica, inteligencia artificial o informática. Un problema que se agudiza por la escasez de oferta en la vivienda y también su elevado precio.

Si ponemos la lupa en el conjunto de Euskadi, la fuerza laboral cae y la creciente llegada de inmigrantes no cubre todos los huecos abiertos sobre el capital humano en edad de trabajar. La misma estadística del INE así lo atestigua. Desde el año 2005 se ha registrado una pérdida de 192.235 vascos de entre 20 y 64 años frente a la incorporación de 116.564 extranjeros –entre ambos suman 1,3 millones a 1 de enero de este año, de los que 173.000 son de origen foráneo–.

En Euskadi, dos terceras partes de los extranjeros nacionalizados proceden del continente americano –67%–, con Colombia, Bolivia y Ecuador como los países que más casos acaparan. El otro tercio de los nacionalizados se reparte entre África –un 15% de los que más de la mitad proceden de Marruecos–, Europa –un 13,6%, con Francia a la cabeza–, y Asia y Oceanía –juntas apenas llegan a un 3,9%, con Pakistán, China y Filipinas como principales países de origen–.