La suerte se mantiene esquiva con Gipuzkoa y Hacienda recauda solo 3,2 millones por loterías
A tan solo un día del sorteo de Navidad, el ente foral ha ingresado hasta noviembre la tercera cifra más baja desde que en 2013 se comenzaron a gravar todos los premios
La probabilidad de que nuestro décimo sea el agraciado con el Gordo de Navidad es de una entre 100.000, es decir, del 0,001%. A pocos días de conocer al afortunado que se lleve el primer premio del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, la Hacienda foral mira de reojo al Palacio Real de Madrid –lugar donde se celebra el sorteo–, ya que desde el 1 de enero de 2013 el Gobierno decidió comenzar a gravar todos los premios de los sorteos del Organismo Nacional de Loterías del Estado, hasta entonces exentos de tributación, para lo que instauró el impuesto especial sobre Premios de Loterías y Apuestas del Estado (Euromillones, Bonoloto, Quiniela...), que las Haciendas vascas tienen transferido.
Al tratarse de un juego de azar, las cantidades que recauda el fisco guipuzcoano varían cada año y están condicionadas por la suerte que tenga el territorio, tanto en el sorteo más mediático y popular, el de Navidad, como en el resto. Así, cuanta más suerte tengan los guipuzcoanos, más ingresa el fisco. A la espera de conocer el pellizco que deje el sorteo de mañana domingo día 22, la Hacienda guipuzcoana ha recaudado hasta el 30 de noviembre 3,22 millones, y salvo sorpresa en lo poco que queda del año, supone la tercera cifra más baja desde que se instauró el impuesto.
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Un Gordo cada vez más flaco
Las cantidades ingresadas por las arcas forales han variado entre los 18 millones de tope de 2014 y 2015 –tocó el Gordo de Navidad en Arrasate y el Gordo de la Primitiva en Trintxerpe– hasta los 1,7 millones del 2022, la más modesta desde que existen registros.
En estos últimos once años el gravamen del impuesto especial de loterías ha ido evolucionando. Desde 2013, cuando se instauró, y hasta el 5 de julio de 2018, la cuantía del premio exenta de tributar era de 2.500 euros. A partir de esa fecha y hasta 2019, el monto se incrementó hasta los 10.000 euros. El año prepandemia, la cantidad libre de impuestos ascendió hasta los 20.000 euros y, por último, desde el 1 de enero de 2020, la exención es de 40.000 euros. Ahí estaría otra de las razones, al margen del azar, para que la recaudación se haya reducido.
Lo que te embolsas
Por encima de esos 40.000 euros de premio, las Haciendas se quedan con un pellizco de los más importantes, que tributan en el IRPF al 20%. Como ejemplo, en el caso de los tres mayores premios de la Lotería de Navidad, que otorgan 400.000, 125.000 y 50.000 euros al décimo, respectivamente, el ganador terminaría llevándose a su casa 328.000 euros en el primer caso, 108.000 en el segundo y 48.000 en el tercero. El resto de premios, en caso de jugar un solo décimo, estarían exentos de tributar al fisco. En el supuesto de que el premio fuera de titularidad compartida, la cuantía exenta se prorrateará entre los cotitulares.