El gasto en deducciones al alquiler aumenta un 8% a la espera de las nuevas medidas de la reforma fiscal

Las cuentas de la Diputación foral para el año 2025 analizadas por DV recogen cada año un monto superior en este concepto. Si en 2009 la partida se elevó hasta los 15,2 millones de euros, el año que viene será de 50 millones, lo que supone un nuevo récord en el esfuerzo financiero de la Diputación, que ha aumentado un 228% en dieciséis años. Incluso de un año para otro, de 2024 a 2025, el crecimiento es de un 8,3% al aumentar la cifra en 3,8 millones. Todo ello a la espera de las nuevas medidas al respecto que recoja la futura reforma fiscal, cuyas líneas maestras presentará este lunes la diputada foral de Hacienda, Itziar Agirre, aunque, como desveló ayer este periódico, PNV y PSE han acordado reducir la deducción por compra de vivienda para las rentas más altas, que afectará solo a las nuevas adquisiciones y que supondrá un ahorro para las arcas que, en principio, se destinaría a mejorar las ayudas al alquiler. Hay que recordar que en Gipuzkoa, PNV y PSE-EE necesitan el apoyo de un grupo de la oposición para sacar adelante dicha reforma que prevé nuevas medidas sobre vivienda.

Pero de momento, las cifras destinadas por ahora en Gipuzkoa evidencian el auge que ha experimentado el alquiler en los últimos años en nuestro territorio. Un cambio de tendencia que choca con la mayor aceptación que ha tenido históricamente la cultura de la propiedad en nuestro país. Pero la burbuja inmobiliaria provocó una revolución y la salida de la crisis, un nuevo paradigma. La precariedad golpeó especialmente a los jóvenes, que se vieron obligados a apostar de forma permanente por una filosofía vital cuando se independizaban que antaño solía durar unos años, hasta que llegaba la estabilidad laboral.

¿Pero cuál es la deducción que se pueden aplicar en la declaración de la Renta los contribuyentes guipuzcoanos? Según detalla la Diputación en la memoria que acompaña a sus Presupuestos, con carácter general podrá deducirse el 20% -con un límite de 1.600 euros anuales- de las cantidades satisfechas en el ejercicio por el alquiler de la vivienda habitual.

La Diputación pone un especial foco en los jóvenes, cuyo poder adquisitivo es modesto en el despegue de su emancipación. Por eso, en el caso de personas menores de 30 años, el porcentaje de esa deducción se eleva al 30%. En Gipuzkoa la ayuda para este colectivo existía desde hace varios años con una deducción del 25% y un límite de 2.000 euros anuales, que luego pasó a ser del 30% y de 2.400 euros. Mientras, para las personas titulares de familia numerosa, el porcentaje se sitúa en un 25% -con un límite de 2.000 euros-.

En cuanto a las deducciones por adquisición y rehabilitación de vivienda habitual, los contribuyentes podrán deducirse el 18% tanto de las cantidades destinadas a la adquisición o rehabilitación de vivienda habitual, como de los intereses satisfechos por la utilización de capitales ajenos utilizados en la inversión de la vivienda habitual, con un límite anual de 1.530 euros. Los menores de 30 años o titulares de familia numerosa, por su parte, pueden deducirse el 23%, con un límite de 1.955 euros. Para las adquisiciones realizadas antes del 1 de enero de 2012 se mantienen las cuotas anteriores: deducción general del 18% -con un importe máximo de 2.160 euros- y del 23% para las familias numerosas y menores de 35 años -con una deducción máxima de 2.760 euros-.

Otra medida que guarda una estrecha relación con los tiempos actuales, donde la vivienda es un problema de primer orden social pero también económico, es la partida que la Diputación foral dedica al régimen especial de personas trabajadoras desplazadas, más conocido como impatriados. Un gancho fiscal para atraer talento que se aplica en determinados sectores -sobre todo científicos, técnicos y fina ncieros- donde falta mano de obra. Hablamos tanto de 'fichajes' extranjeros como de locales que en su día emigraron para prosperar. El aumento en esta partida en el último año es del 35%: 637.569 euros frente a 472.000, de los cuales el 73,6% se destina a los hombres. Desde que en 2018 se implantó esta normativa, 266 profesionales de élite se han acogido a las ventajas fiscales en Gipuzkoa, según precisan a DV fuentes de la Hacienda foral.

¿De qué beneficios tributarios estamos hablando? Si cumplen con los requisitos se les permite, tanto el año en el que se desplacen a territorio foral como en los 10 años siguientes, dejar exenta el 30% de su retribución del trabajo y deducir como gasto hasta un 20% en concepto de gastos por desplazamiento (gastos de viaje y mudanza, arrendamiento de vivienda habitual…). Es decir, un profesional cuyo sueldo ascienda a 50.000 euros dispondrá de una exención de 15.000 -el 30%- y un gasto deducible de 7.000 -el 20% sobre los 35.000-. Así, el sueldo neto -la diferencia entre los ingresos íntegros y los gastos deducibles- será de 20.000 euros. Si elevamos la retribución anual a seis dígitos, sueldos muy elevados pero que se pueden dar en los ámbitos 'top', ese mismo cálculo traería una cifra de 40.000 euros. En síntesis, una auténtica 'zanahoria tributaria' para profesionales de salarios elevados y que ya tengan fuera de España un patrimonio considerable.