El ahorro fiscal máximo para una familia guipuzcoana llega a los 4.800 euros

Para llegar a lograr ese ahorro, el contribuyente deberá recurrir a algunas de las ventajas tributarias existentes, entre las que figuran las deducciones por la compra o mejora de la vivienda habitual, por las aportaciones a los planes de pensiones o EPSV, por donaciones a una ONG o por la compensación de las pérdidas y ganancias en las inversiones, entre otras.

Para establecer ese ahorro posible, con la colaboración de la consultora donostiarra Sayma, se parte de dos familias tipo. El primero de los supuestos analiza el caso de una familia con dos hijos y un salario medio de os progenitores de 35.000 y 24.000 euros, que soporta unas cargas de 4.800 euros al año por la hipoteca de la vivienda. Ambos cónyuges contemplan realizar aportaciones a su plan de pensiones (EPSV) por una cuantía total que asciende a 6.000 euros. Además, realizarán un pago adicional para amortizar el préstamo hipotecario por otros 6.000 euros. Aplicadas las deducciones correspondientes, en este caso, el ahorro fiscal máximo alcanzado ascendería a 3.497 euros. Si esta pareja guipuzcoana optase tan solo por una deducción por el pago anual de su hipoteca, y la general por hijos, el ahorro fiscal se vería notablemente reducido. En concreto, a 737 euros.

Conviene recordar que por cada descendiente que conviva con el contribuyente se deducirán 603 euros anuales por el primer hijo, 747 por el segundo, 1.261 por el tercero, 1.490 por el cuarto y 1.946 euros por el quinto y por cada uno de los sucesivos. Es importante reseñar que si el descendiente es menor de 6 años, estos importes se incrementan en 347 euros.

El segundo de los casos analizados es elde una familia cuyos progenitores reciben unos salarios más altos, de 52.000 y 35.000 euros, respectivamente, y con unas cargas de 4.800 euros al año por la hipoteca de la vivienda. En este ejemplo, ambos cónyuges contemplan elevar sus aportaciones a su plan de pensiones (EPSV) por una cuantía total de 9.000 euros, así como realizar un pago adicional para amortizar el préstamo hipotecario por otros 6.000 euros. En este caso, el ahorro fiscal máximo alcanzado ascendería a 4.806 euros. Si se decantasen tan solo por una deducción por el pago anual de su hipoteca, y la general por hijos, el ahorro fiscal quedaría reducido a 856 euros.

En ninguno de los dos supuestos descritos los cónyuges tributan de forma conjunta, puesto que en la mayoría de los casos el resultado es peor para el contribuyente. En general, la declaración conjunta solo resulta beneficiosa cuando una de las dos partes no trabaja o sus ingresos son limitados.

Al hablar de ventajas tributarias, la más importantes la encontramos en la deducción por aportaciones a los planes de pensiones o EPSV. El Ejecutivo central está desincentivando las aportaciones a este tipo de planes de previsión individuales en una clara apuesta por fomentar los planes de empleo en los que contribuye el empresario. Así, la aportación máxima a planes individuales en el Estado bajó de los 8.000 euros aplicables hasta el año 2020 a 2.000 euros en este año. El Proyecto de Ley de Prespuestos Generales del Estado para 2022 prevé incluso reducir este límite a 1.500 euros. El límite, en cambio, en las Diputaciones forales es de 5.000 euros. Las aportaciones individuales reducen la base imponible y puede permitir un ahorro de hasta el 49% (tipo marginal).

Otra de las principales ventajas tributarias de la que pueden beneficiarse los guipuzcoanos es la que bonifica la compra de la vivienda habitual realizada antes del 1 de enero de 2013, y en los casos en los que todavía se haga frente a la hipoteca. Así, la deducción media es del 18% –con un límite anual de 1.530 euros– y sube hasta el 23% para familias numerosas y para los menores de 30 años, con un límite máximo de 1.955 euros.

En la recta final del año también conviene que los contribuyentes que apoyen a una ONG soliciten el certificado con las cantidades donadas. En Gipuzkoa, determinados donativos dan derecho a aplicar una deducción de entre el 20 y el 35%, con un límite del 30% de la base liquidable del IRPF.

Las Haciendas vascas también permiten una deducción del 20%, sin límite, por las cuotas de afiliación y aportaciones a partidos políticos y sindicatos