Eroski ultima una refinanciación de 500 millones con deuda corporativa
Rebajará el interés de la emitida hace dos años, liquida parte de los préstamos bancarios y a otro paso clave en la amortización de las subordinadas
Hace dos años Eroski daba un paso de gigante para normalizar su situación financiera. Lograba 500 millones de euros en los mercados colocando unos bonos ... con los que consiguió liquidar el final de su deuda histórica, que estaba, además, en manos de fondos y bancos oportunistas que la habían ido adquiriendo en la última década.
El paso, junto con un crédito de 112 millones con varios bancos, permitió a la cooperativa de alimentación normalizar su situación financiera y afrontar una fase de inversión para abrir nuevas tiendas, principalmente en la zona norte (Galicia, País Vasco, Navarra, La Rioja, Cataluña y Baleares), donde goza de cerca de un 15% de cuota de mercado y del liderazgo en Euskadi y Navarra.
Pero el precio por esos 500 millones de bonos fue un elevado interés del 10,62%, que supone unos gastos financieros de 53 millones anuales. Es lo que va a cambiar esta semana, el coste de esos 500 millones en una nueva renegociación. Eroski ha comunicado a la CNMV que inicia el lanzamiento de dichos bonos para inversores institucionales. Los bonos senior serán pagaderos semestralmente, tendrán un vencimiento a 2031 y cuentan con garantías reales y de algunas de las filiales del grupo. Según ha confirmado El Diario Vasco de fuentes del mercado, es un lanzamiento que cuenta ya con compradores y cuyo cierre se hará público en los próximos días.
La noticia no solo supone una reducción de los gastos financieros de la cooperativa, sino que, tal y como explica en su nota al supervisor, la cancelación de parte de los créditos que tenía con los bancos, entre los que estaban Kutxabank, Laboral Kutxa, el Instituto de Crédito Oficial (ICO), la Sareb y Mondragon Inversiones.
Eroski también anuncia que en la nueva financiación que dará a conocer en los próximos días, amortizará anticipadamente deuda pendiente de las obligaciones subordinadas de Eroski. Según la última auditoría de cuentas, de 31 de enero de 2025, esta cantidad ascendía 157 millones.
Se trata de un anuncio de extraordinaria importancia, más por su valor simbólico que por la cantidad de dinero. Esta suerte de participaciones eran unas obligaciones que devienen de una colocación de Eroski entre 2002 y 2007 a inversores particulares. Muchos de ellos trabajadores, sus familiares y clientes de la marca. Entre ellos captó cerca de 600 millones, pero no los pudo devolver con los intereses pactados. En 2016 tuvo que negociar una quita de casi 200 millones y un nuevo plan de retribución que ha venido cumpliendo fielmente.
El movimiento, junto a toda la operación, permitirá reducir el pasivo de modo muy relevante, además de seguir mejorando su coste anual y permitiendo a Eroski seguir desarrollando su fuerte plan de inversiones para preparar la expansión. La marca se ha fijado para 2027 volver a crecer en zonas de España alejadas de la zona norte.
Eroski completa así en menos de una década una extraordinaria amortización de deuda, que llegó a superar los 4.000 millones y que cerrará este ejercicio por debajo de los 600. Unos parámetros que no solo se mueven en cifras normalizadas, sino en datos de solidez financiera, que es precisamente lo que le permite a la marca rebajar el interés de sus bonos.
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