La empresa guipuzcoana, «moderadamente optimista» para este incierto 2023

El trabajo, apoyado en una encuesta realizada a casi 400 empresas guipuzcoanas de todos los sectores y tamaños (lo que supone un universo amplio y heterogéneo para este tipo de muestreos) revela que mientras un 34% de las empresas prevé una mejora para los próximos meses, un 50% apuesta por la estabilidad. Una estabilidad que la Cámara entiende positiva. Junto a esto, el director general de la Cámara, Javier Zubía, y el director de márketing e innovación, Iñigo Muguruza, encargados de dar cuenta de la Encuesta (el trabajo se repetirá desde ahora cada tres meses) recordaron que «existe un significativo 16%» que confiesa que su escenario es de «reducción de la cifra de negocio».

En esa parte más oscura de las previsiones, detalló Javier Zubía, se encuentran negocios muy próximos al último escalón del consumo. «Hablamos de sectores como la alimentación, el embalaje, el papel, los componentes para electrodomésticos, la pequeña maquinaria o el mismo transporte», dijo. En general, así consta en el informe, es el sector del comercio el que maneja peores perspectivas; un segmento en el que, matizaron desde la Cámara, también hay gente «a la que va muy bien, puesto que se ha especializado y ha encontrado su nicho».

El resto, y sobre todo la gran empresa y los sectores tradicionales como la máquina-herramienta o los bienes de equipo, marchan con paso firme, apoyados en una cartera de pedidos más que notable (acumulada tras el parón de la pandemia) y que les ofrece un colchón de actividad asegurada para, al menos, este año y el que viene.

Zubía y Muguruza resaltaron que los resultados de la encuesta son bastante «homogéneos» por sectores, aunque sí destaca en el extremo más optimista, en cuanto a actividad y ventas, la construcción. Un negocio, sin embargo, en el que las señales de alarma se encienden cuando lo que se pregunta a sus protagonistas es cómo están esas firmas respecto a la captación de trabajadores cualificados. Esa losa se aprecia claramente al comparar la previsión de contratación del primer cuatrimestre (un 57% contaba con aumentar su plantilla) con la de los próximos doce meses, que deja en el 33% la vocación de contratar. Y es que, sencillamente, no hay profesionales.

Las exportaciones, que, cabe recordar, el año pasado alcanzaron un récord histórico con casi 10.000 millones en el territorio, mantienen buenas perspectivas «a pesar de las limitaciones del mercado europeo», apuntó Muguruza. Así, un 34% de las empresas guipuzcoanas prevé mejorar sus ventas al exterior, mientras un 14% entiende que se recortarán y el 52% apuesta por el mantenimiento.

La estabilidad en el empleo a medio plazo es lo que señala la mayoría de firmas consultadas (un 74% del total), frente al 19% que contempla la posibilidad de ampliar plantilla y un 7% que se plantea como opción más probable el recortarla. A comienzos de año el porcentaje que apostaba por crecer en empleo era mayor, pero esa pérdida se ha ido al segmento de la estabilidad, de los que mantienen plantilla, y no a las empresas que la recortarán.

Como es habitual en muchas consultas de este tipo, cuando lo que se pregunta es por el escenario, por la generalidad, y no por la propia empresa, las respuestas son algo más grises; más repartidas entre la luz y la sombra.

Así, un 24% de las empresas entiende que las perspectivas mejorarán y un 21%, lo contrario. A comienzos de año esas respuestas eran, respectivamente, del 18% y el 34%. «En términos absolutos esto supone una mejoría de la confianza empresarial, pero no conviene olvidar que un quinto de las empresas mantiene una opinión negativa», dijo Zubía.

Al repasar los factores de preocupación, las empresas del territorio señalan la falta de rentabilidad (después de varios años muy tensos con el Covid, la guerra de Ucrania y la inflación) como el principal problema (un 65%). Los costes laborales (61% de las respuestas) y la debilidad de la demanda (41%) completan la terna de las principales amenazas. Por último, los tipos no parecen preocupar a las empresas, salvo a la construcción, que de nuevo se desmarca.