Pablo García-Berdoy
«Las pymes guipuzcoanas pueden jugar un papel importante en la reindustrialización de Europa»El exembajador antela UE en Bruselas y exdirector general de la política exterior Europea ha ofrecido esta semana una conferencia en la Cámara de Gipuzkoa
El experto en asuntos políticos, institucionales y regulatorios europeos Pablo García-Berdoy (Madrid, 1961) asegura que las pymes guipuzcoanas pueden jugar un papel importante en ... la reindustrialización europea que está impulsando la Comisión. Este madrileño que se considera de Antequera, y que ha ofrecido una conferencia esta semana en la Cámara de Comercio, habla con conocimiento de causa, no en vano ha sido Embajador Representante Permanente ante la UE en Bruselas, además de exdirector general de Política Exterior Europea y embajador en países como Alemania, Rumanía o Moldavia, entre otras cosas. En la actualidad es asesor principal de Asuntos Europeos de la consultora LLYC.
«Tiene que haber acuerdo porque de lo contrario sería el fin del comercio de mercancías. Esperamos que haya racionalidad»
– ¿Confía en que Europa llegue a un acuerdo en los aranceles con EE UU?
– Se tendrá que llegar porque no interesa a nadie que no haya un acuerdo. La cuestión es que nos encontramos con una administración norteamericana que ha dejado los hábitos del mundo multilateral, de los organismos internacionales, del diálogo regulado por una política básicamente transaccional y unos intereses que no son necesariamente económicos.
–¿Qué supondría para Europa un no acuerdo?
–Como ha dicho el comisario Shevkovich, ese 30% sería el fin del comercio de mercancías. Eso no es sostenible. Tenemos que esperar que haya racionalidad en el diálogo.
–¿Ve acertado el nuevo paquete de contramedidas de 72.000 millones que prepara la UE?
–Europa está haciendo lo que tiene que hacer, que es no gesticular demasiado, tener paciencia estratégica, que es muy importante, para encontrar esa zona de aterrizaje sin mucho ruido. Esa es la política europea tradicional. Hay que transmitir a la administración norteamericana el mensaje de que vamos en serio para defenderse nuestros intereses, pero sin hacernos a nosotros mismos un daño innecesario.
–España no tiene superávit comercial con EE UU, pero sufrirá el mismo castigo que, por ejemplo, Alemania, que sí lo tiene.
–España es uno de sus principales beneficiarios del mercado interior europeo. Tiene una situación comercial muy buena frente a sus socios comunitarios. Pero hay que tener en cuenta que gran parte de la exportación alemana fuera de la UE o de otros países contiene productos españoles, como ocurre con la automoción.
–El peso de la industria en Euskadi es mayor que en otras regiones y es muy exportadora. ¿Está más expuesta a los aranceles?
– Hay que ver qué estructura arancelaria va a tener el futuro acuerdo. No necesariamente va a ser la industria la más afectada directamente. Pero la industria vasca tiene una relación muy intensa con el sector industrial europeo en general y en eso hay un efecto cascada que indudablemente afectará a Euskadi.
–¿Qué tiene que hacer Europa frente a la ofensiva de Trump y el poderío económico de China?
–Europa tiene dos problemas. En primer lugar, que carece de un poder soberano comparable a los bloques a los que se tiene que confrontar. Este es un tema que no va a cambiar, porque no somos un estado federal. Se requiere una mayor integración, por un lado, es decir, haciendo que las políticas comunes sean cada vez más poderosas y más integradas. Y, por otro lado, dándole poderes a la UE. La Comisión Europea necesita el apoyo político de los estados para poder actuar, para defender los intereses de todos de forma eficaz.
«El impulso inversor interior de Alemania va a generar muchas oportunidades para las empresas del territorio»
–Usted ha sido embajador en Alemania. Cómo se puede explicar que la 'locomotora europea' entrara en recesión.
–Alemania ha perdido sus tres privilegios esenciales, que han sido clave para mantener esa posición de liderazgo. El de la energía barata, con la crisis de Ucrania y la finalización de la llegada del gas ruso; el de no tener que ocuparse de su seguridad, gracias al paraguas norteamericano. Y el tercero ha sido el mercado chino, que era un mercado abierto para Alemania y que no competía con Alemania en los mercados globales hasta hace relativamente pocos años. Alemania sin un superávit de cuenta corriente, sin superávit exterior, no crece. Es lo que le ha pasado y por eso ha entrado en recesión en estos últimos años. Porque hasta ahora el modelo alemán era un modelo de inversión y crecimiento en los mercados exteriores. El nuevo gobierno ha cambiado ese modelo, modificando las reglas del freno presupuestario, del freno de deuda y adoptando una postura mucho más proactiva en lo que es la acción pública, el fomento de la inversión interior.
–¿Puede beneficiar a Gipuzkoa? Alemania es el segundo mercado exterior tras Francia.
–Aquellos que puedan exportar a Alemania para su mercado interior, pueden beneficiarse mucho de este impulso inversor interior. Por ejemplo la construcción pública va a tener un 'boom'. Alemania tiene unas malas infraestructuras y necesita un impulso enorme de gasto en infraestructuras. Eso, sin duda va a generar oportunidades para muchas empresas vascas y guipuzcoanas.
–A muchas pymes les cuesta todavía llegar al mercado europeo. ¿Qué mensaje les traslada?
–Tienen que ser conscientes de que el nuevo regulador realmente relevante no está tanto en Madrid sino en Bruselas. Y las empresas tienen que saber qué esta pasando en Bruselas y cómo se pueden anticipar. También cómo pueden influir para que lo que se está haciendo en Bruselas esté acorde con sus intereses empresariales. Como dice Borrell: «Si no estás en la mesa eres parte del menú».
Carga regulatoria
–El exceso de burocracia ahoga a las empresas. Es la preocupación que más ha crecido.
–Todos coinciden en que Europa está sobrerregulada. Dicho esto, la discusión política es cómo simplificamos. A partir de ahí, la Comisión ha empezado a introducir elementos desreguladores para favorecer prioritariamente a la pyme, que tiene mucha más dificultad de hacer la 'compliance' que le exige el regulador europeo. Pero no se puede quedar ahí. Es importante que las pymes en cada uno de los sectores en los que tienen actividad incidan, y a través de la Cámara de Comercio aquí es una vía absolutamente abierta y muy eficaz, en cuáles son sus problemas reales y concretos en el ámbito regulatorio.
–Europa está apostando ahora por la reindustrialización. ¿Qué papel pueden jugar las pymes guipuzcoanas?
–Dentro de la transformación que se quiere hacer de Europa hacia una soberanía estratégica, la Comisión Europea debe apostar por la industria. Ahí, las empresas vascas y guipuzcoanas, juegan bien, con lo que hay un cierto mensaje de optimismo. Gipuzkoa es un territorio industrial; es un modelo, al igual que el vasco, de pymes, con iniciativa, de creación de talento y de riqueza, es un modelo que encaja muy bien en esta nueva etapa de la UE.
–¿Por qué?
– Es un modelo industrial que se ha puesto en valor tras el covid, por su competitividad, capacidad de desarrollar productos, de innovar. Ha sido la base de una capacidad industrial y de desarrollo en otros mercados, sin perder un modelo social. Esto garantiza que una industria como la de aquí nos da autonomía estratégica como europeos. Y es muy importante que ahora hablemos de autonomía estratégica. Producir aquí, para nuestros ciclos productivos europeos, tanto producto completo como parte de una cadena de valor, es fundamental, porque nos hace menos vulnerables.
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