El plan para resucitar Corrugados planteaba una producción de 513.209 toneladas en 2023
El documento entregado por el grupo Cristian Layal Gobierno Vasco, la Diputación de Gipuzkoa y al Ayuntamiento de Azpeitia incluía 270 empleos directos
Julio Díaz de Alda
San Sebastián
Viernes, 28 de mayo 2021, 06:43
El grupo industrial Cristian Lay, que se resiste a renunciar para siempre a la reapertura de la planta de Corrugados Azpeitia, a pesar de ... que parece una misión imposible, se acercó el pasado 18 de febrero a las tres administraciones más próximas a la instalación fabril (el Ayuntamiento de Azpeitia, la Diputación Foral de Gipuzkoa y el Gobierno Vasco) para presentarles -por separado- un plan para el desarrollo de esa operación.
Un programa industrial al que ha tenido acceso este periódico y en el que la compañía extremeña planteaba unos objetivos concretos para los próximos años, tanto de inversión como de empleo y de producción.
Se da la circunstancia de que la existencia de un proyecto para resucitar Corrugados se ha convertido en protagonista del debate abierto entre la alcaldesa de Azpeitia (Nagore Alkorta, de EH Bildu), que entiende que lo aportado no tiene base suficiente, y el ejecutivo Vasco, personificado en la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, que ha subrayado la importancia del proyecto para la comarca y su disposición de colaborar.
Según el plan de negocio entregado en febrero, la puesta en marcha de la instalación requeriría una primera inyección de 50 millones de euros. De esa cantidad, 30 millones servirían para la pura puesta en marcha de la acería y la laminación, así como para afrontar la adquisición del parque móvil, el almacenamiento de gases, los equipos de laboratorio, los sistemas de seguridad de atmósfera, las certificaciones de las instalaciones de gas, el alta de la línea eléctrica de 123 KV, la conexión de interrumpibilidad, los sistemas informáticos y el material y mobiliario para las oficinas. Los otros 20 millones irían destinados a alimentar el circulante de la empresa.
El dosier aportado por Cristian Lay a las tres administraciones (que calcula un plazo mínimo de ocho meses para el acondicionamiento de las instalaciones) se trata, como acostumbra a suceder en estos casos, de una primera aproximación a quienes, en definitiva, pueden facilitar que las cosas salgan adelante o no.
Necesidades
De hecho, en su apartado tercero (presentado como 'Necesidades') se incluyen una serie de requerimientos a superar antes de poder arrancar la planta e, incluso, apartados concretos a trabajar tanto con el Ejecutivo Vasco (en concreto, una autorización ambiental integrada) como con el Ayuntamiento. En este último caso, se trataba de una «licencia de actividades e instalaciones».
«Corrugados Azpeitia S. L,. solicitará al Gobierno Vasco, a la Diputación Foral de Gipuzkoa y al Ayuntamiento de Azpeitia todas las autorizaciones, inscripciones y licencias que sean necesarias para la correcta operativa y funcionamiento de la instalación conforme a la normativa vigente, colaborando con las administraciones públicas citadas con el fin de conseguir su obtención de la manera más clara y directa, y con la mayor celeridad», señala el documento. El informe, además, estimaba en un periodo de cuatro a seis meses el plazo de tiempo necesario para superar los trámites medioambientales (autorización integral, depuradora de agua o gestión de emisiones, entre otros aspectos) y las relativas a cuestiones de calidad.
Las claves
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Autorizaciones Cristian Lay se ofreció a «colaborar con las administraciones» para poder acelerar los permisos
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Capacidad En su plan de negocio, el grupo extremeño cifra en un millón de toneladas la capacidad de Corrugados
Entrando en materia económica, el informe aportado por Cristian Lay incluye lo que presenta como un 'Business plan 2021-2023'. En ese apartado, el grupo industrial plantea una serie de objetivos. Por ejemplo, en cuando a la producción, la aspiración para el periodo 2021-2022 era de 307.109 toneladas de acero y de 296.076 de laminación, que pasarían un año después a ser 513.209 y 490.124, respectivamente.
En cualquier caso, en una primera presentación de esa 'Hipótesis de reapertura', la firma extremeña resalta que Corrugados Azpeitia «tiene una capacidad de producción de 1.000.000 de toneladas al año en producto laminado en caliente con diámetros de entre 8 y 40 milímetros».
Polémica por Corrugados
En lo relativo a las ventas, el plan de negocio se apoya en una previsión de 489.050 toneladas en 2023, de las que 146.715 irían destinadas al mercado español y las restantes 342.335 , a la exportación. El documento, incluso, contempla un precio objetivo por tonelada de corrugado.
Respecto al empleo (en el que solo se hace referencia al directo y no a los 500 indirectos que se han previsto después), se explica que «durante el primer cuatrimestre de 2021 se proyecta una contratación de personal técnico de puesta en marcha», y que «a partir de octubre de 2021 se prevé el inicio de la unidad productiva con un mínimo de un turno en acería y otro en laminación». El segundo turno llegaría en 2022. En total, la estimación pasa por 270 empleos, de los que 90 serían en la acería, 100 en la minación y 80 en el resto de actividades.
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