Enrique Lizaso y Román Orús: «En dos o tres años Multiverse Computing se convertirá en el primer 'unicornio' de Gipuzkoa»
Cofundadores de Multiverse Computing ·
Los fundadores de la firma donostiarra de computación cuántica afirman que en ese plazo entrarán en el olimpo de las 'startup' valoradas en 1.000 millones de dólaresMultiverse Computing nació en 2019 en Donostia y ya ambiciona comerse el mundo. La compañía, especializada en computación cuántica enfocada en la resolución de complejos ... problemas del mundo financiero, acaba de completar una ronda de inversión de 10 millones de euros y ya piensa en cerrar otra por 50 millones en 2022. Enrique Lizaso (Corella, 1964) y Roman Orús (Barcelona, 1979), dos de sus fundadores, afirman en esta entrevista que en dos o tres años la firma se habrá convertido en un 'unicornio', es decir, entrará en el olimpo de las 'startup' valoradas en 1.000 millones de dólares. Si lo consiguen, Multiverse Computing será el primer 'unicornio' guipuzcoano.
– Ustedes son expertos en computación cuántica para el mundo financiero. ¿Traducción para el común de los mortales?
– Enrique Lizaso: Nos dedicamos a diseñar programas que funcionan en ordenadores cuánticos. Estas plataformas permiten resolver problemas muy difíciles en el sector financiero. Sirven, por ejemplo, para mejorar la composición de las carteras de inversión, detectar fraudes y ayudan a calcular el precio y el riesgo de instrumentos financieros complicados, como los derivados o estructurados, que fueron la raíz de la crisis de 2008.
– ¿Qué aceptación ha logrado su producto?
– E.L.: Vendemos nuestras soluciones en Europa y al otro lado del Atlántico. De hecho, contamos con sedes en San Sebastián y Toronto. Trabajamos con bancos comerciales y de inversión, entre ellos BBVA, Bankia, Crédit Agricole, Caixabank, y con bancos centrales, como el de Canadá. En este último caso para determinar la estabilidad de determinadas criptomonedas.
– ¿Van a abrirse a otros sectores?
– E.L.: Sí, al energético. Hay un campo interesante en cómo optimizar la producción y distribución de electricidad. Ya estamos trabajando con Repsol. La descarbonización ofrece oportunidades. También trabajamos con ZF Friedrichshafen AG, una empresa con más de 140.000 empleados en el mundo que fabrica chasis y transmisiones eléctricas. En realidad, los ordenadores cuánticos se pueden utilizar en cualquier sector.
– ¿Quiénes fundaron la empresa y por qué dieron el paso?
– E.L: Fuimos cuatro fundadores. Román Orús, Sam Mugel, Alfonso Rubio y yo. En 2016 existía una asociación sin ánimo de lucro, la Quantum World Association, cuyo objetivo era dar a conocer las tecnologías cuánticas. En esa asociación se organizó un grupo formado por aquellas personas interesadas en utilizar esta tecnología para resolver problemas difíciles en el mundo de las finanzas. El presidente de esa comisión era yo y en ella se encontraban Román Orús y los otros dos fundadores. Orús propuso redactar un documento que explicara qué es lo que se puede hacer y qué no en computación cuántica con los ordenadores.
– Román Orús: Se publicó en 'Reviews in Physics' y tuvo una gran aceptación mundial, siendo uno de los artículos más citados y descargados. Nos puso en la arena global, hasta el punto de que contactaron con nosotros grandes bancos, como Morgan Stanley, y ahí ya decidimos crear una empresa.
EN SU CONTEXTO
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5 millones de euros espera facturar la compañía donostiarra el año que viene. Hasta octubre la facturación llegaba a 1 milón.
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Cien empleos en 2022 Multiverse Computing nació en 2019 con cuatro personas en plantilla, a las que se sumó una más en 2020. Ahora son 27 y cerrarán el año con 50 para llegar al centenar el próximo.
– ¿Por qué en Donostia?
–R.O: Porque yo estaba aquí. Me doctoré en Barcelona y he trabajado por todo el mundo, pero en ese momento estaba aquí como profesor de Ikerbasque. Además, a nada que nos movimos enseguida contamos con el apoyo de las instituciones locales, como BIC Gipuzkoa.
– La evolución de Multiverse ha sido fulgurante.
– E.L.: Empezamos cuatro personas. A comienzos de 2020 éramos cinco. Ahora somos 27, de las que diez tienen un doctorado y otras cuatro lo están preparando. Estamos en pleno proceso de contratación y este año lo cerraremos con cerca de 50 profesionales, con el objetivo de superar el centenar en 2022. El perfil es de físicos, ingenieros informáticos y especialistas en 'data scientist'. En cuanto a facturación, hace un mes superaba el millón de euros. En 2022 pasaremos de los 5 millones.
– ¿Con esta progresión, albergan la intención de ser un 'unicornio'?
– E.L.: Sí, en el plazo de dos o tres años, porque va a haber oportunidades de consolidación. La última ronda la hemos cerrado con 10 millones de euros. Parece una cantidad importante, pero es pequeña. El año que viene plantearemos otra ronda, con el objetivo de llegar a 50 millones y captar a Zapata Computing (EE UU), la principal empresa del mundo de software para ordenadores cuánticos. Si lo hacemos bien nos permitiría alcanzar una valoración de 200 millones. Estas cifras son reales, no nos hemos vuelto locos. El crecimiento rápido es clave, más importante que los beneficios a corto plazo, por eso requiere de unos inversores especiales.
«Trabajamos con bancos comerciales y de inversión, y vamos a abrirnos a nuevos mercados, como el energético»
Enrique Lizaso
– Pero, para ser un 'unicornio' se necesita una valoración de 1.000 millones de dólares...
– E.L.: Cambridge Quamtum Computing alcanzó una valoración de 400 millones cuando su facturación era solo de algo más de 200.000 euros. La consideración de 'unicornio' depende más del valor que hayas aportado, del número de patentes y de los clientes que tengas a largo plazo. Nuestra evolución en clientes ha ido creciendo y disponemos de 24 patentes, más que todas las compañías del Estado juntas, incluido el CSIC.
– Su ambición es máxima.
– R.O.: Veíamos las 'startup' que surgían en Estados Unidos y Canadá y las rondas de inversión que levantaban y pensábamos que nosotros podíamos hacerlo mejor. Y seguimos teniendo esa sensación. Entonces, ¿por qué no vamos a ser ambiciosos? Así que nos lanzamos.
– Si estas previsiones resultan ciertas, esta nueva sede a la que se han trasladado se va a quedar pequeña en nada de tiempo.
– E.L.: De hecho la anterior, de 100 metros cuadrados, nos ha durado menos de un año y esta lleva el mismo camino. Si es así, tendremos que pedir una planta entera en algún edificio de Miramon.
–R.O.: Todas las previsiones que hemos realizado sobre la empresa se han quedado cortas. Por ejemplo, la última ronda de inversores se diseñó para captar 4 millones, luego 6 y se ha cerrado en 10. Con lo que quedó fuera se podría haber llegado a los 15 millones, pero nos hubiéramos diluido más allá de lo que queríamos.
– Son un bocado apetecible para ser comprados...
– R.O.: Seguro que nos quieren comprar, pero nuestra intención es no vender.
– ¿Y salir de compras?
– E.L.: Sí.Nosotros tenemos acceso a capital en los dos lados del Atlántico y una idea clara de intentar convertirnos en una empresa grande, así que habrá oportunidades, porque hay compañías europeas que no podrán crecer lo suficiente.
«Todas las previsiones se han quedado cortas, en la última ronda de inversores podíamos haber llegado a los 15 millones de euros»
Roman Orús
– ¿No les va a tentar irse a Madrid o Barcelona?
– E.L.: No. La pandemia ha dejado claro que no importa dónde estés. Se puede funcionar perfectamente desde San Sebastián, incluso para cerrar contratos y rondas de inversión. No vas a conseguir más recursos por el hecho de estar en ciudades grandes. Hemos demostrado que se pueden levantar 10 millones de euros en un tema tan esotérico como la computación cuántica desde San Sebastián.
–R.O.: Lo que cuenta es la actitud. Si realmente crees que tienes capacidad suficiente para fundar una empresa, ¿por qué no lo vas a hacer?
– ¿Se van a convertir en una empresa tractora para atraer talento y compañías a Gipuzkoa?
– E.L.: Sí. En Multiverse Computing se hablan quince idiomas diferentes. Tenemos profesionales de China, México, Pakistán, Italia, Marruecos... En cuanto a la llegada de empresas, ya ha pasado, han surgido otras 'startup'... También algún competidor. Todo esto es bueno para el entorno.
– ¿En Gipuzkoa hay talento para engancharse a esta tecnología?
–R.O.: Tenemos acuerdos con la Facultad de Informática de la UPV, con Mondragon y Tecnun. La idea es que a corto-medio plazo se cree algún tipo de master sobre programación cuántica.
– El Gobierno Vasco ha identificado la computación cuántica como eje prioritario a la hora de emplear los fondos Next Generation. ¿Contribuirán para que Euskadi tenga voz en este mercado?
– E.L.: Es una apuesta estratégica de primer orden. La UE lanzó un programa en 2017 y lo dotó con un billón de euros. Parecía la pera, pero siguen faltando 'unicornios'. Algunos países se han puesto nerviosos y están actuando. La computación cuántica está siendo liderada por la región de París (1.800 millones de inversión), Oxford-Cambridge (1.400 millones), Baviera (200 millones)... En Canadá, tanto Toronto como Quebec realizan unos desarrollos muy importantes. En consecuencia, la revolución cuántica va a llegar y habrá zonas capaces de aportar soluciones y otras no. Unas producirán y otras serán meras consumidoras. El Gobierno Vasco ha visto que hay que invertir en el futuro. Cuando ves a otros afeitarse las barbas... Hay que moverse, máxime cuando va a llegar dinero del plan Next Generation, una gran oportunidad.
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