Bélgica da un nuevo espaldarazo a CAF en la adjudicación del supercontrato
El auditor del Consejo de Estado belga recomienda rechazar el segundo recurso de Alstom, lo que despeja el camino para que la beasaindarra se haga con el proyecto valorado en hasta 3.400 millones
Nuevo espaldarazo de Bélgica a Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) en el proceso de adjudicación del 'contrato del siglo' -valorado en hasta 3.400 ... millones- para la renovación de la mitad de su flota rodante. El auditor del Consejo de Estado belga recomendó este martes rechazar el segundo recurso presentado por el fabricante francés Alstom contra la compañía guipuzcoana por la adjudicación del contrato para la construcción de más de quinientos trenes por encargo de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Belgas (SNCB). El veredicto final del tribunal, que suele seguir las recomendaciones de su auditor, se conocerá en los próximos días.
El proceso de adjudicación está siendo extraordinariamente complejo y prolongado. Alstom y Siemens, las otras dos competidoras, ya habían recurrido la decisión a comienzos de año, alegando falta de transparencia en la evaluación de las ofertas. De hecho, en abril, el auditor del Consejo de Estado recomendó suspender la decisión de la SNCB de adjudicar el contrato a CAF, lo que llevó al tribunal a paralizar temporalmente la adjudicación. Esta primera intervención generó semanas de incertidumbre y puso de relieve las presiones políticas y sindicales a favor de Alstom, con plantas en Bélgica, que reclamaban el «peso del empleo local» como criterio decisivo.
Incluso alcaldes de Brujas y Charleroi y la principal central sindical de Alstom se sumaron a las críticas, mientras que el ministro de Movilidad belga defendía la validez del procedimiento, respaldando que un dictamen jurídico externo y una auditoría técnica independiente habían validado la evaluación de las ofertas. Tras la suspensión, la SNCB reafirmó en abril y nuevamente en julio su elección de CAF, resaltando la solidez técnica de la propuesta, el cumplimiento normativo y la disposición de la compañía a colaborar con proveedores locales, como defendió la dirección de Javier Martínez Ojinaga.
Las cifras y el proyecto
En esta segunda ocasión, cuatro asociaciones se implicaron también en el segundo recurso de anulación presentado por Alstom, cuestionando «la implicación de CAF en territorios ocupados por Israel», según informan medios belgas. Sin embargo, el auditor del Consejo de Estado consideró que carecían de legitimidad para intervenir en un procedimiento de contratación pública, manteniendo firme la posición de CAF. La insistencia de Alstom y la aparición de nuevas alegaciones han convertido el proceso en un ejemplo rocambolesco de arbitraje judicial en adjudicaciones europeas. Además, hoy miércoles está prevista una nueva audiencia ante consejeros para analizar el otro recurso presentado por Siemens, tercera empresa implicada en el proceso.
El contrato contempla la renovación del 50% de la flota de la SNCB antes de 2032, con trenes de doble piso capaces de transportar 54.000 pasajeros, accesibilidad universal, zonas de silencio, espacios para bicicletas y unidades eléctricas con batería que sustituyan a los automotores diésel. CAF afronta esta adjudicación en un momento de fortaleza: cuenta con más de 15.000 millones de euros en cartera de pedidos y un primer trimestre de 2025 con un beneficio neto un 53% superior al del año anterior.
«La SNCB sigue las normas europeas de contratación pública»
La Sociedad Nacional de Ferrocarriles Belgas (SNCB) recordó en una nota que el procedimiento de adjudicación cumple «estrictamente todas las normas europeas de contratación pública, y que ha respetado todas las exigencias legales requeridas». La operadora subrayó que no le corresponde «determinar la política exterior o comercial de las empresas belgas o europeas implicadas». En concreto, señaló que, «a diferencia de las sanciones existentes contra empresas rusas, no existen instrumentos jurídicos que restrinjan a compañías presentes en Israel o Palestina», por lo que no puede asumir esa función política.
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