La desaceleración por la crisis golpea ya a las empresas de Gipuzkoa
Los principales sectores económicos, desde la industria al comercio, advierten de que la actividad se estanca por la espiral desatada por la guerra y la crisis energética
Tras dos años de pandemia, que impactaron enormemente en la economía vasca pero que se superaron con nota, sin daño en el mercado laboral (gracias a los ERTE) y con una industria que se demostró sana, solvente y preparada para el regreso a la actividad –lo que se tradujo en un aluvión de pedidos en cuanto se retomó la actividad internacional–, la guerra de Ucrania y sus muchas derivadas han ensombrecido el panorama. Hasta el punto de que la palabra recesión, aunque se evita por aquello de las profecías autocumplidas, ya se ha instalado en todos los análisis a corto y medio plazo. El lastre de unos precios del gas y de la electricidad inasumibles, que ya se prolongan demasiado en el tiempo, y de una inflación que aunque tuvo su origen en la energía ha saltado a todos los ámbitos de actividad, aprietan las costuras en casi todos los sectores.
DV ha reunido a actores principales de la economía guipuzcoana y vasca para analizar qué queda por delante y cuáles pueden ser las consecuencias para el territorio. La conclusión principal es que los hábitos de consumo están cambiando, algunas industrias ya notan una ralentización de pedidos y de decisiones de inversión, los márgenes se deterioran a velocidad preocupante y, en definitiva, la incertidumbre y los nubarrones inundan por completo el horizonte.
Pablo Martín | Confebask
«Nuestro escenario central habla de estancamiento»
Pablo Martín, responsable de Economía de la patronal, Confebask, reconoce que tras una primera mitad del año «razonablemente buena», el conflicto y sus derivadas, sobre todo «una inflación que está disparada», han golpeado de lleno la actividad hasta provocar «un fuerte deterioro de la rentabilidad». «Los indicadores dicen que la actividad está bastante estancada, con tendencia al deterioro», apunta. «Muchas empresas han parado o se verán obligadas a hacerlo para no trabajar a pérdidas, que es un suicidio programado», añade el técnico, quien reconoce que el crecimiento va a ser «bastante menor del esperado». Al mencionar la palabra recesión, Martín no la descarta «en algún trimestre». «No es nuestro escenario central, que sí habla más bien de estancamiento», dice. Otra de las amenazas es la subida de tipos para frenar la inflación y que, asegura, «está endureciendo las condiciones de financiación y complicando la inversión». Sobre el pacto de rentas, insiste en la disposición de la patronal a abordar propuestas «posibilistas».
Javier Zubía | Cámara de Comercio
«Los indicadores señalan una caída de la actividad»
Javier Zubía, director general de la Cámara de Comercio de Gipuzkoa, explica que «los indicadores adelantados que manejamos hoy señalan una caída de la actividad, sobre todo en ciertos sectores como la automoción y los electrodomésticos, en un contexto de incrementos de costes externos e internos y con la energía disparada». «Eso, claro está, es motivo de una enorme preocupación, como lo es también la paralización de ciertas decisiones de inversión que también se están dando», reconoce, para matizar que «hay sectores y zonas fuera de Europa en las que venden nuestras empresas, como EE UU o México, que van bien y hacia los que la Cámara va hacer un esfuerzo».
José Ramón Fernández de Barrena | Uvesco
«Topar los precios no tiene sentido, es mejor bajar el IVA»
José Ramón Fernández de Barrena, presidente de Uvesco, asegura que el grupo (Super Amara y BM) está intentando repercutir «lo menos posible» el alza de precios generalizado que vive un sector en el que «los márgenes son muy pequeños e irremediablemente se van a ver afectados. Los proveedores nos suben porque a ellos también les suben», apunta. Sobre la posibilidad de topar los precios de los alimentos básicos, planteada por algunos miembros del Gobierno central, afirma que «sin entrar en la legalidad o no de la idea, iría en contra de las pequeñas tiendas de barrio». «No tiene sentido. Es mucho más fácil bajar el IVA temporalmente», zanja.
José Antonio Yela | Eroski
«Nos hubiera gustado un poco más de empatía con el sector»
José Antonio Yela, director de relaciones institucionales de Eroski, recuerda que la distribución dio «el do de pecho» en la pandemia, y que sin ese esfuerzo «hubiera habido una rebelión social». Lamenta que las constantes alusiones a la recesión impactan en los consumidores, que «van a andar con cuidado hasta Navidad», y reconoce que los hábitos han cambiado y ahora los guipuzcoanos «compran menos y más marca blanca». «Estamos absorbiendo parte de la inflación. Si la aplicáramos toda nos pasaríamos tres pueblos. Pero sufrimos un gasto en energía tremendo. Nos hubiera gustado un poco más de empatía con el sector en el Plan de Contingencia del Gobierno Vasco, que solo habla de industria», asegura.
José Ignacio Hormaeche | Cluster Energía
«Es irrenunciable invertir en electrificación y renovables»
José Ignacio Hormaeche, director general del Clúster de la Energía de Euskadi, se debate entre «el moderado optimismo» que permite la evidencia de que nuestras muchas y muy competitivas industrias deberían beneficiarse del momento que vive y vivirá el 'boom' de la energía verde, y la certeza de que, como todas, esas empresas viven encorsetadas por la inflación, el coste de las materias primas, la electricidad o el gas y el escenario general tan inestable. «Parece mentira con la gran industria que hay, pero las pasan canutas y hay que hacer lo posible para mantenerlas», dice con gesto serio. «Hace poco una empresa me decía: sé lo que voy a facturar pero no sé si voy a ganar», explica. «Hay que aprender a gestionar en esa tesitura, que no es sencillo. Lo que sí se puede decir es que nuestras empresas están cumpliendo con sus contratos», destaca. Y defiende que «independientemente de la crisis, hay que invertir en electrificación, en renovables o en gas natural sí o sí. Eso es algo irrenunciable».
José Pérez Berdud | AFM
«Empezamos a notar cierto descenso en las ofertas»
José Pérez Berdud, presidente de AFM, explica que la máquina-herramienta, «como toda la industria», está afectada por «la crisis energética, la escasez y precio de ciertos componentes y materiales», que «impactan en los costes y los plazos de nuestros productos». «Pese a que comenzamos a notar cierto descenso en la cantidad de ofertas, y a que Alemania no atraviesa su mejor momento, esperamos llegar al final de año con carga de trabajo aceptable. Dicho eso, he de confesar que no es fácil visualizar el futuro con claridad», dice. Y explica que aunque la cartera es «robusta», sus prospecciones «apuntan a una clara ralentización en el último trimestre de 2022, que tentativamente puede comenzar a ceder a partir del segundo semestre de 2023».
Inés Anítua | Acicae-Clúster de Automoción
«El alto coste energético nos hace menos competitivos»
Inés Anítua, directora general del Clúster de Automoción (Acicae), reconoce que «está siendo un año complicado, donde algunos problemas, como el suministro de materias primas o de semiconductores, se van poco a poco corrigiendo, aunque otros derivados de la guerra están afectando a los consumidores y a las empresas con un fuerte IPC». «Tenemos profesionales de primer orden que vivieron la crisis del 2008 y supieron salir adelante. Debemos seguir trabajando en optimización de costes y diversificación de clientes, mercado y productos para poder aprovechar oportunidades, como la electrificación», dice. Anítua confía en que la facturación crezca este año y el empleo se mantenga. Sobre la energía, reconoce que «es una situación a la que no se ve final en el corto plazo, y un coste adicional que nos hace menos competitivos a nivel global». «Tras el coronavirus tendremos que sacar lecciones, como que no podemos dejar de producir en Europa elemento clave, como chips», dice.
Iñaki Cepeda | Guitrans
«El transporte se debate en una coyuntura muy difícil»
Iñaki Cepeda, responsable de Guitrans, recuerda que «el transporte de mercancías por carretera lleva inmerso en una crisis profunda desde hace años, y la incertidumbre sobre la evolución de la economía no hace sino acentuarla». «Nos debatimos en una coyuntura extremadamente difícil y en una posición muy frágil por la paulatina pérdida de rentabilidad acumulada en años», señala. Una situación, lamenta, «agravada por la descomunal subida del precio del gasóleo que ha metido a las empresas en pérdidas». Respecto a la bonificación del precio del gasóleo del Gobierno, afirma que «se ha mostrado totalmente insuficiente, ya que ha quedado anulada por los nuevos incrementos de precio».
Xabier Iraola | ENBA
«La teta pública no te puede sostener siempre»
Xabier Iraola, coordinador de ENBA, el sindicato de baserritarras de Euskadi, señala que «el horizonte es de incertidumbre total» y está marcado por «un encarecimiento terrible de todo; de la energía, pero también del pienso y del forraje, que para nosotros es esencial». Iraola reconoce que el agro vasco juega en una 'liga premium' y que en momentos de zozobra como el actual el consumo tiende a estratos más bajos, lo que perjudica a nuestros productores. Y pone el foco en el sector lácteo, que sufre, dice, unos precios inasumibles. «Se reciben ayudas del Gobierno Vasco y la Diputación que ayudan mucho, y también sobrevivimos gracias a la cooperativa, pero la teta pública no te puede sostener siempre». Tras cargar contra la «ocurrencia» de intervenir el precio de los alimentos, reclama «meter mano a los eslabones de la cadena de producción que no aportan valor y solo especulan».
Jesús Valero | Tecnalia
«Las crisis llegan más tarde a los centros tecnológicos»
Jesús Valero, director general de Tecnalia, asegura que el 2022 va a ser «un buen año» para el organismo. De hecho, asegura que la inversión no se ha parado y muestra una buena inercia. Eso sí, reconoce que los centros tecnológicos (Tecnalia es el más importante de España) sufren las crisis «más tarde, con cierto retardo». Y celebra que el organismo va a «batir este año todos los récords en financiación europea». Valero pone el foco en el impacto del IPC en los salarios (lidia con siete convenios colectivos) y resalta la «intensa apuesta de Tecnalia por la eficiencia energética».
Julen Maiz | Federación Mercantil
«En la crisis se cae el consumo y se fomenta el ahorro»
Julen Maiz, presidente de la Federación Mercantil de Gipuzkoa, tiene claro que «el futuro se presenta complicado». «Los datos macroeconómicos no son buenos, y lo cierto es que en las crisis se fomenta el ahorro y no el consumo, así que...», lamenta. Con la losa de tener en algunos casos que realizar inversiones y modificaciones para cumplir con el real decreto de ahorro energético, tiendas y comercios del territorio «están asumiendo las subidas de precios y trasladando a los clientes solo parte», explica. «Lo peor se lo llevan el textil y el calzado», apunta. Y asegura que el sector «va a luchar para mantener el empleo». Algo que, aclara, «dependerá siempre de la viabilidad de los negocios». Maiz aplaude el papel de las ayudas públicas y los bonos consumo, y cuenta con que el desplome de gasto que se produce «después de las regatas» será este año «mucho peor». «El comercio está acostumbrado a pelear, y va a seguir haciéndolo, apostando por ofrecer al cliente una buena experiencia de compra y una especialización que le permita competir con los gigantes», resalta.
Juan Ángel García | Corporación Mondragon
«Algunos sectores muestran debilidad, y eso asusta»
Juan Ángel García, vicepresidente de la Corporación y director general de la división de Equipamiento Industrial de Mondragon, explica que «algunos sectores muestran síntomas de debilidad, y en general todos nos vemos afectados por el alza de la energía y las materias primas». «Eso es lo que más asusta», confiesa. «Vamos a entrar en recesión de demanda y de actividad industrial, y ciertos actores pueden desaparecer», alerta, para recordar que la clave es que las empresas hayan hecho ya sus deberes y se hayan rearmado. «Llevamos ya diez meses, y ha habido que prepararse», asegura. «Cuando todo se estabilice habrá una guerra de precios y también quien quiera morir matando», asegura.
Aritz Eizagirre | Ganadero
«Antes pagaba 300 euros de luz, y ahora estoy pagando 900»
Aritz Eizagirre dirige desde hace dos años (cuando dio el relevo a su tío) una ganadería de 35 vacas lecheras y 37 novillas en Zumaia englobada en la cooperativa Kaiku y que también vende sus productos (Xarrondo Esnea) en comercios próximos. El ganadero reconoce que la guerra ha provocado «un giro de 360 grados» y que la inflación «de todo, incluida la de la maquinaria y el utillaje», complica aún más la tarea de los baserritarras guipuzcoanos. «Pinta mal, y hay que hacer colchón e invertir solo lo imprescindible», dice. «El forraje nosotros lo tenemos en casa, pero en el mercado está a precios terribles por la sequía», añade. Menos mal que aquí nos ayudan la Diputación y el Gobierno. La energía es uno de los grandes lastres. «Antes pagaba 300 euros de luz, y ahora estoy pagando 900 y he llegado a pagar hasta 1.000», lamenta. «Yo creo que la guerra es una buena excusa y hay mucho especulador», asegura, mientras reclama «precios dignos para el productor de leche».
Kepa Bastida | Gerente de LANA
«Si esto sigue así muchas fábricas tendrán que parar»
Kepa Bastida gerencia la cooperativa Lana, dedicada a paneles y vigas de madera para encofrado, con plantas en Oñati y República Checa y una plantilla de 220 personas. «Hasta junio iba muy bien la cosa, pero ahora notamos la ralentización en toda Europa», dice Bastida. «Nosotros vendemos a distribuidores y ya hay bastante miedo a aumentar el 'stock' para no tener después que comérselo; la verdad es que la perspectiva a futuro no es muy positiva», señala.
Bastida repasa también los números de su factura energética, que ha pasado de 100.000 euros (entre las dos fábricas) a más de medio millón de euros. «Si esto sigue así, lo veo difícil. Muchas fábricas tendrán que parar y entrará material más barato de fuera de Europa», advierte.
«Este marco nos obliga a tomar decisiones a corto plazo, para lo que nos favorece el hecho de ser una cooperativa, por la flexibilidad y la agilidad que requiere esta situación tan incierta», remacha.
Raquel y Jose | Frutería Raquel
«El otoño viene duro y hay que topar lo que se lleva el intermediario»
Raquel Ropero y José Mari Pla, de la Frutería Raquel del barrio donostiarra de El Antiguo, son gráficos a la hora de ilustrar la situación: «hace tres meses vendíamos las lechugas a un euro y ahora las compramos a 1,20. Las naranjas de red de Valencia han subido un cien por cien», relata contextualizando la inflación. «Y te queda poquísimo margen de beneficio». Uno de los «problemas», a su juicio, son «los intermediarios». Y es que «cuando compro directamente puerros a un casero, el manojo sigue manteniéndose a 2,90 igual que el año pasado». Ambos dan gracias de estar en un barrio y una calle, Matía, «donde se vende bien», pero «viene un otoño e invierno duros. La gente va a mirar más y es lógico». Sobre la propuesta de la ministra Díaz de topar precios, aunque en principio va destinada a las grandes cadenas, piden «topar a los intermediarios que se llevan la gran mayoría del dinero. Así podríamos bajar los precios y así se ayuda al comprador».
Adolfo López | Librería Zubieta
«Las ayudas públicas nos han ayudado mucho, no nos podemos quejar»
Adolfo López, gerente de la librería Zubieta (en Donostia) y presidente del gremio de libreros de Gipuzkoa da por hecho que «los libros y la papelería en general se van a encarecer en dos o tres euros hasta final de año». «De eso no se salva nadie», asegura.
«El papel y el cartón también sufren una enorme inflación, con subastas al mejor postor». Al referirse al sector, López cuenta con un par de meses malos a partir de que acabe la 'vuelta al cole' pero tiene confianza en la campaña de Navidad. «En la pandemia nos fue muy bien, y la gente valoró que un libro es un elemento de ocio de larga duración y asequible», apunta.
El librero no tiene complejos en reconocer que las ayudas públicas y los bonos cultura del Gobierno Vasco y la Diputación han ayudado mucho al sector. «No nos podemos quejar de nada», señala. Otra cosa será 2023, ejercicio para el que no se atreve a hacer pronósticos. Con todas las dudas del mundo, añade, «es probable que los problemas lleguen en el segundo semestre».