Confebask prevé un récord histórico de empleo en 2022 y recuperar el PIB perdido por el Covid
Al tiempo, la patronal vasca advierte del alto grado de incertidumbre provocado por los cuellos de botella en la industria y los rebrotes del virus
Optimismo y cautela a partes iguales. Esa es la idea que la patronal vasca traslada respecto a un 2022 que podría, si nada se tuerce, ... llevar a Euskadi a un récord histórico de empleo, con algo más de un millón de afiliados a la Seguridad Social, y devolver (en el tramo final del ejercicio) todo el PIB perdido por el zarpazo de la pandemia.
Ese es el escenario central de las estimaciones presentadas este miércoles por Confebask en su tradicional análisis macroeconómico de final de año, pero no toda la fotografía. Y es que el presidente de la organización empresarial, Eduardo Zubiaurre, resaltó que la incertidumbre generada por los cuellos de botella, la inflación y los elevados costes energéticos o las posibles nuevas olas de Covid «sigue siendo elevadísima».
Tanto que frente a una estimación media de un alza de la economía vasca en el próximo ejercicio del 5,9% -«en línea con España y por encima de la media de la Unión Europea», aseguró Zubiaurre-, esos factores exógenos al País Vasco y en buena parte ingobernables hacen que la horquilla para el PIB de Euskadi en 2022 vaya del 4% al 7%.
«Destaca el crecimiento de la industria, que es el sector que más ha tirado de la economía»
En cualquier caso, resaltó elpresidente de la patronal vasca, el empleo se presenta como el gran protagonista en esta salida de la crisis, después de haber remontado en este 2021 que ahora acaba en 18.000 nuevos afiliados y con 14.000 parados menos, según las estimaciones de su informe. «En noviembre ya había más personas afiliadas que las que constaban en la Seguridad Social en febrero de 2020, antes de empezar la pandemia», dijo.
«De hecho -remarcó-, el mes pasado había en Euskadi apenas 540 parados más que entonces y el 95% de los trabajadores en ERTE ya había salido de esa situación». Para 2022, apuntó Zubiaurre, Confebask cuenta con 25.000 nuevos ocupados y una tasa de paro del 8%, un punto por debajo de la que se espera para el cierre del ejercicio 2021.
«Según las encuestas de nuestras organizaciones territoriales (Adegi, Cebek y SEA), nueve de cada diez empresas apuestan por el mantenimiento o la reactivación de sus mercados, mientras el 70% afirma que mantendrá sus plantillas y dos de cada diez dicen que la aumentarán», detalló Zubiaurre.
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Entre claros y oscuros
El empresario se refirió también al crecimiento en 2021, protagonizado por la industria y estimado por Confebask en un 5,7%. «Un alza elevada, pero en la banda baja de lo calculado hace un año», reconoció. Y es que, dijo, unas restricciones más prolongadas de lo que cabía esperar, así como cierto retraso en la llegada de los fondos europeos han hecho que el ritmo de la economía haya sido inferior al previsto.
Bache superado
En cualquier caso, Eduardo Zubiaurre dejó claro que «lo peor de la crisis ha quedado atrás» y que la recuperación iniciada en 2021 va a seguir con fuerza. Eso sí, subrayó, eso no significa que no existan retos no menores y preocupaciones en el ámbito empresarial como «el crecimiento de los costes, las dificultades de abastecimiento, la reducción de la rentabilidad o la dificultad para encontrar personal cualificado».
En ese contexto, el informe de Confebask reclama una gestión ágil de los fondos europeos, mantener las ayudas dispuestas frente al Covid para las empresas viables, así como disponer de otras de nuevo cuño para afrontar las grandes transiciones transformadoras que se imponen en esta salida de crisis. A eso añade otra demanda como es «la reducción de las cargas empresariales, como las cotizaciones sociales».
La patronal celebró la vacunación y pidió a la sociedad vasca «comportamientos adecuados para limitar los perjuicios humanos, sociales y económicos».
Llamamiento a los sindicatos para una negociación de salarios «responsable»
El presidente de Confebask, Eduardo Zubiaurre, se refirió ayer a la reforma laboral recién aprobada tras el consenso entre el Gobierno central, la patronal y los sindicatos, para asegurar que lo pactado «salva lo importante» desde el punto de vista de la empresa, al tiempo que no mostró preocupación sobre la prevalencia de los convenios estatales sobre los autonómicos al entender que es algo ya salvaguardado en la actualidad.
Junto a eso, y en un momento en el que los precios están desatados (la inflación acabará el año en el entorno del 5,5%) y amenazan con perpetuarse mediante su traslación a los salarios, el empresario abogó por «un diálogo social constructivo y responsable».
Una negociación bilateral, dijo, «que logre acuerdos y consensos de calado que permitan en la medida de lo posible evitar la erosión de los salarios sin comprometer la actividad de la empresa». «Será necesario tener en cuenta la situación concreta de cada compañía y adaptar los acuerdos a cada situación», añadió Zubiaurre.
«La clave está en entender la empresa como un proyecto compartido» declaró, al tiempo que afirmó que la propuesta de Adegi de repartir en dos años el alza del IPC contribuiría a «mantener la viabilidad de las empresas». «Si no salvamos eso, nos va a ir muy mal, zanjó.
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