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El Consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha reclamado este lunes al Gobierno de Pedro Sánchez pisar de una vez por todas el acelerador ... de los Fondos Europeos, así como agilizar lo que se conoce como Pertes regionales, en los que la participación de las comunidades autónomas es, dijo, «esencial». Azpiazu, que ha comparecido en el Parlamento Vasco, recordó que este 2023 es un «año clave» para los fondos Next, ya que supone atravesar el ecuador del programa de recuperación europeo (en diciembre buena parte del dinero ha de estar comprometido) mientras que de los 70.000 millones de euros a fondo perdido recibidos por España hasta la fecha «más de la mitad están pendientes de recibirse y del resto, buena parte está pendiente de aterrizar en el tejido productivo».
Así las cosas, el consejero ha asegurado que es necesario «poner toda la carne en el asador» y aprovechar «todos los recursos humanos y administrativos disponibles» puesto que, ha asegurado, «sería un error imperdonable que los fondos se queden sin ejecutar». Por el momento, ha explicado, Euskadi ha recibido un total de 1.657 millones de euros, de los cuales, 1.048 (el 63,2%) los gestiona el Gobierno Vasco y los 609 restantes (el 36,8%) son gestionados directamente por el Estado, con 203 millones dedicados a 194 municipios vascos, siendo las capitales las que acumulan un 50% de los fondos asignados. Donostia-San Sebastián, el 23% del total; Bilbao, el 16%; y Vitoria Gasteiz, el 11%. Por territorios, 85 municipios de Bizkaia reciben el 40% del total de los fondos; 73 de Gipuzkoa, el 44 %; y 36 de Araba, el 16%.
De los 1.048 millones de gestión propia vasca, ha adelantado el consejero, 911 millones han sido ya ingresados en la tesorería del Gobierno Vasco. De esa cantidad se ha movilizado el 78%, a través de convocatorias, contratos o transferencias a otras instituciones.
El consejero ha apuntado que el gabinete de Iñigo Urkullu ya ha iniciado los trámites para la aprobación del Presupuesto de 2024 y que «todo parece indicar» que la laxitud sobre el Pacto de Estabilidad (los límites de deuda y déficit que impone Bruselas, y que se dulcificaron por el Covid) está próxima a acabar. «En este escenario, los fondos son una buena palanca para reforzar la inversión y seguir con el esfuerzo que se se está haciendo para acompañar al tejido social y económico en momentos de fuerte incertidumbre».
Azpiazu ha subrayado que activar los Pertes regionales, que Euskadi lleva reclamando tres años, además de respetar la esencia del Estado de las Autonomías, es una cuestión de puro pragmatismo. «La capacidad de nuestra administración y del resto de las comunidades autónomas se sumaría a la de los propios Ministerios para agilizar y flexibilizar los procesos administrativos de subvención y licitación pública que son necesarios para librar los fondos«, ha recordado.
Al tiempo, y para apuntalar su discurso, el consejero ha puesto en valor «la experiencia vasca de una política industrial continuada y cercana al tejido productivo y científico y tecnológico vasco, que permite conocer de primera mano los proyectos con mayor calado estratégico, capacidad de arrastre y potencial transformador de nuestra economía, así como su situación, necesidades y aspiraciones».
En este sentido, ha asegurado que el Ejecutivo de Vitoria recibe «reiterados mensajes» de las empresas y los agentes sociales «que nos reclaman agilizar la burocracia de los procesos administrativos». «Debemos repensar las cláusulas de los procedimientos de subvención para evitar requisitos superfluos, flexibilizar al máximo los plazos y minimizar al máximo los trámites», ha afirmado. «Se trata de aprovechar al máximo la oportunidad de transformación económica, social y ambiental que brinda la iniciativa Next Generation, con responsabilidad, pero con pragmatismo», ha sentenciado.
Al referirse a los 203 millones de gestión estatal, Azpiazu se ha referido a los doce Perte ya aprobados. Y ha asegurado que «resultaría fundamental para la economía vasca que los más de 33.000 millones asignados a estass figuras se movilicen lo antes posible». Por ahora, los agentes vascos han tomado parte en los Perte aeroespacial, agroalimentario; de digitalización del ciclo del agua, de energías renovables, hidrógeno renovable y almacenamiento, el de nueva economía de la Lengua, el de salud de vanguardia y el del vehículo eléctrico y conectado.
Azpiazu ha puesto especial atención a la Adenda que el Gobierno de Pedro Sánchez ha presentado a Bruselas, y que incluye 10.300 millones de transferencias adicionales y 84.000 millones en préstamos. Desde la perspectiva vasca, ha dicho, esos nuevos fondos «son una vía particularmente interesante para facilitar la articulación de los Perte vascos».
La propuesta vasca para esa Adenda, ha dicho, ha pivotado en poner el entramado financiero, liderado por el Instituto Vasco de Finanzas (IVF) y la capacidad institucional «como ejes principales de la distribución de los préstamos al tejido productivo vasco y especialmente a las pymes».
El llamado Fondo de Resiliencia Autonómica, en el que Euskadi tiene grandes esperanzas puestas, estará dotado con 20.000 millones y se gestionará directamente por las comunidades autónomas para financiar inversiones sostenibles, con la participación del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Además, tal y como solicitó Euskadi, ha recalcado el consejero, «el fondo servirá para financiar proyectos empresariales y para poner en marcha proyectos públicos y público-privados». También a petición vasca, ha concluido, se han ampliado las temáticas de inversión incluyendo la gestión del agua y los residuos, la transición energética y la I+D+i.
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