Adegi prevé «cierta conflictividad» por el impacto del IPC en los salarios
La Cámara de Comercio de Gipuzkoa reconoce que cuando el acero, los plásticos o la celulosa empiezan a encarecerse «hay poco que hacer»
Aunque la niebla se disipe y los costes de las materias primas, los chips o los fletes se atemperen (nunca antes de bien entrado 2022 ... y, por supuesto, hasta quedar por encima de los niveles prepandemia), la espiral inflacionista que se está generando tendrá otra derivada, la salarial. Y es que las remuneraciones están habitualmente ligadas al índice de precios al consumo, que este año se va a disparar. Según las estimaciones de Adegi, el IPC en España podría acabar el próximo mes de diciembre en el 3,4%, con una ratio media en el año del 2,5%.
El director de Innovación y Competitividad de la patronal guipuzcoana, Patxi Sasigain, subraya que la subida de precios –que en general atribuye a la ley de la oferta y la demanda, aunque reconoce su «sorpresa» en el caso de los semiconductores– se prolongará hasta el año que viene. Y pone la lupa en el capítulo de las remuneraciones en fábricas, talleres y oficinas.
«No me preocupa demasiado la inflación en lo que respecta a a las empresas, puesto que la subyacente (la que excluye la energía y los productos más volátiles) no llega al 1%, pero sí creo que puede haber un problema salarial», dice. «Hay fuerzas que van a intentar que los salarios se instalen en esos niveles y no podemos olvidar que venimos de un 2020 terrible en el que nadie ha renunciado a un pedido por mantener el empleo. Preveo cierta conflictividad, y espero que todo el mundo sea razonable; más cuando los márgenes están comprimidos», dice.
La presión sobre las rentabilidades llega justo cuando la recuperación trata de afianzarse
El director general de la Cámara de Comercio de Gipuzkoa, Javier Zubia, insiste en «la inquietud por los márgenes» y en la afección que pueda tener en ese capítulo la derivada del IPC, y reconoce que «cuando el acero, la celulosa o los plásticos suben no hay mucho que hacer».
Zubia llama la atención sobre el hecho de que la industria guipuzcoana y vasca «han tenido históricamente una estructura de costes competitiva respecto a compañías similares de Alemania o Francia». Sin embargo, alerta, «estamos viendo que Chinos, turcos, indios o portugueses empiezan a ser competidores de Euskadi y se llevan pedidos que antes eran nuestros».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión