Abaltzisketa es con 42.000 euros de media el municipio con la mayor renta de Gipuzkoa
Superó en casi 17.000 euros al promedio conjunto del territorio en 2017, que se situó en 25.327 euros
MIKEL MADINABEITIA
Lunes, 1 de julio 2019, 07:25
Está en la comarca de Tolosaldea. En las faldas del Txindoki. Tiene poco más de 300 habitantes y se eleva 370 metros sobre el nivel del mar. Es Abaltzisketa. El municipio con la mayor renta media de Gipuzkoa –hay 88 entidades locales en el territorio–, tal y como se desprende de los últimos datos sobre declaraciones de IRPF publicadas por el departamento de Hacienda y Finanzas de la Diputación foral. Según esa toma, con datos de 2017, la renta media de Abaltzisketa asciende hasta los 42.117 euros, una cifra que supera en casi 17.000 a la media conjunta del territorio, que se situó en los 25.327 euros, 1.011 por encima del año anterior.
Abaltzisketa cuenta con 400 habitantes menos que a mediados del siglo XIX. Podría considerarse uno de los municipios guipuzcoanos afectados por el éxodo hacia núcleos mayores e industrializados como Beasain o Tolosa, localidades situadas a 14 y 15 kilómetros, respectivamente. Esa singularidad y la presencia de un número limitado de contribuyentes provoca, como aclara el propio fisco foral en su informe, que cualquier «observación excepcional» haga que la renta media crezca considerablemente. Por esa razón resulta tan amplia la distancia entre la base liquidable media de Abaltzisketa (42.117 euros) y las siguientes, que son Donostia (30.152), Arama (30.041), Gabiria (29.930) e Idiazabal (28.782). El ranking lo cierran por la parte baja Errenteria, Pasaia y Errezil con 19.509, 19.129 y 19.074 euros, respectivamente.
Y por dicha causa también figura Abaltzisketa en la primera posición en la lista en cuanto a porcentaje de dispersión, lo que se traduce en que es la localidad guipuzcoana en la que 'conviven' contribuyentes con un nivel de base liquidable muy alto con otros con un nivel muy bajo. Un municipio de contrastes, podríamos definir. Ese índice de dispersión se sitúa en Abaltzisketa en el 98,23%, mientras que Eskoriatza registra el menor (43,17%) y Gipuzkoa en conjunto apunta una media del 56,48%.
Pero al margen de las curiosidades que refleja este resumen del fisco foral, una de las principales conclusiones generales que se pueden advertir es que la recuperación económica se sigue sintiendo en una mejora de la renta media de los guipuzcoanos. Desde el peor año de la crisis (2013) hasta 2016, la base liquidable entre los contribuyentes del territorio se ha incrementado en casi 3.000 euros, al pasar de los 22.397 euros de 2013, a los 25.327 de 2017. Cabe recordar que entre 2008 y 2013 la renta media por persona cayó en 250 euros en el territorio.
Donostia, Arama, Gabiria e Idiazabal completan los puestos de honor de los 'ricos'
Solo en el último ejercicio cerrado (2017) la base liquidable entre los 378.468 declarantes guipuzcoanos repuntó un 4,9% (450 euros) y por primera vez en la serie histórica, los vecinos de Gipuzkoa disponían de unos recursos medios por encima de los 25.000 euros. En la clasificación comarcal de esa base liquidable destaca sobremanera Donostia, con 30.152 euros por declaración -es destacable también el mayor crecimiento de las rentas medias de los municipios turístico residenciales-. En el extremo opuesto, con una base de 20.017 euros, se sitúa la comarca de Oarsoaldea, consecuencia directa de que tres de los cuatro municipios que la componen (Pasaia, Errenteria y Lezo) se encuentran entre los seis que menor base liquidable media muestran.
Más ingresos
Ese aumento ejercicio tras ejercicio en las rentas de los recursos disponibles por los guipuzcoanos también se ve reflejado en unos mayores ingresos para la Hacienda foral por IRPF. A medida que las bases liquidables aumentan, los tipos aplicables a las mismas también se elevan de forma que la minuta fiscal a la que se enfrentan año tras año los contribuyentes no para de crecer durante la recuperación económica.
Así lo refleja el tipo efectivo que calcula el departamento dirigido por Jabier Larrañaga que se les aplicó de media a los contribuyentes guipuzcoanos en el IRPF de 2017. Según el informe de Hacienda, de cada 100 euros declarados como base liquidable por los guipuzcoanos, el fisco ingresó 18,2. Una cuantía nunca antes registrada y que creció en cuatro décimas en el último ejercicio. En su cota más baja, en 2009 tras el primer impacto de la crisis y antes de la reforma del IRPF, la tasa efectiva se situaba en el 15,2%. Por comarcas, Donostia sigue siendo la única del territorio que supera –por segundo año consecutivo –el tipo efectivo del 20% para sus contribuyentes. El resto de zonas se sitúa por debajo de la media guipuzcoana, con Oarsoaldea en último lugar, con una tasa media del 15,2%.
La Hacienda foral también desvela en este estudio el destino que los guipuzcoanos dieron al 0,7% de su cuota íntegra en las declaraciones de la Renta de la Campaña 2016. El 51,2%, esto es cinco de cada diez contribuyentes, destinaron esa tasa de su cuota solo a fines sociales, lo que supone una reducción de más de 8 puntos respecto al año anterior. El 11,5% decidió que el destino de esos fondos debía ser la Iglesia Católica –2 puntos menos–. Otro 8,7% decidió aportar a ambas posibilidades su 0,7% –sin apenas variación–, y el 28,6% restante no tachó ninguna de las casillas –un incremento de más de 10 puntos–.
Errenteria, Pasaia y Errezil tienen las bases liquidables más modestas del territorio
En cuanto a las fuentes de renta, la mayor proporción de declaraciones de trabajo se concentra en las comarcas de Debagoiena, Debabarrena, Goierri, Donostialdea y Oarsoaldea. Por su parte, las declaraciones de actividades, inversamente relacionadas con las de trabajo, presentan una mayor proporción en Bidasoa Behea, Urola Kosta y Donostia. En concreto, esta mayor proporción aparece ligada a municipios rurales. Finalmente, las declaraciones de capital sobresalen en Donostia, Bidasoa Behea, Urola Kosta y Tolosaldea.
Brecha entre géneros
Por último, el departamento de Hacienda facilita los últimos datos correspondientes a la brecha entre las bases liquidables masculina y femenina en Gipuzkoa. Es decir, si equiparamos la base liquidable media por habitante de los hombres con el 100%, qué porcentaje quedaría para alcanzar a éste por parte de la base liquidable femenina por habitante. De esa manera, la media del territorio se queda en un 42,5%, bajando 0,2 puntos respecto al ejercicio anterior. En los últimos ocho años se ha mantenido entre el 42% y el 43,4%.
Como cabe suponer, cuanto más pequeña sea la citada brecha, mayor igualdad habrá entre sexos. Así, entre los municipios con menor ratio destaca el caso de Beizama con una brecha del 12,1%, y entre los de mayor, Abaltzisketa con el 85,8%. En ambos casos, se trata de municipios muy pequeños, así que para poder sacar conclusiones habría que comprobar la trayectoria de la variable en un periodo más prolongado, ya que cualquier incidencia puntual registrada en el año puede traer grandes altibajos. Por otro lado, a nivel comarcal y dejando a un lado a Donostia (36,4%), destaca el dato de Debagoiena (39,7%), ya que los mayores municipios del mismo se encuentran dentro del grupo de los de menor brecha, lo que viene a ser reflejo de la incorporación al mercado laboral de las mujeres en esta comarca, muy industrializada.
Jon Zubizarreta: «No me sorprende ser los primeros, pero sí la diferencia»
Jon Zubizarreta, alcalde de Abaltzisketa, de 42 años, contesta con un acusado tono de sorpresa desde el otro lado del teléfono. Ya en 2010 el municipio de Tolosaldea también copó el primer puesto del ranking, pero en esta ocasión lo que le llama poderosamente la atención son dos detalles. Por un lado, «la diferencia» entre el primer y el segundo municipio más ricos, que asciende a 12.000 euros. Y por otro lado, el propio salto que ha dado la localidad, cuya renta media ha pegado un 'subidón' de 20.000 euros de un año para otro. Preguntado por los motivos que justifiquen este vuelco en la estadística, el regidor aporta algunos detalles.
Por ejemplo, en Abaltzisketa sólo hay nueve desempleados, un 3,5%, lo que corresponde al pleno empleo. Hay 77 personas que tienen entre 16 y 39 años, 140 vecinos de entre 40 y 65 años y 52 mayores de 65 años: «Tenemos una escuela a la que se han matriculado este año 35 niños de hasta 12 años». Zubizarreta subraya que Abaltzisketa dispone de una ubicación privilegiada: «Estamos muy cerca del Goierri y Tolosa y, de hecho, muchos trabajan en esas zonas industriales en empresas potentes como CAF, Ampo, Irizar... Además, muchos se dedican a actividades complementarias del sector primario, como la ganadería, o tienen explotaciones forestales».
Un hecho diferencial de Abaltzisketa estriba en Logikaline, referente en Euskadi en servicios de 'call center' y que ofrece desde plataformas multilingües de atención al cliente hasta telemarketing y televentas o concertación de citas, que cuenta con 300 trabajadores –200 de ellos en la localidad–: «Son dos emprendedores que abrieron el negocio hace años por necesidad –Iñaki Gorostidi y Luis Mari Murua– y que han revolucionado el sector».
Abaltzisketa, que cuenta con dos restaurantes, una sidrería, un bar y dos apartamentos turísticos, recibe a muchos amantes de la naturaleza que acuden a su entorno para ascender el Txindoki o relajarse al aire libre. Pero, según manifiesta su alcalde, el hecho diferencial clave estriba en la actitud: «No nos conformamos y siempre destacamos por tener iniciativa e ideas propias. Por ejemplo, cuando la gente cumple 16 años sabe que para pagarse sus estudios tiene que empezar a trabajar en Logikaline o en hostelería. Y hay un fuerte espíritu emprendedor». Zubizarreta desvela que Abaltzisketa cuenta con 400.000 euros de presupuesto para el año que viene que destinarán, entre otras actividades, a «construir viviendas, renovar la sidrería Ñañarri o mantener la escuela».
En tono irónico, y preguntado por qué el pueblo carece históricamente de deportistas de élite –Amezketa tiene a Jon Altuna y Arama a Iker Irribarria como ejemplos más cercanos–, el primer edil de la corporación contesta tirando de humor: «Porque aquí nos dedicamos a trabajar, no a entrenar».