España, aprobado en economía digital

La economía digital es, seguramente, uno de los términos más utilizados en los últimos años y del que, sin embargo, no son muchos los que entienden su verdadero significado, así como lo que puede suponer su aprovechamiento para la recuperación del Producto Interior Bruto (PIB). Y es que más allá del concepto algo etéreo de una "nueva" actividad económica que superaría, -o, más bien, completaría- a la tradicional expandiéndose por Internet, estamos ante un negocio con cifras concretas y que el año pasado rompió la tendencia negativa en la que cayó al comienzo de la crisis.

De 2008 a 2013, el negocio generado en España por las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) cayó un 18%. Precisamente 2014 (según los últimos datos oficiales) fue el primer año de su recuperación, con un incremento del 2,1% hasta facturar 85.829 millones de euros aunque, por ramas de actividad, el crecimiento del 6,3% en la venta de productos 'hardware' o del 19,1% en contenidos digitales contrasta con la caída del 10,3% en comunicaciones móviles o de casi el 7% en las conexiones fijas. En cualquier caso, el mercado nacional todavía continúa en recesión aunque las expectativas son halagüeñas: la patronal del sector, Ametic, prevé que en 2015 la facturación repunte otro 3,5% hasta alcanzar los 88.800 millones.

Para Ametic, las últimas cifras (aparte de las de 2014 ya se dispone de algún avance de 2015) "son buenas". El problema, subrayan, es que el descenso seguido por las TIC en el pasado reciente en España ha ido en consonancia con la propia atonía del mercado europeo, frente a crecimientos importantes en otras regiones: un 4,7% en Norteamérica, otro 6,7% en Latinoamérica y un 6,3% en la zona de Asia-Pacífico.

Y todo mientras en la UE el llamado mercado digital único continúa casi a paso de tortuga, según los más críticos, pese a que las grandes multinacionales no dudan en prever ya cuáles serán sus bondades. En septiembre, por ejemplo, el consejero delegado del grupo Telefónica, José María Álvarez-Pallete, ya señalaba que ese tipo de cambios podrían generar un crecimiento de 340.000 millones de euros en la UE y una contribución al PIB europeo del 4% en el horizonte de 2020.

Pero todavía no está claro cuándo entrará en vigor tal mercado, aunque la inversión per cápita en EE UU en infraestructuras de telecomunicaciones ya es un 40% superior que en Europa. Más aún, solo el 17% de las empresas de la UE se ha transformado digitalmente de manera intensiva, mientras que otro 41% "ni tan siquiera ha iniciado el camino", señalan en Ametic. Mientras tanto, la Comisión Europea insiste en que sí está entre sus prioridades para los próximos años.

"No podemos esperar"

De momento, en 2016 se prevé la implementación de 16 acciones claves divididas en tres pilares: la mejora del acceso de los consumidores y las empresas a los bienes y servicios digitales en toda Europa (por ejemplo, con nuevas normas para facilitar el comercio transfronterizo y las revisión de los derechos de autor), garantizar la igualdad de condiciones para que las redes digitales y los servicios innovadores puedan prosperar (reforzando la ciberseguridad y el tratamiento de los datos personales, entre otras actuaciones) y maximizar el potencial de crecimiento de la economía digital (proponiendo, sobre todo, una "iniciativa europea de libre flujo de datos").

A las empresas, sin embargo, no les convencen las buenas palabras y reclaman hechos concretos más pronto que tarde. "Tenemos que presionar activamente para lograr que cumplan con su obligación y terminen un diseño adecuado a la mayor brevedad", advierten desde Ametic en un claro mensaje a la Comisión en particular y a todos los Estados miembros de la UE en general. Sin embargo, en la patronal tecnológica asumen que "no podemos esperar a que las Administraciones lo hagan por nosotros porque no van al ritmo adecuado".

"Se sigue sin entender -lamentan- que la innovación que propicia la revolución digital es una cuestión de Estado y que las inversiones han de multiplicarse con carácter inmediato". "La realidad -insisten- es que ningún gobierno ha sido aún lo suficientemente atrevido como para hacer de la economía digital una apuesta para nuestro país". Aparentemente ajeno a estas críticas, el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, inauguraba este miércoles en Madrid la séptima edición del Foro Internacional de Contenidos Digitales (Ficod) y afirmaba que la tan repetida digitalización es "una pieza clave para el desarrollo de todos los sectores económicos".

Más aún, para el presidente del Gobierno la industria digital "está en la base de nuestra economía", una consideración que contrasta claramente con el hecho de que para buscar a España en el índice NRI (que mide el potencial para la conectividad de un país frente al resto del mundo) del Foro Económico Mundial haya que descender hasta el puesto 34 sobre un total de 143 Estados. "No podemos conformarnos con un puesto tan discreto en la economía digital", sentencian desde la patronal del sector.