«Tximela ha sido el puntista más espectacular»
Juan Ignazio Zulaika, expuntista y autor de 'Jai Alai. Historias y semblanzas de pelotaris'
La cesta punta y la escritura son las dos pasiones de Juan Ignazio Zulaika (Andoain, 69 años). Marida ambas en el libro 'Jai Alai. Historias ... y semblanzas de pelotaris'. El viernes voló a Estados Unidos para visitar a su hijo Jon, que juega en el frontón de Miami.
– Puntista antes que articulista.
– Debuté a los 14 años en Zaragoza. Con 15 fui a Milán. Después pasé año y medio en Barcelona. A los 17 recalé en Estados Unidos, donde jugué ocho temporadas en Florida y seis en Bridgeport. Llegó la huelga de los puntistas y regresé a Euskal Herria. Era zaguero. Empecé a escribir artículos...
«Llegaron a encarcelar a Martin Odriozola en Cuba y varios puntistas secuestraron al cónsul español en Shanghái»
– Y ahora este libro.
– Hacía colaboraciones con medios escritos y creé mi propio blog. También tengo un podcast semanal dedicado a la cesta punta, 'Txik-txak'. Lo combino con otro en euskera, 'Txula'. Me planteé recopilar los artículos del blog en un libro, vi la posibilidad de una autopublicación y tiré adelante.
– ¿Por qué semblanzas?
– En su día había un cronista de pelota llamado Juan Irigoyen. Era natural de Bergara y escribía en el diario deportivo 'Excelsior'. En 1926 publicó la obra 'Semblanzas de pelotaris', dedicado a manistas. Me inspiro en ese formato.
– Recoge la historia de...
– Son 45 semblanzas, entre ellos tres dedicados a mujeres. He querido hacer un guiño y un homenaje a ellas, importantes en la vida de unos profesionales nómadas. Han educado a sus hijos, se han tenido que amoldar a distintas culturas... Son Chiki Salsamendi, hija de José Luis Salsamendi y nacida en la calle Aldamar de Donostia; María Luisa Garate, hija de Markina; y Elena Lekuona, esposa de José Ignacio Elola.
– Había frontones de cesta en todo el mundo.
– En Shangai, en La Habana, en Manila, en la ciudad egipcia de Alejandría, en distintos puntos de Estados Unidos, en México...
– ¿Quiénes fueron los pioneros?
– Txikito de Eibar fue a jugar al frontón de Buenos Aires en 1884 junto a otros dos puntistas, uno de ellos Vega. Rompió moldes porque entonces nadie quería ir allí. Era a finales del siglo XIX y cuentan que ganó verdaderos dinerales en Argentina. Jugó 16 partidos a 6.000 pesetas cada uno más primas por resultados. Además le pagaban la estancia. Por comparar. Serafín Baroja, ingeniero de minas, padre de Pío Baroja e inventor del término Jai Alai, ganaba 4,000 pesetas al año.
– Habrá historias de todo tipo.
– El pelotari no es solo alguien que se desenvuelve sobre la cancha. Martin Odriozola, por ejemplo, vivió verdaderas peripecias en La Habana. Regentaba un hotel cuando se produjo la revolución de Fidel Castro y El Che. Llegaron a encarcelarle. También Angelito Ugarte tiene historias curiosas. En Shanghái, varios puntistas intervinieron en el secuestro del cónsul español.
– ¿El puntista más espectacular que ha conocido?
– Si me obligan a elegir uno, me quedo con Tximela.
– ¿Y el más completo?
– Patxi Txurruka entre los zagueros y Ondarrés entre los delanteros. No es fácil la comparación entre generaciones. A la hora de estas valoraciones tengo en cuenta que en los tiempos de la huelga éramos 600 puntistas profesionales. Ahora apenas juegan varias decenas.
– La cesta punta se ha puesto de moda, sobre todo en Gernika.
– La apuesta ha desaparecido. El enfoque actual es distinto. Si comparamos el estado actual de la cesta con el de hace cinco años, es como para echar cohetes. Hay un calendario que abarca todo el año, se ha creado una liga... Creo que se están haciendo bien las cosas. Y tampoco olvido experiencias interesantes como la del frontón corto de Miami, donde han optado por un enfoque con equipos y una liga. Es un frontón corto de 38 metros, solo dos más largo que el Atano III.
– Nuevos tiempos.
– Sí. La cesta punta se homologará con otros deportes. Hoy en día los puntistas compaginan su deporte con otro trabajo. También soy partidario de un modelo open, más abierto y no tan jerarquizado.
– Por cierto, dónde se puede adquirir su libro.
– Está disponible a través de Amazon. También se puede adquirir en la sociedad Behar Zana de Villabona, en el quiosco de Miren Beristain en Mutriku, en la cafetería Atxarte de Gernika y en la librería Kareaga de Markina.
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