Aimar Olaizola II disfruta su última txapela
Rentabiliza el dominio ejercido por Zabaleta para lograr el Masters frente a Elezkano II y Mariezkurrena en el frontón Ogueta
JUAN PABLO MARTÍN
vitoria.
Lunes, 20 de septiembre 2021, 02:00
La celebración fue plena en su último campeonato de envergadura. Aimar Olaizola disfrutó de su última txapela. En un frontón Ogueta de Vitoria con ... un ambiente de gala a pesar de las limitaciones. La cuenta atrás para su despedida ha comenzado y se notó en la sesión fotográfica que tuvo que realizar al final del choque porque muchos aficionados quieren una instantánea de recuerdo. El de Goizueta sigue tan resolutivo como antaño. Es cierto que a sus espaldas tuvo al mejor zaguero de las últimas temporadas, que volvió a imponer su martillo. Zabaleta mantuvo su idilio con la cancha alavesa y, en el momento que se asentó, marcó la diferencia en el partido. De esta forma ayudó a que su compañero tuviera su cota de protagonismo y pelota para que sus remates fueran determinantes.
OLAIZOLA II -ZABALETA
22
-
10
ELEZKANO- MARIEZKURRENA
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Tiempo de juego: 46:57.
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Pelotazos a buena: 387.
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Tantos de saque: Olaizola, 2. Elezkano, 1.
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Faltas de saque: Olaizola, 0. Elezkano, 0.
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Tantos en juego: Olaizola, 8. Zabaleta, 5. Elezkano, 3. Mariezkurrena, 0.
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Tantos perdidos: Olaizola, 2. Zabaleta, 3. Elezkano, 3. Mariezkurrena, 4.
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Marcador: 5-0, 5-3, 6-3, 6-6, 13-6, 13-7, 15-7, 15-9, 17-9, 17-10 y 22-10.
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Momios de salida: Cien a cincuenta a favor de Olaizola II y Zabaleta. Treinta a cien por abajo.
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Incidencias: El Ogueta de Vitoria registró la mejor asistencia del verano, con 955 espectadores. Quedaron en taquilla una veintena de entradas.
Era la combinación que más exigencia había marcado hasta el momento, y Elezkano II y Mariezkurrena II lo vivieron otra vez en sus carnes. Los colorados tenían más alicientes y experiencia para que su tarde fuera redonda y no fallaron. El vizcaíno y el de Berriozar lo intentaron, pero solo aguantaron en la primera parte del choque.
Porque el partido se les puso cuesta arriba desde los primeros instantes. Los navarros comenzaron con la maquinaria mejor engrasada y se fueron en el luminoso con un peligroso 5-0 con el que generaron dudas al guardaespaldas rival y tuvieron desactivado al de Zaratamo. No era el guion que se habían marcado los azules, pero lograron capear el temporal. Mariezkurrena II mantuvo la cabeza fría y consiguió tutear a Zabaleta por momentos, y su delantero pudo entrar más en juego. Como consecuencia de ello lograron equilibrar el marcador y darle cierta emoción al choque.
Pero no lograron mantener sus prestaciones ni ponerse por delante en el luminoso para tratar de generar alguna duda en sus oponentes. No pudieron porque Zabaleta dijo aquí estoy yo a partir de ese momento y despejó cualquier atisbo de duda. El de Etxarren ajustó su punto de mira y adiestró su derecha para empezar a imponer su ley con más claridad.
Olaizola II se percató enseguida de que su zaguero había tomado la medida a la contienda y le dejó hacer, porque además de soltarse dirigió bien la pelota y buscó la zurda del de Berriozar.
Pero el de Goizueta también puso de su parte. Estuvo muy acertado con un saque cercano a la línea de pasa y bien arrimado que generó muchos problemas en el resto. De esta forma comenzó el despegue de los ganadores. Una tacada de siete tantos, en la que hubo que incluir un rebote de Zabaleta, sirvió para que se crecieran definitivamente. Sus rivales esta vez no pudieron parar lo que se les vino encima.
Sensaciones opuestas
El material perdió algo de brillo, igual que ellos. A Mariezkurrena II se le comenzó a acumular el trabajo y ya no fue tan resolutivo. Elezkano II trató de ayudarle con el resto, pero también dejó algunas pelotas servidas que su rival en los cuadros alegres no dejó pasar.
El hueco en el luminoso se hizo grande. Muy grande. Para el segundo descanso obligatorio, la diferencia ya se había ido hasta los ocho tantos (18-10), y las sensaciones que transmitieron una y otra pareja fueron completamente opuestas. Los colorados estaban en su salsa. Zabaleta soltándole a la pelota desde el cuadro cuatro en numerosas ocasiones y Olaizola II, atento para ver cuándo le llegaba la pelota buena para acabar. Al vizcaíno y al joven zaguero les tocó aplicarse en defensa porque les costó un mundo pasar al ataque.
Con semejante ventaja y la motivación que llevaban encima visto el juego que estaban desplegando, la última parte del encuentro fue un monólogo de la pareja formada por el de Goizueta y el de Etxarren. Su inercia fue imparable. Y como no podía ser de otra forma, Olaizola II puso el broche al encuentro con un gancho marca de la casa. En 2002 se caló su primera txapela en el mismo recinto tras imponerse a Barriola en la final del Cuatro y Medio. Ayer consiguió la última y cerró el circulo.
«Terminar un campeonato así es muy bonito»,afirma el de Goizueta
Después de pasar por el podio y recoger su txapela y el trofeo, Olaizola II dedicó varios minutos a atender las solicitudes fotográficas de los espectadores que accedieron a la cancha. «Era la última final de un campeonato y hay que cumplir con los aficionados. Estoy encantado», destacó. El delantero de Goizueta calificó su encuentro como «perfecto». Zabaleta marcó diferencias como en los últimos partidos, «y yo también he acertado con el saque largo. Ha sido un partido completo». También disfrutó por el ambiente que registraron las gradas. «Desde hace mucho tiempo que no jugábamos con el frontón así y terminar de esta forma ha sido muy bonito».
Comenzaron fuertes, pero la reacción de sus rivales llegó enseguida. «A este nivel y vista la pareja que teníamos enfrente pensaba que todo el partido iría así. Hemos conseguido una victoria amplia, pero hemos tenido que trabajar», manifestó.
Zabaleta se mostró satisfecho con el partido que firmó. «Estoy feliz de volver a ganar un torneo porque cuesta mucho. Al principio nos costó porque a Mariezkurrena se le veía fresco y a mí me ha costado cogerle la medida al frontón, pero en la segunda parte hemos acertado mucho», apuntó. Era la última txapela de su compañero y al de Etxarren le hizo «ilusión ganarla con uno de los más grandes».
Danel Elezkano se marchó «apenado» para casa, pero reconoció que sus rivales habían sido superiores. «Ellos han jugado su partido, nos han dominado, han sido superiores y han ganado con merecimiento», admitió.
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