Laso da el OK a la semifinal tras llegar al Bizkaia vía Hondarribia
Sorprende al declarar que realizó la prueba con Aimar Olaizola en la ciudad guipuzcoana antes de viajar a Bilbao a la elección
Nuestra capacidad de asombro ya no tiene límites. Si la distancia más corta entre Pamplona y Bilbao es de 154 kilómetros, Unai Laso recorrió 219, 65 más, para acudir a la elección de material de la semifinal del Manomanista de Primera que le medirá a Jokin Altuna el sábado por la tarde en el Bizkaia. Y no para ahorrarse los peajes. La razón es tan sencilla como rocambolesca. Hizo escala en Hondarribia, donde le convocó Aimar Olaizola, responsable deportivo de Baiko, para llevar a cabo la prueba de su brazo derecho. Por fortuna, está bien y el de Bizkarreta ha dado el OK para jugar.
Añadan otros 98 kilómetros de vuelta en automóvil de la capital vizcaína a Iruña y la distancia que Laso se metió entre pecho y espalda asciende a 317. Esperemos que conducir no sea perjudicial para ese brazo que tantos cuidados había requerido los últimos días. Según manifestaron desde la empresa, el médico de Baiko no estuvo presente en el frontón Jostaldi para seguir sobre el terreno las evoluciones del pelotari durante la prueba, lo cual invita a pensar que reinaba el optimismo sobre la respuesta del lesionado.
Faltaban solo un par de minutos para las doce del mediodía, hora fijada para la elección, cuando Unai Laso apareció sobre la cancha del Bizkaia. Le esperaban el seleccionador, Martin Alustiza, y su rival, Jokin Altuna.
Si bien las comunicaciones de la empresa bilbaína y la lógica de estos casos invitaban a creer que Laso efectuaría la prueba en el propio frontón de la semifinal, el Bizkaia, no ocurrió así. Lo cuenta el propio pelotari: «Había quedado en casa de Aimar a las nueve de la mañana y hemos ido al frontón de Hondarribia. Tampoco he pasado mucho tiempo, unos 40 minutos. Me he encontrado bien. He pegado unos ganchos y he hecho unos saques. Ha sido una sesión técnica. Le he soltado a la pelota y no he notado nada. El brazo no me da calambres y estoy listo para jugar. Sin excusas para el sábado».
«Creo que estoy al cien por cien», añadió. Preguntado por si había completado algún entrenamiento previo al de este martes desde que el miércoles de la semana pasada renunciara al partido contra Rezusta, Laso contestó «no, no. Me sometí a una ecografía y empecé con la rehabilitación. Estuve con los fisioterapeutas en Vitoria».
Hombro, bíceps, tendinitis...
La nota inicial de la LEP.M habló del hombro. La de Baiko 24 horas después indicaba que Unai Laso sufría «una lesión musculotendinosa de grado I en el bíceps braquial del brazo derecho». Lo habitual cuando se habla de grados en una lesión que afecta a un músculo es una rotura de fibras. Sin embargo, no es el caso según las palabras del pelotari: «No ha habido rotura. Ha sido como una tendinitis, un poco más aguda. Al golpear la pelota notaba una vibración y se me cargaba el hombro. Al final, lo que tenía más dolorido era el bíceps. Me daba calambres».
Asegura Laso que no teme resentirse de la lesión en el brazo. «No pienso en eso». Considera el de Bizkarreta que la aparición de estas molestias en el brazo puede deberse al trote de los últimos meses. «Desde que volví a profesionales no he parado en ningún momento. Es normal tener alguna lesión. Mucho mejor esto que algo más grave, pero con los físios que tenemos y con los medios de los que disponemos es más fácil estar en plena forma».
El de Bizkarreta no se atreve a poner fecha a la aparición de las primeras molestias. «Pienso que no viene del partido de la liguilla contra Jaka, sino que las arrastraba de otros partidos. Ya había hecho gestos de tocarme el brazo. Soy un pelotari que le doy con todo y es entendible que el brazo se vaya cargando». No pierde Laso el sentido del humor: «Acabo los partidos hecho un trapo. No sé si llegaré a los 50 años en plenas condiciones».
El delantero de Bizkarreta deja un recado para el material
Unai Laso mostró cierta disconformidad con el material encontrado en el cestaño. De sus palabras se desprende, además, que el malestar viene de atrás. «Lo de siempre. Parecen buenas, al principio andan bien, pero mediado el partido hemos usado todas y se paran. Dan tiempo al pelotari. No sirve de excusa, pero es una realidad». El propio Erik Jaka se expresó en términos similares al final del partido que ganó 22-21 a Artola el pasado domingo en el propio Bizkaia.
El seleccionador de material, Martin Alustiza, y los dos intendentes, José Ángel Balanza 'Gorostiza' (Baiko) y Jon Apezetxea (Aspe), prepararon el lote de diez pelotas hace tres semanas, antes de conocerse quiénes y en qué frontón iban a jugar las semifinales.