Ekhi Irribarria: «Iker completó su camino y me deja que yo haga el mío»

– Han pasado diez años de la final de Iker. ¿Acudió a verla?

– La vi al lado de un primo mío de Ordizia y la recuerdo bien. Iker formó pareja con Irusta frente a Eneko Labaka y Aizpitarte. Hizo un buen partido y ganó.

– Algo más.

– Creo que aquellas finales fueron por la tarde. Frontón lleno, gran ambiente...

– Ha reservado 115 entradas. No le va a faltar apoyo en la grada.

– Me he encargado de las de mis amigos y compañeros de clase. Somos muchos en la cuadrilla, de Arama y de Ordizia. El resto, incluidas las de la familia, las gestiona mi padre.

– En Nochebuena...

– Salimos a primera hora de la mañana a cantar por los caseríos y los barrios de Arama. Paramos en dieciocho puntos. Hago mis pinitos con la trikitixa –bromea–.

– Además de jugar a pelota, sigue adelante con los estudios.

– Estoy en Segundo de Ingeniería Mecánica, en Goierri Eskola.

– Llega por primera vez a la final de este torneo.

– El año pasado jugué con Cuairan, ahora rival en la final. Ganamos el primer partido en Getaria a Apaolaza-Apeztegia. En segunda ronda superamos a Senar-Gabirondo en Aizarnazabal un día que lo dimos todo. Y en cuartos caímos en Azkoitia ante Murua-Azpiroz. Lo hizo bien Cuairan, pero bajé yo. Ander Murua atravesaba un gran momento.

– Esta vez vienen de eliminar a Lizeaga-Oliden y Rekalde-Loza. ¿Cómo está de juego?

– Me he encontrado bien después del Mundial sub-22 disputado a finales de agosto. He tenido bastantes partidos y he llegado algo saturado a final de año. Quizá sea por la suma de partidos importantes y con tensión. Me he tomado esta última semana como descanso para recuperar frescura. He recibido masajes en la espalda y estoy listo para dar lo mejor de mí este sábado.

– En 2024 ha sido campeón de Gipuzkoa con Beñat Garmendia en representación del Lapke de Lazkao. ¿Cómo ha ido el año?

– Ha sido positivo. Venía de un 2023 en el que no estuve bien y caí eliminado en siete u ocho semifinales. En el GRABNI alcancé la final, pero andaba muy justo de manos y así se no se puede ganar a un pelotari como Alduntzin. El Mundial me dio fuerza y confianza.

– ¿Le gusta el mano a mano en toda la cancha?

– Sí. Es un compendio de confianza, dureza, cualidades y sensaciones. Me gusta. Hoy en día destacan Altuna III, Laso... pelotaris que dominan todas las modalidades. En cambio, hay pocos especialistas como tal.

– Juega la final con Bernaola, vizcaíno de Mañaria.

– Habíamos sido siempre contrarios hasta que jugamos juntos por primera vez en Areta poco antes de empezar este torneo. Fue casualidad porque me llamaron para sustituir a Rekalde. Nos fue bien y cogimos carrerilla.

– Los rivales son Apezetxea y Cuairan.

– De las parejas más duras ahora mismo. Vi su semifinal de Tolosa en directo. Apezetxea está fuerte y con confianza. Cuairan jugó aquel día el partido soñado.

– ¿Claves?

– Evitar que Apezetxea entre en juego, despejar la pelota para que no nos ahogue. Y mover atrás a Cuairan con pelota que ande por abajo.

– ¿Ha recibido llamadas de Baiko o Aspe?

– No tengo precontrato ni he hablado con ningún directivo de las empresas. Jokin Etxaniz, director técnico de Aspe, llama de vez cuando al club para que vaya a completar algún entrenamiento. Cuando voy, trato de no molestar.

– ¿Qué consejos le da Iker, su hermano?

– Iker completó su camino y me deja que yo haga el mío. No me mete ninguna presión. Si le pido algo, me ayuda.