Jokin Etxaniz: «La primera vez que vi a Irribarria fue en Logroño y jugaba de zaguero»
Director técnico de Aspe ·
Afirma que «la volea le viene de serie» al de Arama e «insistíamos más con el gancho porque le costaba»Jokin Etxaniz (Bergara, 49 años) dirige los entrenamientos y la preparación de frontón de los integrantes de Aspe, incluido un Iker Irribarria al que conoce ... desde hace casi una década. Sigue de cerca sus pasos y su evolución.
- ¿Desde cuándo ejerce de director técnico de Aspe?
- No recuerdo la fecha exacta. Quizá 2003... Pero no estoy seguro. Soy un desastre para las fechas. Ni siquiera me acuerdo del día en el que jugué mi último partido... Mi labor en la empresa era preparar a los jóvenes de la empresa: Baleztena, Berraondo... Aquel año Asegarce nos ganó todo o casi todo y Patxi Mutiloa me ofreció hacerme cargo de toda la plantilla. Mi primera recomendación fue que Goñi III y Lasa III dejaran de lado el Campeonato del Cuatro y Medio para centrarse en el de Parejas.
- ¿Dónde y cuándo vio jugar por primera vez a Irribarria?
- En Logroño, con ocasión de las finales del torneo de Titín. Pudo ser en 2008 o 2009... Aquel día jugó de zaguero. De hecho, disputó varios torneos como zaguero de Altuna. El siguiente recuerdo que tengo es una final cadete del torneo del cuatro y medio de Elgeta en la que siendo todavía infantil se enfrentó a Elezkano II. Sería en 2010.
- ¿Qué le pareció?
- Movía fácil la pelota y poseía una buena derecha para tratarse de un zurdo. Es lo que más me llamó la atención de su juego.
- ¿Había oído hablar antes de él?
- No mucho. Me recomendaban a tres chavales llamados Irribarria, Altuna y Tolosa. Poco más sabía de él.
- ¿Cómo contactaron con el pelotari y su entorno?
- Inaxio Errandonea habló con Xalton Zabala, que dirigía a esos tres pelotaris y a Jaka en el club Zazpi Iturri. También Ugalde se entrenaba con ellos. Más adelante, Iker firmó un precontrato con Aspe.
- ¿Compitieron con Asegarce por su fichaje?
- En aquella época, no. Eran muy jóvenes y nuestra empresa decidió dar ese paso con vistas al futuro.
- ¿La primera vez que le entrenó?
- Si no recuerdo mal, en el frontón de Elgeta durante la semana previa a la final del torneo del cuatro y medio que disputó contra Jokin Altuna en 2012. Estuve con ambos. Iker tenía 15 años. Luego comenzamos con ensayos sueltos. Iba a Beasain con Irribarria y a Tolosa con Altuna. Eran sesiones individuales.
- ¿Cuándo le vio mano a mano en toda la cancha?
- En unas finales del Torneo Joxan Tolosa de Amezketa, es posible que en una categoría superior a la que le correspondía por edad. Jugaba habitualmente contra chavales mayores que él.
- ¿Algún entrenamiento o una anécdota?
- La volea le viene de serie. La domina. Le costaba más el gancho e insistíamos sobre todo con esa jugada. Se desenvolvía bien con la derecha. Tanto que en una de esas reuniones de un día que organizamos con los chavales en el Astelena de Eibar durante la Semana Santa... puso un derechazo en el rebote. Un zurdo... Sería todavía cadete o juvenil.
«Cuando ganó la txapela Irribarria sorprendía por su tranquilidad; después iba presionado al frontón»
«En una de las reuniones con chavales de Semana Santa en el Astelena, puso un derechazo en el rebote»
«Víctor le ganó la final del Manomanista Promoción y volvió a superarle en el partido de revancha»
- ¿Cómo fue la incorporación de Irribarria a la plantilla de Aspe?
- Después de ganar el Torneo Bankoa-DV de 2014 con Irusta de compañero. Jokin Altuna había dado el salto unos meses antes. Una operación en la mano izquierda en verano de 2013 tuvo parado a Iker varios meses y es posible que ello retrasara un poco su progresión. Lo pasó mal. Una intervención en la mano genera dudas sobre cómo te va a quedar. Como se ve, la recuperó de maravilla. Superado ese contratiempo, fue hacia arriba. Le vimos preparado y subió a profesional en marzo de 2015.
- A los pocos meses disputó la final del Manomanista Promoción contra Víctor. Perdió.
- Iker completó un buen campeonato. Víctor jugó muy bien la final y se llevó la txapela. Disputaron una revancha y el riojano le ganó de nuevo.
- Y al año siguiente, 2016, en Primera.
- Venía de perder la final de Segunda y disputó una previa de Aspe contra Merino II. Así debutó. Logró el billete para la fase final y su primer rival, en el Astelena, fue Arretxe II, que le puso en dificultades. A partir de ese día nos sorprendió a todos. Alguien dirá que ya lo sabía. No seré yo. Piensas que el primer año va a ser de rodaje y nos encontramos con que dio un nivel excelente. Ofreció verdaderas exhibiciones. Fue claramente a más partido a partido. Estaba en su punto, iba a por la pelota con una confianza plena... Se presentaba a los partidos del Manomanista como si fuera a eliminatorias del Bergara Hiria, tranquilo.
- ¿El mejor partido que le ha visto en el Manomanista?
- Se habla del que le ganó a Olaizola II en el Labrit, pero me quedo con la semifinal de ese mismo año, 2016, contra Bengoetxea VI en el Astelena. Oinatz le creó problemas, pero los solventó de maravilla. Y era ya una semifinal, comenzaba a sentir mayor compromiso... Creo que tuvo más mérito esa actuación.
- ¿Y después?
- Al año siguiente fue subcampeón tras perder la final contra Oinatz Bengoetxea. Volvió a hacerlo muy bien a pesar de que venía de terminar el Parejas con la mano tocada. Lo acusó. En 2018 cayó ante Ezkurdia en su debut. Hay elementos a tener en cuenta en el análisis. Todos son contrarios de nivel. Irribarria es un pelotari que va a más con los partidos. Ha vuelto a quedar claro este año. Víctor le apretó en octavos. Mejoró mucho contra Altuna y también frente a Elezkano II. Y además su grado de responsabilidad aumentó tras la txapela. Si el año que fue campeón sorprendía por su tranquilidad, después iba al frontón presionado.
- ¿Le cuestan tanto los inicios?
- Se nota incluso en los entrenamientos. El primer partido es traicionero para todos, pero Iker quizá lo acusa más que otros. Coge ritmo a base de sesiones y de partidos. El año pasado, además, los resultados no le acompañaban y le notaba esa presión cuando entrenábamos.
- Gestionar el éxito tan joven, con 19 años, no debe ser fácil.
- Ganó la txapela del Manomanista con exhibiciones. Jugar a parejas es otra historia. No es el primer pelotari ni el último al que le cuestan más los partidos de parejas que el mano a mano. O al revés. Ser pelotari requiere un proceso. Altuna lo ha hecho rápido. Pero hay más ejemplos de lo contrario. Aimar Olaizola requirió un tiempo. Urrutikoetxea y Ezkurdia han explotado con más años.
- ¿Cambió de preparador físico?
- Trabajaba bien con Justo Lillo y sigue acudiendo a sus entrenamientos. De todas maneras, le ha venido bien empezar con Julen Errandonea, un preparador de Bera que le lleva de forma más personal. Lo importante es que se siente a gusto así y eso ayuda también desde el punto de vista mental.
- ¿Ha dispuesto de material menos fuerte las dos ediciones anteriores del Manomanista?
- Ni me acuerdo del tipo de pelota con el que se jugaba en 2016. Lo digo de verdad. Es posible que los dos últimos años bajara algo el material. Sin embargo, tampoco ayuda escudarse en eso. Observo en Iker una progresión. Sus entrenamientos de ahora no son los mismos que los de hace unos años. Y eso es lo que importa. Le veo de otra manera sobre la cancha.
- Los movimientos laterales le cuestan todavía.
- Trabaja para mejorar y deberá incidir en ello para la final. Urrutikoetxea no le va a jugar recto. Intentará moverle. Tiene que estar preparado para ello. De todas maneras, la mejor manera de evitarlo es tener al contrario en el cuadro seis o siete. Si Urrutikoetxea juega desde más adelante, Iker sufrirá.
- Sacó bien contra Elezkano II.
- Muy bien. Metió la pelota en la pared izquierda. Fue una de las claves.
- ¿Prefiere una final dura o que sea rápida?
- A Irribarria le conviene dominar. Se gasta más el que está dominado.
- Se comenta que el Bizkaia es ideal para Urrutikoetxea. ¿Y para Irribarria?
- No le va mal. Es más lento que el Astelena para el sotamano. A su vez, da tiempo para colocarse. Iker ha jugado bien en Bilbao.
- ¿Ha echado de menos la figura del botillero en el Manomanista?
- Mejor con botillero. Y no tiene por qué ser un técnico de la empresa. Hay pelotaris a los que les viene bien alguien para dar consejos. Y creo que eso beneficia al espectáculo.
- Y si se aplazara una semana la final...
- Prefiero que se juegue el 2 de junio y creo que los dos finalistas también. De todas maneras, el reglamento contempla una semana de aplazamiento en caso de lesión. El propio Urrutikoetxea verá cómo está su mano. Puede pasarnos a cualquiera. Hoy por ti y mañana por mí.
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