Defensores del Manomanista

«Debería jugarse el Manomanista. Las ferias de Bilbao y de Donostia, por ejemplo, ofrecían la oportunidad de incluir algunas eliminatorias pero, por lo que leo, no van por ahí los tiros de las empresas. Yo terminaría el Campeonato de Parejas, y a continuación trataría de resolver el Manomanista y el Campeonato del Cuatro y Medio. No renunciaría a ninguno de los dos. Ahora bien, habría que organizarlos con menos pelotaris. Montaría un Manomanista más corto y haría lo mismo con el Cuatro y Medio. Deberán ser dos campeonatos rápidos. Es un año especial para la pelota. En consecuencia, los campeonatos no van a ser normales y tampoco las finales. Hay que partir de esa base. Y habrá que estar pendientes de la evolución de la enfermedad. Porque costará llevar espectadores al frontón, que la gente adquiera confianza suficiente para hacerlo. De todas maneras, hay que empezar. Pienso que las empresas se defenderán en esta nueva situación. Ya le daremos la vuelta, aunque no sea de un día para otro».

«Cuando estás dentro de una empresa lo ves de otra manera, pero con el Manomanista me puede la nostalgia. Me daría pena que no se jugara. Dando un poco de tiempo a los participantes, lo encajaría dentro del verano. Terminaría el Parejas, hablaría con los pelotaris porque el mano a mano es una disciplina compleja, estoy seguro de que serían receptivos, y tiraría hacia delante a partir de agosto. En mis tiempos habríamos sido más reacios, pero los de ahora darían el visto bueno. Además, después de permanecer parada tanto tiempo, la pelota necesita arrancar con lo mejor para concitar el máximo interés posible».

«El Manomanista es muy importante para la pelota. Me encanta esa modalidad. He visto partidos de esta competición en julio, agosto, octubre e incluso en noviembre. Por tanto, las empresas están a tiempo. Si estuviera en mis manos, completaría el Parejas y a continuación, por qué no, programaría el mano a mano en toda la cancha. Tiene que haber un campeón. Además, hay pelotaris capaces de ofrecer un gran espectáculo. Privarnos de ellos sería un lujo. Prefiero que se disputen tanto el Manomanista como el Campeonato del Cuatro y Medio. Pero si hubiera que sacrificar uno de los dos, descartaría la jaula. Me quedo con el mano a mano en toda la cancha. Observo a la gente con hambre de pelota. Ahora bien, un Barça-Madrid amistoso no vale nada. Lo que engancha al público es la competición auténtica. Además, la pelota a mano tiene la velocidad apropiada para la televisión. Estoy con muchas ganas de volver a ver partidos en directo».

«Es una decisión complicada ante la que tengo sentimientos encontrados. A todos nos gustaría que se jugara el Manomanista, pero en la situación actual le costaría calar entre la gente. Para hacerlo a medio gas y con poca gente en el frontón, no sé si merece la pena. Al mismo tiempo me cuesta aceptar un año sin campeón manomanista. Quizá pudiera ser un revulsivo para un verano que no va a ser como los anteriores. Jugar así el Manomanista tiene pros y contras».

«Siempre he considerado al Manomanista como el torneo más importante del calendario y me parece fundamental que este año también haya un campeón, sea el propio Irribarria, alguien que ya ganó la txapela con anterioridad, o uno nuevo. Lo veo necesario. Habrá que jugarlo cuando se pueda. Primero terminaría el Campeonato de Parejas y a continuación las empresas deberían elegir las mejores fechas para el mano a mano. Pienso que el verano ofrecía una buena oportunidad. La pelota gusta mucho y el Manomanista, muchísimo. La gente tiene ganas de regresar a la normalidad y este deporte forma parte de ella. Prefiero mantener las tres competiciones oficiales, pero si tuviera que prescindir de una, en mi opinión prevalecería el Manomanista sobre el Cuatro y Medio. Para mí sigue siendo la competición más grande de la pelota».

«Soy partidario de mantener el Manomanista, sin ninguna duda. En épocas anteriores hubo campeones que conservaban la txapela sin ponerla en juego durante periodos más largos de tiempo, pero yo he conocido un ganador cada año. Quizá deban pensar en un sistema con menos de dieciséis pelotaris, pero sería bonito tener un campeón en 2020. Incluso podrían plantearlo con ocho participantes y a base de eliminatorias. Habría cruces muy interesantes. Tal y como han enfocado las empresas la vuelta a las canchas, deberá ser después del verano. Creo que es posible mantenerlo sin perjudicar al Cuatro y Medio. Es cuestión de adecuar los campeonatos a las fechas disponibles».