Y hasta Ander Imaz pegó un rebote...

Altuna III y Ander Imaz lograron este sábado en el Labrit de Pamplona, que reabría sus puertas tras la pandemia, el primer punto del Masters Caixabank al derrotar a Elezkano II y Aretxabaleta. Esta victoria, además, les permite liderar momentáneamente la clasificación a expensas de lo que sucediera anoche en Zaldibar y en la jornada de hoy. La pareja guipuzcoana se estrenaba en el torneo tras el fiasco del Astelena y se apuntó un triunfo convincente. No se puede decir lo mismo de los vizcaínos, que sumaron su segunda derrota consecutiva.

Altuna III y Ander Imaz saltaron a la cancha muy tranquilos, como si llevasen media vida jugando juntos. Y no dieron síntomas en todo el partido de haber estado inactivos durante más de tres meses. Al contrario. Dieron una imagen de solidez en su debut vestidos de blanco.

Los guipuzcoanos comenzaron mandando, pero el amezketarra hizo sonar la chismosa en dos ocasiones y metió en el partido a sus rivales. Hubo cierta igualdad hasta el abrazo en el cartón tres. A partir de ahí, Altuna y Ander Imaz pusieron la directa para establecer una diferencia sustancial en el luminoso gracias a una tacada de siete tantos consecutivos (3-10). A Aretxabaleta le costaba un mundo darle altura a la pelota y Altuna encontró ocasiones francas para entrar al remate con eficacia.

Pero fue precisamente el zaguero markinarra quien rompió la inercia al llegar a una dejada de Altuna III y mandar la pelota lejos del alcance de Ander Imaz. La pareja vizcaína se fue derecha al cestaño y puso en juego una más tosca con la que Elezkano II pudo entrar en juego. Ya todo no era un camino de rosas para Altuna y Ander Imaz. Cambiaban las tornas. Cinco tantos seguidos de los colorados devolvieron de nuevo la emoción a unas gradas desangeladas a pesar de los esfuerzos de Baiko de facilitar el acceso al Labrit a las peñas pamplonesas y a los clubes navarros de pelota. Esos fueron sus mejores momentos (8-10) .

Acto seguido, Elezkano II comenzó su guerra particular con la chapa. Su gancho se encontró con el metal. Mala suerte. Altuna y Ander Imaz hicieron lo mismo que sus rivales. Se encaminaron a la posición del juez y cogieron de nuevo su pelota, la misma que les había dado tan buen resultado al principio. Tímidamente fueron abriendo hueco (9-13 y 10-16). De nuevo el delantero de Zaratamo se encontró con su enemigo. Su pelotazo volvió a hacer sonar la chismosa (11-17).

Y para más inri, Ander Imaz cobró un rebote soberbio con la derecha. Era el décimo pelotazo de ese tanto y el zaguero oiar-tzuarra, que solo perdió una pelota en todo el partido, se quedó más que agusto (11-18). Elezkano siguió con su particular batalla. Nueva chapa (11-19) y adiós a las opciones de remontada. Ander Imaz, que reconoció en vestuarios que el partido fue duro pese a lo abultado del marcador, se fue haciendo cada vez más grande y acabó imponiendo su ley. Altuna, fresco de piernas y brazos, se llenó en algunos tantos duros, pero acabó con unas cifras que no admiten discusión. Trece tantos de cosecha propia y un saque. Magia en estado puro. No se le puede pedir más para el primer día...