Un tanto que vale la tarde entera

Vaya por delante el reconocimiento a los cuatro pelotaris, protagonistas de un esfuerzo titánico en el Gurea de Azkoitia durante hora y cuarto de emociones y de sudores al borde de la deshidratación. El termómetro marcaba 41 grados en el exterior y el Ayuntamiento, ante los partes meteorológicos, había tomado la víspera el acuerdo, y destinado la partida necesaria, para que el bar dispensara agua gratis a los espectadores. Detalle.

El entendido público de Azkoitia, amén de agradecer el líquido y los ventiladores para combatir el calor, puso en valor el despliegue físico de los pelotaris. Lo recompensó con la ovación final mientras los manistas se dirigían al vestuario empapados en busca de un merecido descanso antes de la ducha.

El arte descansa con temperaturas tan altas, aunque Zabala dejó en el 8-11 una dejada de sotamano de zurda al ancho digna de un virtuoso. Pegada la pelota a la pared izquierda, era tan difícil que sobrevoló la duda de si lo quiso hacer justo así.

Con la emoción en su punto máximo y los cuatro manistas embarcados en un toma y daca, llegó el momento cumbre del estelar, el tanto que vale una tarde. Los pelotaris, tumbados en el suelo y el público, en pie. Todos hablaban del 20-18 a la salida del frontón. Alguno imitaba incluso la volea con la que Zabala puso fin a un intercambio de 62 pelotazos con brillo defensivo más que ofensivo. La acción definitiva se resistió hasta la aparición del riojano para poner fin a una lucha feroz antes de caer al suelo derrumbado.

Derrotados en el Atano III y en Bera, Altuna III e Imaz regresan al camino de la victoria en el Masters CaixaBank tras romper la imbatibilidad de los líderes, un Zabala sustituido con éxito por Peio Etxeberria en las dos primeras jornadas, y Mariezkurrena II. Acabaron 22-19 un duelo con alternativas en el marcador y bastantes errores. El resultado deja un triple empate en cabeza ente estas dos duplas y Ezkurdia-Iztueta.

Dominó Jon Mariezkurrena, pero sin la autoridad habitual. Se presentaba en el Gurea con el aval de cinco victorias seguidas desde que suspendiera por mal de manos la noche de San Inazio en Azpeitia. Esta vez le faltó gozar de derecha. No llegó tan lejos como en ocasiones precedentes en un frontón Gurea de frontis agradecido. Además, perdió seis tantos, incluido el del intento de dejada al ancho del 15-15.

Comenzó Zabala con una falta de saque en el intento de dos paredes al revés que le caracteriza. Apenas regaló durante un rato largo hasta que se trabucó en el gancho a placer del 11-13.

Flaqueaban las fuerzas y el de Logroño lo acusó más que Jokin Altuna, quien supo moverse mejor en esas circunstancias, ya sin chispa en ninguno de los ocho brazos. Sin estar fino del todo, pica aquí y pica allí. Imaz, al que no le sobra chispa, tampoco ahorró un solo gramo de fuerza.