La alargada sombra del gin-tonic

Hace tres años Unai Laso se lesionó en el Beti Alai de Ordizia tras sufrir un resbalón causado por un gin-tonic. Ayer, en los primeros tantos, el intendente Jon Apezetxea llamó a uno de los jueces para que avisase a un espectador de la zona del rebote para que retirase el vaso que tenía posado sobre la cancha, no fuera a repetirse algo similar. Sin embargo, en el 5-3 Altuna fue a buscar un gancho de Artola a la contracancha y tras conseguir devolver la pelota y frenar sobre un espectador, resbaló con la bebida derramada del vaso que este tenía junto a él sobre la cancha, aunque sin llegar a caer ni lastimarse. Eso sí, el enfado del amezketarra fue mayúsculo porque ya se sabe que los gin-tonics, sobre todo en Ordizia, los carga el diablo.

No estaba Altuna para tonterías después de haber pasado la noche del lunes al martes entre la habitación y el baño a causa de una gastroenteritis vírica de la que ayer, aparentemente, no quedaba ni rastro porque lo cierto es que el amezketarra deleitó al medio millar de aficionados que acudieron al frontón. Rápido de piernas, sin rastro de la enfermedad, marcó el ritmo del partido rematando con una velocidad y un acierto que minimizaron a Artola e Iztueta. De alguna forma, recordó al Altuna que el pasado 29 de agosto decidió por la vía rápida la final del Donostia Hiria que protagonizaron estas mismas parejas en el Atano III (22-6).

De nada sirvió que Iztueta estuviera de notable. El tolosarra le pegó mucho a la pelota pero sobre todo defendió una barbaridad –meritorias dos pelotas que devolvió de botivolea desde el rebote con las sillas de los espectadores pegadas a sus piernas–. Ni él ni un Artola menos brillante y con problemas para terminar el tanto consiguieron evitar que Altuna entrara en juego e hiciera lo que quisiera. Y, por si fuera poco, estuvo muy bien acompañado por un Rezusta que, sin alardes porque la sobriedad es innata a él, mantuvo un duelo a estacazo limpio con Iztueta.

Comenzaron mandando los azules (1-2), pero un remate de Artola a la chapa y un pelotazo arriba de Iztueta le dieron por primera y última vez el mando en el marcador a la pareja de Aspe (3-2). Dos dejadas de Altuna antes del resbalón con el gin-tonic ampliaron la renta (5-2) y aunque Artola superó a Rezuzta con un pelotazo atrás, el amezketarra comenzó a dar forma a su exhibición con sendas dos paredes a las que Artola no pudo dar respuesta por la cercanía del público (7-3). Un gancho y una dejada al ancho tras una pausa ampliaron el repertorio de remates de Altuna y el marcador (9-3).

Iztueta, que contó con fieles seguidores en la grada, se anotó el primero de sus dos tantos con un estacazo que Rezusta no pudo devolver (9-4). La respuesta la volvió a dar Altuna con otra dos paredes, una cortada y un gancho que provocaron un nuevo descanso solicitado por los azules, que se fueron al vestuario (12-4).

A la vuelta, nada cambió porque los colorados se anotaron tres tantos más de forma consecutiva que dejaban el estelar más que encarrilado (15-4).

Ni la tímida reacción de los azules con tres tantos consecutivos (15-7) hizo soñar con la remontada. El campeón seguía con chispa y el riesgo que asumió al final Artola no siempre dio frutos como en el último tanto en el que su remate se fue a la chapa.

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