La Getaria-Zarautz se transforma para sobrevivir
El Zarautz Balea Igeriketa, organizador de la mítica travesía, ofrece dos pruebas alternativas ante la imposibilidad de realizar los recorridos habituales
Este año tampoco podrá celebrarse el 50 aniversario de la Getaria-Zarautz. La pandemia obligó a cancelar la prueba el verano pasado y los protocolos impiden hacerla este verano tal y como la conocemos. A cambio el club organizador de la prueba ofrece dos competiciones con un recorrido distinto en las que da prioridad a las personas que ya estaban inscritas en las pruebas a celebrar en 2020.
El sabado 24 de julio se celebrará la prueba larga. Será un Zarautz-Mollarri-Zarautz con salida y llegada en la playa, en la que los nadadores tendrán que nadar en paralelo a la costa una distancia de 5.000 metros. La salida tendrá lugar a las 9 de la mañana y contará con una participación límite de 500 personas. (Ver recorrido en la imagen de abajo).
El domingo 25 de julio, también a las nueve de la mañaña se celebrará la Zarautz – Ubiri – Zarautz. Tanto la salida como la meta estará ubicadas en la playa de Zarautz, y los participantes deberán ir hasta Ubiri (zona comprendida entre el segundo y el tercer túnel de la carretera Zarautz-Getaria) y volver nadando, hasta completar los 3.000 metros de distancia. El límite de participación es de 2.500 personas aunque ya están cubiertas con los inscritos en 2020. Desde la organización señalan que aunque haya bajas no se abrirán las inscripciones. Esta prueba tendrá salida escalonada en grupos reducidos debido a las exigencias de los protocolos. Desde la organización lamentan comunicar que lo que no se podrá organizar será la travesía infantil.
Pablo Cazalis, miembro de Zarautz Balea Igeriketa y organizador de las pruebas, reconoce que le hubiese gustado poder realizar este año la 50 edición de la Getaria-Zarautz «pero la situación pandémica y los protocolos sanitarios que hay que seguir lo hacen imposible». «Hemos ofrecido una prueba alternativa porque es necesario para la supervivencia del club. Si el club desaparece, desaparece también la Getaria-Zarautz». Para Cazalis lo más importante ante esta situación era «ofrecer algo al nadador. Esta no es la Getaria-Zarautz, esta es otra prueba necesaria para poder realizar la Getaria-Zarautz». Considera que «es mejor hacer una prueba distinta que no hacer nada y necesitábamos además así cerrar un ciclo. El año que viene esperemos que haya vuelto la normalidad y que desde el mes de enero estemos en condiciones de empezar a organizar de nuevo, desde cero, esa 50 edición de la Getaria-Zarautz que tantas ganas tenemos de ofrecer».
