«Queremos que el club se convierta en un referente en el desarrollo de personas»
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Borja Abad lidera, junto a Mikel Jauregi, el área de bienestar, formación y desarrollo del Real Unión. «Queremos inculcar valores como el compromiso y el respeto», apuntaBorja Abad, en colaboración con Mikel Jauregi, director del fútbol base, lidera la creación en el Real Unión de un área de Bienestar, Formación y ... Desarrollo Personal, dirigida no sólo a los jugadores más jóvenes del club irundarra, sino también a padres, familiares y entrenadores. El objetivo no es otro que el club vaya dando paso hacia adelante en estos apartados hasta consolidarlos definitivamente en un futuro cercano. «Los frutos los iremos viendo más adelante», avanza Abad, quien cataloga el proyecto como «ilusionante y, a la vez, necesario».
Irundarra de 44 años, jugó en el Unión como central en el juvenil. Tras colgar las botes, decidió estudiar INEF en Madrid y también obtuvo el título de Magisterio en Educación Infantil. Además, completó sus estudios con un ciclo superior de Integración Social y es también experto en Coaching Educativo para la Excelencia.
La idea surge en el mismo momento en que los nuevos dirigentes, con Igor Emery a la cabeza, se hacen cargo del club txuribeltz y cuya meta es dotar al club de una nueva identidad. Partiendo de que «el trabajo con el fútbol base es uno de los ejes más importantes del proyecto, porque dará en el futuro consistencia y solidez al Real Unión», recalca Emery.
En el Real Unión entienden que no todo son los resultados deportivos. Enfundarse la camiseta del histórico club supone un compromiso y cultivar una serie de valores en un momento en el que se está haciendo un esfuerzo por erradicar los malos comportamientos de los terrenos de juego. La campaña Kirolean Errespetuz impulsada por este periódico con el respaldo principal del departamento de Deportes de la Diputación pretende sensibilizar en la promoción de las buenas prácticas en el deporte y el abandono de los malos comportamientos dentro y fuera de los terenos de juego, y poner en valor proyectos que ya se llevan a cabo en clubes como éste en el Unión.
«Queremos que el paso por el Real Unión aporte aprendizajes que vayan más alla de lo futbolístico, que les sirvan para la vida»
Abad conoce bien al Real Unión ya que en su día también fue jugador. «Hasta ahora, en los clubes deportivos existían las áreas deportiva, médica, metodológica, pero carecían de las de bienestar, formación y desarrollo personal. En el Real Unión hemos querido dar ese salto importante en este apartado. Detrás del mismo, mostrándonos su apoyo, se encuentran entrenadores, jugadores y familias. Es un proyecto de todos. Pero eso no quiere decir que en algún momento necesitaremos la ayuda de entidades externas. Esperamos que, con la ayuda de todos, podamos llevarlo a cabo».Abad incide en que «con este proyecto lo que se intenta es poner el foco en la persona y también en el deportista que hay detrás del futbolista, pero sin olvidar en ningún momento en el club en el que estamos. Es algo que nos va a dar un plus. Nos gustaría que el desarrollo de esas personas, de esos deportistas que sigan o no vinculados al club, esté alineado con los valores del club.
Uno de los objetivos es generar una identidad que sea muy reconocible. Los tres grandes pilares en los que se sustenta este proyecto son el respeto, la familia y el compromiso. El objetivo de este programa es desarrollar, a través del fútbol, competencias que les sirvan para la vida en un futuro cercano. La mayoría de jugadores no llegarán nunca al primer equipo, pero queremos que su paso por el Real Unión les aporte valores que puedan luego ponerlos en práctica en la vida cotidiana».
A su vez, Abad recalca que «queremos que el Real Unión sea una entidad tractora, un referente en educación en valores, que ayude a esos jóvenes a formarse como personas y que empuje a otras entidades de la comarca del Bidasoa. Tenemos que ser capaces de convertirnos en agentes de cambio, agentes que transformen personas y a través de ellas también se transforme la comunidad».
Tres áreas
El proyecto se basa en tres áreas. La primera es el bienestar. Desde esta temporada, a los clubes se les exige la figura del responsable del protector del menor y del adolescente para que los chavales desarrollen su trabajo en un entorno seguro, donde los jugadores puedan compartir experiencias y disfrutar del fútbol, por lo que es necesaria la creación de protocolos internos de prevención. «Cuando hablamos de bienestar, nos referimos a que el club debe ser un espacio seguro para jugadores y familias, para entrenadores y empleados. Eso quiere decir que todos podamos ser nosotros mismos. Eso sí, sin perder de vista que en estas categorías el objetivo último es que los chavales disfruten practicando deporte. De ahí que debamos estar alertas para que no se produzcan incidentes».
La segunda es la formación, que se divide a su vez en dos áreas. La primera se denomina educación para la salud, que incluye cursos de redes sociales, alimentación, higiene postural, descanso, destinada tanto a jugadores, como a familias y entrenadores. Y la segunda es la educación en valores, basada, principalmente, en la inteligencia emocional, la igualdad y la inclusión.
«Los valores que queremos inculcarles a los jugadores son compromiso, respeto y familia»
Y en cuanto al desarrollo personal, la apuesta diferencial es ir más allá del colectivo. En categorías alevín e infantil, tanto en los equipos el Unión como en los del Mariño-Real Unión, van a trabajar objetivos individualizados, bien físicos, sociales o emocionales. «Trataremos de detectar las necesidades en cada caso, marcar objetivos y a final de temporada ver que hemos podido conseguir. Como club tenemos que ser capaces de acompañar no sólo al grupo, sino también a las individualidades. Para eso tenemos que detectar, dentro de las dimensiones de cada persona, cómo podemos acompañarles en ese seguimiento individualizado».
«Habrá jugadores -añade- a los que habrá que apoyar más en las dimensiones físicas, a otros en las emocionales. Debemos intentar detectar esas carencias con antelación y plantear objetivos concretos para que al final de temporada no sólo hayamos conseguido objetivos deportivos, sino que en muchas ocasiones hayamos logrado que los jugadores superen sus propios objetivos personales».
«Que les sirva para la vida»
Abad quiere hacer hincapié en que «a lo largo de la temporada van a generarse experiencias de crecimiento. Para ponerlo en práctica vamos a contar con personas de la comarca del Bidasoa que sean referentes en diversos ámbitos de la vida para que tengan espacios más dinámicos para hablar, conocerse y acercarse a otras realidades que les permitan cambiar las ideas que tenían preconcebidas y que les hagan crecer como personas y como deportistas».
Eso sí, sin perder de vista «dónde estamos, que esto es un club de fútbol, queremos que el paso por el Real Unión aporte aprendizajes que vayan más allá de los futbolístico, que les sirvan para la vida».
«Vamos a contar con personas de la comarca del Bidasoa que sean referentes en diversos ámbitos de la vida»
Abad está «satisfecho» de cómo están yendo las cosas al tiempo que agradece al club la oportunidad de llevar a cabo una propuesta como ésta. «Arrancamos el año pasado con un proceso de revisión interna del club. Buscamos que coincidieran los perfiles de entrenador y jugadores que queríamos tener porque ellos iban a ser el enlace con las familias», puntualiza.
Incide en que «nuestro primer objetivo es construir personas. Sabemos que el 98% no llegarán nunca al primer equipo, pero queremos dejarles un legado. Van a ser personas que van a formar parte de nuestra sociedad. El fútbol es sólo una herramienta para potenciar otros aspectos de las personas. Los tres valores que queremos inculcarles son compromiso, respeto y familia».
Una iniciativa que sigue sumando cada vez más adeptos entre clubes y federaciones guipuzcoanas
Kirolean Errespetuz, la campaña impulsada por El Diario Vasco que tiene como objetivo sensibilizar en la promoción de las buenas prácticas en el deporte y el abandono de los malos comportamientos dentro y fuera de los terenos de juego, va sumando cada vez más adeptos. El proyecto cuenta con el departamento de Cultura, Cooperación, Juventud y Deportes de la Diputación Foral de Gipuzkoa, como colaborador principal, con Goizane Álvarez al frente como cabeza visible. Por el momento se han adherido las federaciones guipuzcoanas de fútbol, baloncesto, balonmano y ciclismo. Asímismo también lo han hecho clubes de fútbol como la Sociedad Deportiva Eibar o el Real Unión, de baloncesto como Gipuzkoa Basket, IDK Euskotren Easo Basket, Askatuak, de balonmano como el Club Deportivo Bidasoa, el Bera Bera o el Zarautz Kirol Elkartea, de hockey hielo como el Txuri Urdin, la Federación Guipuzcoana de Deporte Adaptado y también la Donosti Cup.Los impulsores de esta iniciativa confían en que, en próximas semanas, aumente el número de clubes y federaciones que se sumen a la campaña Kirolean Errespetuz.
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