Olazabal, con +10, dice adiós al Masters de Augusta
El hondarribiarra ha vuelto a entregar una tarjeta de +5
José María Olazabal ha finalizado su segunda ronda en el Masters de Augusta con otra tarjeta de 79 golpes (+5, con dos birdies y siete bogeys) igual que hizo en la primera jornada, por lo que su balance es de +10. El hondarribiarra no pasa el corte y se despedirá del torneo de forma oficial en el momento que todos los jugadores terminen de jugar su segunda vuelta, algo que ocurrirá cuando se reanude el torneo parado ahora por una tormenta.
En declaraciones a Movistar nada más finalizar su vuelta, el doble ganador de la chaqueta verde ha admitido que su juego «no está donde debería en este momento». «El juego está mal, las cosas como son. Los hierros fallo todos a la izquierda, el drive en general los bloqueo a la derecha, la combinación es mortal y encima no estoy fino con el putt. Llevo unas cuantas semanas, sobre todo en los putts de derecha a izquierda, que se me van por abajo. Es una combinación de que el juego no está bien, lo puedo hacer mejor. El resultado ha reflejado el juego que he realizado».
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Olazabal, igual que hiciera a la conclusión de la primera vuelta, ha alabado el juego que está desplegando Jon Rahm, líder con -7 tras la primera jornada, al que ve con capacidad para pelear por la victoria, que podría coincidir con un fecha especial para el hondarribiarra. «El domingo es el cumpleaños de Seve (Ballesteros). Tenemos a Jon arriba y hay veces que no sabes por qué esas cosas ocurren. Sería ideal, si escribieras un guión...».
Poco después de entregar su segunda tarjeta, la organización del torneo se ha visto obligada a detener el juego por una tormenta, a las 21.07 horas. En ese momento Rahm era tercero, con -7, sin birdies ni bogeys, y se disponía a patear para par en el par cuatro del hoyo siete. Estaba a cinco golpes de Brooks Koepka, líder con -12 en la casa club, y a uno de Sam Bennet, segundo con -8 tras cinco birdies y un bogey en el día. El fuerte viento ha provocado la caída de tres árboles de grandes dimensiones situados entre los hoyos 16 y 17. En concreto, se han derrumbado en una zona de sillas donde los espectadores contemplan el desarrollo del juego. Afortunadamente, debido al mal tiempo el público ya se había retirado del lugar, por lo que, a falta de confirmación oficial, no se habrían registrado heridos.
