Miren Lazkano: «Empecé a llorar, a dar la nota. No podía aguantarme»

– Se suele decir que el slalom da para sorpresas, ¿el suyo es un buen ejemplo?

– No puedo negar que es algo inesperado pero... (piensa)... yo pensaba que lo podía hacer, que tenía alguna posibilidad. Era un objetivo, aunque no esperaba que llegara tan pronto.

– No figuraba entre las favoritas, estaba en el puesto 19 del ránking.

– Como estuve un año sin competir por la operación del hombro bajé muchos puestos en el ránking. Pero en 2015 fui sexta en el Mundial, en 2017 gané el Campeonato de Europa sub'23, en 2018 fui sexta en el Europeo y tenía varias finales en la Copa del Mundo. Seguramente no era de las favoritas pero todo el que está en una final tiene opciones.

– Llegó tras una buena semifinal, ¿le dio moral?

– Fue una manga bastante buena, aunque con dos toques. Perdí tiempo en la primera parte y recuperé al final. Entré con el mejor cuarto tiempo. Está bien, pero eso se queda ahí, en la final sales de cero.

– En la final volcó en la puerta tres, ¿cómo fue ese momento?

– Conseguí no volcar del todo, aunque sí que metí la cabeza en el agua. Conseguí salir rápido porque me apoyé con la pala en el fondo. A veces pasa y es muy difícil volcar del todo, solemos salvar. A partir de ahí me dije 'ahora o nunca' y fui a por todas.

– Era un circuito exigente, ¿verdad?

– El canal de Ivrea es difícil de por sí. Es duro, con muchos rulos, tienes que estar superatenta. Y el circuito que pusieron era muy complicado. Era cuestión de tener paciencia y un poco de suerte. Los circuitos difíciles dan más opciones pero también generan más stress.

– Cuando llegó ya sabía que tenía buen crono, el mejor hasta ese momento, pero tenía que esperar a que bajaran las tres últimas. ¿Cómo vivió ese momento?

– Si estás entre los tres mejores tiempos te colocan delante de una cámara y ahí vi las que quedaban. Sabía que el tiempo era bueno pero las que venían lo podían mejorar. No fui muy consciente en ese momento, se pasó volando. Estaba nerviosa, hablando con gente del equipo... Fue un visto y no visto.

– Y enseguida se confirmó su victoria. ¿Cómo reaccionó?

– Soy muy expresiva y empecé a llorar, a dar la nota. No podía aguantarme, fue una liberación. Luego hice la entrevista para la organización y ya empecé a celebrarlo con los del equipo.

– ¿Qué le decían?

– Estaban contentos. Tenemos muy buen ambiente en la selección y si alguien lo hace bien, los demás nos alegramos. Vi que Maialen (Chourraut) y Xabi (Etxaniz) por ejemplo estaban muy contentos.

– Ahora ha tocado el cielo pero le tocó estar en el infierno.

– Sí, cuando me operaron del hombro en junio de 2019. Tenía bastantes antecedentes. Subluxaciones, se me había salido... En las pruebas de selección de 2019 tuve una luxación bastante fuerte y los médicos me dijeron que había que operar. Tuve que estar cinco meses para recuperar, los tres primeros sin ir al agua.

– Obviamente sería duro.

– Sí, fue muy duro porque coincidió con las pruebas de selección para ir a los Juegos Olímpicos de Tokio y ahí perdí todas las opciones. Desde que me operaron ya sabía que no podría ir y tuve que ver todas las pruebas de selección desde fuera. Eso fue muy duro, un añadido a lo que ya implica una lesión.

– En 2020 ya participó en el Europeo y fue séptima. ¿Con ese resultado empezó a celebrar su regreso?

– No tengo buen recuerdo de esa competición. Estaba feliz porque llegar a una final siempre está bien, pero no del todo satisfecha. Por un lado la participación fue reducida por el coronavirus. Y fui séptima porque otras lo hicieron mal, yo no lo hice bien. Así que estaba contenta porque es muy buen puesto pero me hubiese gustado hacer bien mi papel.

– Este año había conseguido buenos resultados en pruebas de Copa de España y de Copa Pirineos. ¿Se sentía bien?

– Desde enero Aritz Fernández volvió a entrenarme y habíamos hecho buen trabajo. Veía buenos resultados pero no me quería confiar. Pero sí que me veía bien preparada.

– Desde que ganó la medalla ha insistido en agradecer a Aritz Fernández.

– Llevo entrenando con él diez años, aunque se tomó un descanso de año y medio y entonces estuve con Ander Díez. Aritz ahora no está en la federación pero sigo entrenando con él. Hacemos muy buen equipo.

– ¿Qué calendario tiene en los próximos meses?

– En junio dos pruebas de la Copa del Mundo, en Praga y Leipzig, pruebas del calendario español y en septiembre el Mundial en Bratislava.