«Aquí se da la mano ganes, pierdas o hagas tablas»
Jaque Mate. ·
Gros Xake Taldea lleva más de 30 años divulgando en Donostia los valores del respeto en el deporte a través del ajedrezEl ajedrez es uno de los juegos más antiguos que han llegado a nuestros días. Su origen todavía resulta todo un misterio, rodeado de férreos ... códigos de respeto y corrección. Es la única modalidad en la que los dos deportistas se pueden poner de acuerdo para empatar.
La concentración y el silencio siguen siendo indispensables para la práctica de esta actividad y por supuesto comparte los valores de deportividad que abandera Kirolean Errespetuz, la iniciativa que promueve EL DIARIO VASCO con la colaboración de la Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de San Sebastián. El Gros Xake Taldea es el club con más solera que difunde el ajedrez en la capital guipuzcoana.
En la actualidad, 900 niños y niñas practican este deporte a través de actividades extraescolares organizadas por la propia entidad donostiarra en diferentes colegios de la ciudad. Además, 120 alumnos acuden directamente a sus instalaciones del Carmelo Balda para aprender a entender el tablero. A lo que hay que sumar la cantidad de jugadores federados y de veteranos que también están afiliados al club. La actividad es constante durante la semana.
«El ajedrez no es un deporte físico al uso ni de contacto y presenta entre sus ventajas que es accesible a todo el mundo», sostiene Iñigo Argandoña, Maestro Internacional, quien también coordina la escuela de Gros Xake Taldea. No importa la edad ni la condición de los jugadores.
Eso sí, también considera que «puede generar mucho desgaste a nivel de alta competición, con partidas que se alargan hasta las cinco o seis horas», aunque destaca que en niños «se trata más de una diversión, un juego». Además, valora que sea un deporte que no tiene una categoría masculina y puedan jugar chicos con chicas sin distinción de género.
Tampoco la edad es un criterio discriminatorio. «No hay problema en que un niño de 12 años juegue contra un señor de 50. Hay respeto y existe una convivencia sana, porque después de la partida se comentan los errores y, normalmente, si el mayor gana le enseña al pequeño en lo que debe mejorar».
Cree que a partir de los 6 o 7 años los niños y niñas se pueden iniciar en este juego. «Cuando saben leer y escribir bien ya pueden empezar a entenderlo, además también entran en juego los cálculos matemáticos».
Argandoña destaca el gran respeto que reina entre los más txikis cuando arrancan sus partidas. «Se dan la mano antes de empezar y al acabar, ganen, pierdan o hagan tablas. Siempre con educación».
El comportamiento suele ser impecable cuando se empiezan a mover las piezas. «El silencio es absoluto. Todos se mantienen sentaditos, concentrados en la partida sin hacer comentarios ni nada».
Reconoce que «después de la pandemia se ha popularizado un poquito más el ajedrez y la gente se está dando cuenta de que es una actividad muy normal». Para Argandoña, se trata de un juego «que te ayuda mucho a la hora de tomar decisiones».
Además, apunta que «hay gente a la que le ha ayudado jugar al ajedrez. Por ejemplo, a alumnos con déficit de atención les ha servido para ayuda a centrarse, a estar más relajados y a enderezar otras disciplinas».
También valora que «puedes emplear el tiempo que quieras, desde diez minutos a la semana, a una hora, dos, tres... lo que necesites. Además, te permite jugar en cualquier momento. Puedes entrenarte individualmente, jugando online. El ajedrez posee numerosas modalidades de juego y muchas maneras de practicarlo, por lo que es muy compatible con el resto de deportes».
Maestro de Zubiemdi
De hecho, observa que «nuestros jugadores más fuertes también son los que han destacado en otras disciplinas deportivas. Eso también va en el carácter. Quien es competitivo, es bueno en cualquier deporte».
Como ejemplo, rescata que Martin Zubimendi, exjugador de la Real y ahora en las filas del Arsenal, se proclamó campeón de Gipuzkoa alevín de ajedrez con 12 años. «Fue alumno mío bastantes años. Era un alumno muy aplicado en el tema de estudios, respetuoso y disciplinado, muy serio con todo. Y el ajedrez se le daba muy bien, así como el fútbol».
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