Lucas Eguibar: «Carrera a carrera, no queda otra»

Llegar hasta aquí no ha sido sencillo. «La pretemporada ha ido bien, pero ha sido atípica por la pandemia. Solemos ir siempre a Suiza, pero en concentraciones de una semana, más o menos. Y esta vez, al principio, me pegué casi dos meses seguidos allí. Se hizo bastante durillo, porque tuve que estar solo en mi habitación, sin poder salir. Nos traían el desayuno y la comida a la habitación y se hace largo».

Como en otras modalidades, la situación sanitaria ha aplazado competiciones. «Lo más raro ha sido que otros años empezábamos en diciembre y esta vez aún no hemos debutado. Estaba bien preparado, pero tuve que hacer un parón por las Navidades. No volví a casa, sino que las pasé en Austria, para evitar riesgos de contagios. La idea era preparar la primera carrera, que iba a ser en enero, pero se suspendió y entonces volví a Donostia. Estuve en el Pirineo, entrenando en casa y luego acabé trabajando unos días en Suiza, en Crans Montana, antes de venir a Italia para el inicio de la Copa del Mundo. Lo bueno es que con los papeles de deportista profesional no te ponen ninguna pega para viajar».

A los 26 años, Eguibar sigue siendo joven pero ya es uno de los veteranos del circuito, por su amplio recorrido. ¿Se nota ese poso? «Está claro que llevo varias temporadas haciendo todo el calendario y eso te da una experiencia. Llevo varias campañas haciendo cuarto en el Mundial y tengo ganas de quitarme esa espina. He demostrado que tengo cualidades, aunque los resultados no han acompañado. Estoy con ganas de hacer las cosas bien».

Ganador de la Copa del Mundo de boardercross la temporada 2014/15 y medallista de plata en los Mundiales de 2017 en Sierra Nevada, tiene claros sus objetivos, que son los máximos: «La Copa del Mundo y el Mundial. Me centro en los dos, porque el Mundial es cada dos años pero el Globo de Cristal también es un objetivo muy importante para mí».

La competición arranca ya, en la estación de Valmalenco. «Tenemos dos carreras el fin de semana, el sábado y el domingo, con lo que es una oportunidad doble para ver cómo estoy. Llego con muchas ganas», asegura el donostiarra desde su hotel en la estación italiana. Está satisfecho con el trabajo de preparación que ha hecho: «No he cambiado demasiadas cosas del entrenamiento. Hemos modificado algunos detalles, pero la base sigue siendo la misma».

Lucas Eguibar admite que no es fácil afrontar una temporada con tantas incertidumbres debido a la pandemia. «Las expectativas no son nada claras, lo que nos obliga a plantearnos la temporada carrera a carrera. No queda otra, porque nadie te asegura que se vayan a hacer más carreras. Algunas ya se han suspendido y otras que confirmaron que se celebraban se acabaron cancelando. Parece que el Mundial está asegurado al cien por cien, y es en un mes. Pero habrá que salir en cada carrera como si nos lo jugásemos todo en ella, como si fuera la última».

Eguibar se acercó ayer a ver la pista, pero aún la estaban construyendo y no estaba acabada del todo. Hoy se hará el test, que corre a cargo de tres competidores -entre los que no está el guipuzcoano-, que son los que darán el visto bueno al recorrido, y a partir de mañana llegan los entrenamientos y el contacto directo con la nieve. En una primera impresión, Eguibar cree que «es una pista bastante buena, aunque habrá que ver cómo es la nieve. Pero es un circuito bastante chulo. Saldré a darlo todo».

Eguibar tiene ambición, porque tiene buenas sensaciones. «Me veo bastante bien. Si no pasa nada raro, como caídas y toques, tengo velocidad y puedo aspirar a estar delante. Tengo confianza en ser uno de los que esté en la lucha por las victorias».

Por el momento, no piensa en los Juegos Olímpicos, que se celebrarán en 2022 en Pekín, y asegura que «no hay temporadas de transición. Este año es importante, quiero estar concentrado y tratar de alcanzar el nivel que conseguí al final de la pasada temporada. Está claro que el año que viene uno de mis grandes objetivos serán los Juegos Olímpicos, pero todos los años son importantes y estoy centrado en lo que viene ahora. En los Juegos aún no pienso».

Eguibar, que fue abanderado en los anteriores, en la cita coreana de PyeongChang 2018, lleva más de un lustro al máximo nivel en una modalidad, el snowboard cross, muy traicionera ya que el contacto es un factor muy importante, que puede echar por tierra todo el trabajo en décimas de segundo. También es un deporte donde el cambio generacional es rápido y no son raras las irrupciones fulgurantes de desconocidos que llegan al máximo nivel mundial de forma inesperada. En el lado contrario de la balanza, la retirada del francés Pierre Vaultier, uno de los grandes, abre más el abanico de posibilidades para una temporada llena de incertidumbres. Y llena de oportunidades para Lucas Eguibar.