Jaka: «Inculco a mis pelotaris el respeto al contrario»

«Empecé con los niños hacia 2018 o 2019, antes de la pandemia», recuerda Jaka. «Era el club de Tolosa el que se encargaba de la pelota en Lizartza porque había desaparecido la escuela local. Nuestro objetivo fue impulsar una entidad local en el pueblo con la ayuda de la de Tolosa, en la que estaban los hermanos Olaetxea, Iraitz y Mikel, ambos de Lizartza. Recuperamos Otsabio, una entidad deportiva que había existido en su día. Bajo su amparo pusimos en marcha una escuela de pelota y seguimos adelante con ella».

El campeón manomanista de 2020 dirige «en este momento un grupo de entre 18 y 20 pelotaris de edades comprendidas entre los 7 y los 14 años. Mi pena es haber perdido este curso a manistas de edad sénior que se han visto obligados a dejarlo por estudios, cuestiones laborales y alguna lesión. Quedaron dos o tres sueltos de esa categoría, ninguno de ellos de Lizartza, y han recalado en Tolosa. Por esa razón, el chaval de mayor edad al que entreno es infantil, por lo que no estamos en condiciones de formar un equipo para participar en el Interpueblos. Hay dos o tres alevines bonitos. El resto son más pequeños».

La incorporación de Jaka fue simple y fácil: «Los Olaetxea me ofrecieron la posibilidad de ser monitor de pelota en Lizar-tza. Me preguntaron si me gustaría. Les dije que sí. Y continúo. Vengo dos días a la semana, martes y jueves. Las sesiones son de un par de horas».

La pelota femenina tiene su espacio. «Nos quedan dos chicas. Irati Zabala anduvo con nosotros, pero estaba sola y encontró un grupo de entrenamiento. Hasta hace un par de años venía una prima mía, Iraia Soroa. Jugaba muy, muy bien, pero también le gustaba el fútbol, vino la Real a por ella y tuvo que elegir».

El delantero de Baiko no está al lado de sus pupilos el fin de semana. «Como son pequeños, apenas disponen de oportunidades para competir fuera de Lizartza. La mayoría de competiciones en las que participan pertenecen al calendario del deporte escolar. Dos chavales han jugado los campeonatos de Gipuzkoa y uno de ellos ha salido campeón mano a mano en Segunda. Yo me dedico a los entrenamientos. Iraitz Olaetxea se encarga del tema organizativo, de programar los partidos».

La mayoría del grupo está formado por niños de Lizartza, aunque «hemos tenido a chavales de Orexa que han dejado de venir esta temporada. De pueblos de alrededor vienen uno de Baliarrain, otro de Tolosa y un tercero de Gaztelu, hijo de Mikel Belloso, en su día manista profesional de Asegarce. Empezó con nosotros hace un par de años».

La conducta está presente en la formación. «Trato de cuidar el comportamiento en la cancha. Sucede que les dices una cosa y luego te ven a ti hacer otra en los partidos. Pero es una cuestión que forma parte del deporte y no la paso por alto. Como Xalton y compañía hicieron con nosotros, intento inculcarles unas directrices y una conducta: la deportividad, el apoyo y la ayuda al compañero, el respeto al contrario... Creo que lo hemos conseguido dentro del grupo de entrenamiento. Contribuye que pasan muchas horas juntos, se conocen y son amigos. También soy consciente de que cada persona expresa a su manera lo que lleva dentro. No hay dos que lo hagan igual».

«No, no me piden cuentas por los gestos que me han visto hacer por la televisión», añade Jaka. «Son pequeños y todavía me ven como una persona adulta. Comentan conmigo cuestiones deportivas, pero no de comportamiento».

La gestión de la victoria y de la derrota también figura en el apartado educativo del deporte. «Ganar o perder no cuenta en la tónica de nuestros entrenamientos. Personalmente apenas doy importancia a sus resultados. Me gusta que disfruten el tiempo que pasan en el frontón y les planteo distintos juegos. Ahora bien, en mi opinión el entrenamiento también debe tener una parte de seriedad aparte de lo lúdico. Discrepo de quienes piensan que el único objetivo es pasarlo bien. No comparto del todo esa idea. Disfrutar cuenta, por supuesto, porque eso ayuda a que vuelvan. Pero al mismo tiempo valoro que quieran aprender y mejorar. No me convence que por el puro entretenimiento se obstaculice a quien viene con la idea de progresar. Los entrenamientos requieren también un punto de disciplina».

De lo que no se libra el de Lizartza es de las preguntas. «Les interesan sobre todo detalles. Ahora que tengo de compañero a Mariezkurrena en el Campeonato de Parejas preguntan por temas relacionados con él. Les llama la atención su pegada. Ahora que están aprendiendo a ponerse tacos en las manos, quieren saber cómo se los coloca Jon. Como todos los niños, preguntan por curiosidad».

La experiencia de Erik Jaka es un ejemplo más de la campaña 'Kirolean errespetuz, dale un like al respeto', promovida por la Diputación de Gipuzkoa, con Goizane Álvarez al frente, cuyo objetivo es erradicar en la medida de lo posible comportamientos inadecuados en el ámbito deportivo.