
Irati Idiakez, snowboarder
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Irati Idiakez, snowboarder
«Toca hacerle sitio a otro Globo de Cristal en el salón de casa»Irati Idiakez no se quita la sonrisa de la boca desde que conquistó el Globo de Cristal hace unos días. La getariarra ha conquistado el ... trofeo de la regularidad, el que premia a la mejor del mundo. Ya lo había conseguido anteriormente en 2021 en la modalidad de snowboard cross, pero éste, en la de slalom, «tiene más mérito y me hace más ilusión porque han sido cuatro pruebas y he ganado las cuatro», asegura. Le respaldan la Diputación de Gipuzkoa, Fundación Occidente, Getariako Keta, el CIDA y la RFEDI.
– Es todo alegría.
– Estoy feliz. Tener el Globo de Cristal es la recompensa a mucho trabajo. Esta temporada me he puesto como reto conseguir el Globo y dar el callo en los Mundiales y ya tengo la mitad del camino hecho. Voy a tener que hacerle sitio en la estantería del salón, en el que cada vez tengo más trofeos. Se lo haré con gusto.
– Quién se lo iba a decir hace unos años cuando perdió un brazo en un accidente de tráfico. Es todo alegría.
– Iba de Santiago a Viña del Mar, en Chile. Estaba dormida, pero me dijeron que el conductor pisó el freno para no chocar contra una furgoneta. Me desperté en un hospital, donde estuve ingresada un mes y tres días. Tras varias operaciones, tuvieron que amputarme el brazo al haberse infectado.Me enteré por medio de un amigo de que la Federación Vasca de Deporte Adaptado estaba buscando gente para participar en unas jornadas de snow en Baqueira. Era una concentración del Centro de Deportes de Invierno Adaptado (CIDA). Me animé, hice la maleta y me planté allí. Había gente que también tenía discapacidad, no les había visto antes en la vida, pero me ayudó mucho. Para mí fue como una carga de moral. Me sirvieron de ejemplo para no arrojar nunca la toalla y seguir adelante.
– Su estreno no fue demasiado alentador.
– La primera vez que me subí a una tabla lo hice fatal. Los primeros días me los pasé todo el rato en el suelo, sudando una barbaridad, pero poco a poco fui mejorando. Al acabar la semana fui capaz de dar algún que otro giro. Regresé a casa súper contenta, era otra persona. Sólo habían pasado cuatro meses desde el accidente y me gustó.
– Y desde entonces dos Globos de Oro. Éste último sin discusión.
– La Copa del Mundo recaló en la pista indoor de Landgraaf, en Países Bajos, que acogió dos pruebas, y Kühcai, en Austria, otras dos. Son circuitos muy distintos que obligan a encararlos de forma muy diferentes. Uno es un circuito ratonero con doce curvas y el otro, al aire libre, con 17. El que es bajo techo es más corto y obliga a que los giros sean más cerrados mientras que en la montaña abierta nos podemos abrir más en cada curva.
– No deja de ser curioso que se celebre en un recinto indoor.
– Es buena señal. Por un lado porque permite demostrar que se pueden organizar pruebas de nieve en países sin montañas y también porque significa que hay inversión detrás. En Países Bajos están encantados y me consta que más países quieren acoger pruebas de la Copa del Mundo.
– ¿En qué más se percibe el crecimiento de su deporte?
– En el número de practicantes y en el nivel de los deportistas. Los circuitos son también cada vez más exigentes y el seguimiento es cada vez mayor.
– Y en el horizonte los Mundiales y los Juegos Paralímpicos.
– Voy a ver dónde puedo entrenar en los próximos días porque desde el 4 de marzo se celebran los Mundiales y quiero llegar bien.
– ¿A qué se refiere?
– Como siempre dependerá del dinero y de la nieve. Esos dos condicionantes me harán decantarme por un destino u otro. Es lo de siempre.
– Y en 2026 los Juegos en Milán-Cortina d'Ampezzo.
– Todavía no es seguro. Para que una prueba entre en el programa olímpico debe haber deportistas de al menos tres continentes y ahora mismo solo hay europeos y americanos.
– ¿Entonces?
– Mi entrenador sabe que en China hay ocho deportistas con mi misma discapacidad que están interesadas en participar, pero sin apoyos es difícil que lo puedan hacer. En Australia también hay alguna que podría competir. Necesitamos que bien las asiáticas o de las de Oceanía tengan la posibilidad de competir antes o después. Ojalá lo consigan.
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