Invictus, la historia de 'Il Decamerone' y Anaya
El campeón de Reza Pazooki resurgió para sorprender incluso a sus responsables y ganar su segunda Copa de Oro
«Cuando vi a Ricardo levantar el brazo, me tiré al pasto; no me lo podía creer». Son las palabras de Óscar Anaya, que levitaba ... todavía unas horas después de ganar la Copa de Oro. Después de un año de mucho sufrimiento con 'Il Decamerone', tras tener que resetear al caballo que el año pasado le dio el mayor éxito de su trayectoria deportiva, el entrenador argentino recogió el pasado martes los frutos de una larga y laboriosa labor de recuperación.
«Me gusta ver la carrera desde la grada de general, tranquilo. Cuando lo vi pasar peleando salté a la pista. No me lo podía creer». Todo parecía ir en contra de 'Il Decamerone'. Ningún caballo había conseguido emular la gesta de 'Chacal' y, a diferencia del pasado curso, los astros parecían alinearse en contra del castaño de Reza Pazooki, que trazó una trayectoria nada ortodoxa hasta su segundo Oro.
'The Way of Bonnie', tercero el pasado año en su defensa de la corona, fue el último en intentar un doblete prohibido. Como él, 'Ateem' (5º), 'Amazing Red' (4º), 'Cnicht' (2º), Sant'Alberto (11º), 'Abdel (2º), ''Bannaby' (4º), 'Le Carnaval' (5º), 'Jafar' (7º), 'Mdudu' (11º), 'King Cobra' (6º), 'Adelanton' (16º), 'Glauco' (9º), 'Lunar' (12º), 'Sacara' (8º) y previamente 'Donagua' (5º) fracasaron en el intento de alcanzar la gloria donostiarra de forma consecutiva.
«Cuando vi a Ricardo Sousa levantar el brazo en señal de victoria, me tiré al pasto; no me lo podía creer»
Óscar Anaya
Preparador de 'Il Decamerone'
Por ello, y por venir de donde venía, esta Copa de Oro ha tenido un sabor todavía mejor para los responsables de 'Il Decamerone'. «El año pasado lo tenía más claro. Estábamos tranquilos porque todo salió perfecto en la preparación. Pero esta vez albergábamos más dudas, a pesar de que después de la preparatoria ya veíamos bien al caballo», explica Anaya.
Aventura en Riad
Tras intentar sin éxito la negrita en un Listed de Deauville a finales de noviembre, 'Il Decamerone' se enfrascó en una exótica y arriesgada aventura para competir en Riad. Era el mes de febrero y el viaje no le sentó bien. «Cuando llegué a Arabia no le vi como es él», dice el argentino.
«El caballo sufrió, perdió mucho peso. Además hay que conocerlo bien y ni Sousa ni Janácek pudieron montarlo. Salió todo al revés». Dolido, de vuelta a Madrid, Anaya se prometió a si mismo recuperar al caballo para la Copa de Oro. Estuvo un mes suelto en el campo, entrando al box únicamente para dormir, sin trabajar. Lógicamente, tras resetear su mente, tocó empezar a ponerlo en marcha desde cero, lo que no es fácil con un caballo de siete años. «Pronto recuperó las ganas de jugar, empezó a comer mejor, pero no me atreví a correrlo hasta julio». Esa experiencia tampoco salió bien.
«El caballo sufrió y perdió mucho peso en Arabia; además, hay que conocerlo bien y ni Sousa ni Janácek pudieron montarlo»
Aunque Sousa le respetó como a los campeones cuando no tienen un buen día, terminó penúltimo de seis, muy lejos de 'Philau', su escolta el 15 de agosto anterior, que lo noqueó sin compasión. Fue una derrota dura que multiplicó las dudas que había sobre su recuperación. Parecía condenado. «Pero estamos ante un gladiador», explica un orgulloso Anaya.
Un caballo de batallas que además adora Donostia. «Se transforma en San Sebastián. En Madrid se hamaca, camina en el box. Pero es llegar aquí y se tranquiliza. Lo sacamos a comer verde fuera de la cuadra y se queda relajado, mirando el hipódromo. Es otro», relata su entrenador.
No es el único que se siente a gusto en la capital guipuzcoana. El equipo entero de la cuadra volvió a repetir la misma liturgia del pasado año. Tocó celebrarlo con champán y chuletón en el mismo restaurante, aunque con una emoción mayor.
«En Madrid se hamaca, camina en el box; pero llega a San Sebastián, lo sacamos de la cuadra a comer verde y se relaja»
El futuro del ganador de la Copa de Oro pasa ahora por el otoño madrileño, en el que, si todo va sobre lo previsto, calcará el calendario del pasado curso para intentar revalidar su triunfo en el Román Martín. De todo modos, su entrenador le dará su espacio, ya que «hizo un esfuerzo mayor que el pasado año. Esta carrera le va a doler porque llegó muy justo».
Pero los grandes campeones siempre han sabido reinventarse. De momento, Anaya e 'Il Decamerone' nunca han perdido en la Copa de Oro.
A por la makila
Óscar Anaya buscará este domingo el doblete Copa de Oro-Gobierno Vasco con dos buenas bazas. El preparador argentino se muestra muy optimista con las opciones de 'Sweeping' y 'King of Jungle', que llevan meses preparando este objetivo.
«Están en una edad fantástica y muy poco corridos», argumenta Anaya. «'King of Jungle' es un caballo que creo que se adaptará perfecto a esta carrera. Va un poco mejor que 'Speak in Colours' el año pasado, que hizo la llegada. Y este año no hay una 'Samedi Rien', así que le veo una primera opción. 'Sweeping' es más reservón, pero ágil y fuerte. No sabría con cuál quedarme».
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