«Hace diez años competíamos tres y ahora cuarenta»
El zarauztarra Aitor Francesena se impone por décima vez consecutiva en el campeonato de España. «Es un alegría ver cómo cada año aumenta el número de inscritos»
Álvaro Vicente
Martes, 17 de junio 2025, 06:46
«Éramos tres y ahora hemos sido más de cuarenta». Más allá de las medallas y de los títulos conseguidos, ese es el gran logro de Aitor Francesena. Hace una década cuando ganó su primer campeonato de España, el surf adaptado era testimonial, un deporte sin notoriedad; hoy es una rama más de la Federación Española y una oportunidad para quienes tienen alguna discapacidad. Un deporte sin distinciones sobre la ola. Francesena ha sido precursor y ejemplo para quienes han venido después. Invidentes, deficientes visuales, amputados... Todos ven en él una fuente de inspiración.
Francesena ha vuelto de Gran Canaria con la certeza de que el camino está trazado pero también convencido de que hay que seguir insistiendo. «No hay color respecto a hace diez años. Es una alegría ver cómo cada año aumenta el número de inscritos y el interés competitivo, pero no nos podemos conformar, hay que seguir trabajando».
En la playa de Las Canteras, Francesana ha logrado su décimo título conseguido. «Cada vez tengo más años (55) y cuesta más. El nivel competitivo cada vez es mayor y no ha sido fácil», confiesa con una sonrisa de oreja a oreja, con la medalla al cuello. También se han coronado los donostiarras del Groseko Surf Indarra, Ibon Gurrutxaga, en la categoría stand 1, y Xabier Ayestaran, en stand 2, además del vizcaíno residente en Zarautz Ibon Oregi.
Dice Francesena que no ha sido fácil ganar porque las condiciones de mar fueron especialmente complicadas para quienes son invidentes como él. «El primer día tuvimos olas por encima de los dos metros de altura y en la segunda jornada eran de metro y medio. El mar tenía mucha fuerza. A esa dificultad se le suma que la ola que rompe en Las Canteras es muy 'chapona' (cierra rápido con poco margen de maniobra para el surfista) y más de uno besó el fondo. Yo mismo he vuelto con el hombro tocado».
La dificultad todavía es mayor cuando el surfista invidente no tiene quien le guíe desde el agua. Pocas veces el presupuesto da para abonar el desplazamiento y la estancia de una segunda persona. Le ocurrió a Francesena en Las Palmas. Su caddie –como así se bautiza a quien canta de dónde vienen las olas y en qué dirección– no pudo viajar y el zarauztarra tuvo que tirar de un conocido surfista que sin experiencia le trató de guiar a gritos desde la orilla. «Se hizo muy difícil. No había manera de oír nada y hubo que tirar de experiencia para no perder la calma».
Olas en piscinas
A Francesena en cualquier caso lo que le ocupa es que este deporte siga creciendo. Por eso está «encantado» con la posibilidad que se les va a abrir a quienes residen lejos de la costa cuando se construyan piscinas de olas, como va a ocurrir en Madrid próximamamente. La empresa guipuzcoana Wavegarden levantará una instalación en el entorno del estadio Metropolitano que hará crecer el número de practicantes de surf en Madrid. «Es una alegría saber que quienes hoy deben recorrer cientos de kilómetros para entrenarse en el mar tengan dentro de poco la posibilidad de hacerlo en Madrid. En mi categoría, dos de los finalistas eran de Murcia y Madrid. Son dos chavales que surfean en Asturias y Cantabria y que siempre tienen que estar pendientes de que alguien les pueda llevar en coche. Pronto podrán entrenarse en Madrid. Y como ellos, otros muchos. El surf adaptado crece y crece y no hay nada más satisfactorio».
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