La decepción no empaña el temporadón del Lauburu Ibarra

Belabieta fue la caldera que necesitaba el equipo. El público de Ibarra entendió la importancia y la excepcionalidad de la situación, al ser el Lauburu un equipo poco acostumbrado a eventos de esta magnitud. El recinto se llenó por completo con seguidores que no dejaron de animar en ni un solo segundo del partido. La hinchada guipuzcoana ha sabido reconocer el esfuerzo titánico que ha realizado su equipo a lo largo de todo el año.

La tensión era palpable desde el comienzo sobre la pista. Los dos conjuntos, conscientes de la importancia de lo que se estaban jugando, salieron a tantearse entre sí. No querían cometer errores y los primeros minutos estuvieron protagonizados por un juego conservador y táctico. Aún así, los visitantes comenzaron a crecerse poco a poco y según se fueron asentando en la pista, empezaron a rondar la meta piparrera.

Trataba el Lauburu de minimizar el peligro visitante moviendo la pelota, pero los catalanes estuvieron físicamente más enteros a lo largo de la primera mitad. A falta de seis minutos para el descanso Marcos Alonso desvió una clara ocasión del Santa Coloma para mantener vivos a los suyos. Y la superioridad visitante iba a terminar por materializarse. Tan solo un minuto después, Daniel Bertrán se quedó mano a mano con el portero del Ibarra, al que batió con una sutil definición con la puntera.

El tanto visitante fue un auténtico bofetón para los ibartarras. Los de Mikel Diestro se encerraron atrás y el Santa Coloma estuvo cerca de ampliar la diferencia. Aun así, los guipuzcoanos se fueron al descanso perdiendo por un gol, conscientes de que su rendimiento habitual suele ser superior en las segundas mitades.

Tras la reanudación, el Ibarra buscó el empate de manera decidida. Gozó de varias oportunidades, pero el tanto del empate se resistía. Por su parte, los catalanes buscaban hacer daño aprovechando situaciones de contragolpe. Sin embargo, la igualada no tardó en llegar. Martín Iraola puso las tablas en el marcador a los tres minutos de la reanudación y Belabieta se vino abajo. La grada celebró el tanto con el icónico Dale Cavese.

Tras el empate, el Ibarra vivió sus mejores momentos sobre la pista. Pero los catalanes, a los que el empate no les valía para ascender, se vieron obligados a levantarse. Joan Vázquez y Victor Pérez consiguieron poner al Santa Coloma dos goles por delante. Esta vez, el partido se puso demasiado cuesta arriba para los de Ibarra.

Perdiendo por dos goles, se fue con todo hacia arriba en los minutos finales. Y las ocasiones de gol llegaron una tras otra, pero se toparon con un portero visitante colosal. Adrián Cabezas desbarató las intentonas locales y al Ibarra se le terminó agotando el tiempo. El Santa Coloma B terminó certificando su ascenso a Segunda División.

Pese al mazazo que supone la derrota de ayer para el Ibarra, no se puede olvidar la gran temporada que han realizado los chicos de Mikel Diestro. Los guipuzcoanos han sido segundos en la fase regular de la competición por detrás del Vulcanizados Ruiz navarro y en la Copa del Rey llegaron a octavos tras eliminar al Entrerríos Zaragoza de Segunda (6-5) y al Manzanares de Primera División por 2-1. En octavos lograron una hazaña épica en Belabieta y metieron en apuros al Peñiscola, campeón de la fase regular de Primera después de 30 jornadas, a pesar de acabar perdiendo por 3-6.

Los piparreros lo han dado todo por hacer realidad el sueño del ascenso a Segunda, un premio destinado a solo tres de los 96 equipos de la categoría. Toca dar valor a lo conseguido este año y seguir creciendo. Con este proyecto, es imposible no soñar.