'Il Decamerone' convierte en Oro la arena del desierto

Para ejecutar hacía falta un mago y toneladas de fe. Ricardo Sousa se jugó el tipo en Bugatti buscando un lugar inexistente junto a la cuerda, para encontrar la ventaja que necesitaba. Decía Anaya que hacía falta suerte en el recorrido, pero la fortuna no llega del cielo. Se la fabricó el jinete portugués con un talento que marca diferencias. Sabía que media carrera se decide en la curva, donde hay apelotonamiento y golpes por doquier, pero 'Il Decamerone' gira como un galgo y de nuevo empezó a construir su éxito allí.

En la recta final el caballo tuvo el pundonor que parecía haber perdido, tras tres derrotas consecutivas. Decía tras la carrera Anaya que su propietario, Reza Pazooki, le pedía correr en primavera para poner al caballo en marcha, pero que le insistió una y otra vez en el descanso que el caballo necesitaba tras fracasar en el desierto. Se salió con la suya el hábil preparador argentino, al que el tiempo le acabó dando la razón. El renacer de su campeón le sirvió una gloria que por sufrida, sabe todavía mejor.

El castigo que tiene la pista a estas alturas de temporada invita a correr por fuera y más después de ver ganar por allí a varios caballos durante la reunión. Lo hicieron tan bonito 'Baadir' y 'Brizna' pegaditos a la valla, donde no había huella, que el camino parecía marcado. Sin embargo, tanto en la recta de enfrente como en la decisiva, Sousa y Janácek decidieron pegarse a la cuerda con 'Il Decamerone' y 'Lisicles', una decisión que les liberó de problemas y les permitió jugarse el Oro en una tremendo mano a mano.

Se esperaba de vuelta al mejor 'Lisicles' y rozó el metal dorado hasta la meta. Abrazados tras pasar la meta, los jinetes de los dos protagonistas sacaron su gen competitivo, el que los diferencia del resto, para protagonizar una lucha a brazo partido eléctrica, con el cuchillo entre los dientos. Se desgarraban las gargantas en las tribuna mientras 'Il Decamerone' y 'Lisicles' dirimían una de las luchas más cerradas y duras de los últimos tiempos en la Copa. Tal vez por la falta de stamina, el tordo terminó por entregarse, pero con el honor reforzado.

Por fuera llegó el gran final de 'Media Storm', que se vio enfrascado en una guerra de guerrillas que le costó la carrera. Acabó como un obús pero, a diferencia de los dos caballos que le precedieron, él no tuvo un recorrido limpio. Fue el único capaz de rematar pero para ello tuvo que abrirse camino a golpes entre 'Philau', 'Prince Anodin' y 'Jasperoid'. Un tercer puesto que no dejó conforme a sus responsables, conscientes de que con otro guión el final hubiese sido distinto. El brillante triunfo de 'Say Good Buy' en la consolatoria, también con Sousa superstar, no fue consuelo para Gaspar Vaz.

Con su victoria de este martes 'Il Decamerone' logró igualar el legendario doblete de 'Chacal', el mito de Rosales con Carudel. La maldición del ganador de la Copa de Oro sobrevolaba al campeón vigente cada año, sin que ningún poseedor de la corona pudiera defenderla en la pista. Hasta ayer. Cuando más difícil parecía. Cuando sólo quedaba la fe. Su propietario, un radiante Reza Pazooki, embriagado de felicidad y en éxtasis, prometió volver el año que viene para buscar de la tercera, lo que nadie ha logrado jamás. De momento, comparte salón con 'Chacal', 'Persian Ruler' y 'Bannaby', los tres elegidos que ahora tienen un nuevo miembro en su selecto club, donde sólo 4 de los 51 ganadores de la Copa de Oro tienen acceso.