Todos los caminos pasan por Francia

El Seis Naciones se mantiene en pie por su peso histórico en un rugby profesional cada vez más global, pero la edición de este año está marcada por el Mundial de Francia en otoño. Todos los equipos miran a la cita de septiembre y octubre. Sin embargo, ganar este torneo sigue otorgando un enorme prestigio y las viejas rivalidades (tan lejanas como la Calcuta Cup, que se disputa desde 1872) le dotan de una magia única.

Francia es la vigente campeona, tras hacerse con el Grand Slam en 2022 al ganar sus cinco partidos. Número dos del ranking mundial, el combinado de Fabien Galthié está en todas las quinielas, con un equipo muy joven y solo un jugador con más de 50 internacionalidades, Gael Fickou. Juegan un rugby de alta escuela y el lapurtarra Charles Ollivon (Toulon) vuelve a ser uno de los pilares del equipo. El flanker senperearra se ha recuperado de su grave lesión y es un baluarte de la delantera bleu. El medio melé de Donibane Garazi Maxime Lucu (Burdeos-Bègles) será baja por unas molestias, al menos hasta la tercera jornada. El XV del Gallo llega al torneo con una serie de 13 victorias consecutivas y aspira a igualar las 18 de Inglaterra (2019-2021) y Nueva Zelanda (2015-2016).

La mayor duda que genera es el enfoque que dé al Torneo, dado que su prioridad absoluta es el Mundial. Su rugby, francés de gusto clásico, dirigido por el fenomenal medio melé Anthony Dupont (Toulouse), parece a la altura de la exigencia, pero el calendario le perjudica, con tres partidos en casa y visitas a Londres y Dublín.

Los irlandeses aparecen como la mejor alternativa a Francia. Tanto en las islas como en París dan mucho crédito al XV del Trébol, número uno del ranking mundial después de tres triunfos sobre Nueva Zelanda y una gira de otoño estelar con victorias ante Sudáfrica, los campeones del mundo, Fiyi y Australia. Su tercera línea, donde reina el para muchos mejor jugador del mundo, Josh Van der Flier, es impresionante. El centro Garry Ringrose es la clase de jugador que vale el precio de una entrada. Johnny Sexton sigue siendo el capitán, aunque su presencia este sábado en Cardiff está en duda ya que fue operado en un pómulo a principios de enero. Los tres militan en el Leinster, que aporta la columna vertebral del equipo de las cuatro provincias de la isla. Veinte de los convocados proceden del equipo de Dublín, lo que da cohesión al juego. Ni uno solo de los citados para este inicio del torneo (37) juega fuera de Irlanda.

En 2022 solo cedieron una derrota, ante Francia, que decidió el título. Cuentan con una ventaja añadida a su gran nivel: reciben en Dublín a galos e ingleses.

El XV de la Rosa es una incógnita total. Se le teme por su grandeza y su interminable vivero de jugadores, pero estrena seleccionador tras el despido de Eddy Jones por no ganar más que cinco de los doce test de 2022. Steve Borthwick ejerce desde diciembre. Twickenham no le pasa una a su equipo. Una derrota este sábado puede abrir la caja de los truenos, a siete meses del Mundial.

Borthwick, de 43 años, quiere comenzar el edificio por los cimientos y hace descansar el peso del juego en la delantera. Es un estudioso de las touches y la melé inglesa es tan temible como siempre. Juegan tres partidos en casa y dos fuera, lo que es una ventaja. Reciben a Francia y visitan a Irlanda en la última jornada.

Sus últimos diez partidos se saldan con tres victorias, un empate y seis derrotas, muy poco para Inglaterra. Su capitán, Owen Farrell (Saracens) no atraviesa su mejor momento.

El otro equipo que estrena técnico es Gales, que no despierta demasiada confianza en las casas de apuestas, vara de medir muy fiable al otro lado del Canal de la Mancha. El rugby 'working class' galés ha caído muchos enteros respecto al equipo que ganó el torneo hace dos años a las órdenes del neozelandés Warren Gatland, que ahora vuelve.

A sus órdenes, el XV del Dragón ganó las ediciones de 2008, 2012, 2013, 2019, todas con grand slam incluido, salvo la de hace diez años. Tiene trabajo por delante, teniendo en cuenta que Gales ha perdido ocho de sus diez últimos partidos. Aunque Gatland ha repescado a la vieja guardia –diez jugadores con más de 50 internacionalidades, tres con más de cien y uno por encima de las 150–, su mayor esperanza son los jóvenes que están llegando de su fértil cantera. Recibe a Irlanda e Inglaterra.

Con visitas a Twickenham y el Estadio de Francia, el XV del Cardo parece alejado de cualquier posibilidad en el Seis Naciones, aunque su victoria anual contra Inglaterra es casi un clásico. Séptimo en la clasificación mundial, el equipo escocés está fuera de los pronósticos, pero jugó buenos partidos en otoño contra Nueva Zelanda y Australia. Si Inglaterra y Gales estrenan técnico, Escocia afronta el último ejercicio de Gregor Townsend. Es un equipo con etiqueta de irregular, que puede ganar a cualquiera y perder contra cualquiera.

Tras seis consecutivas, los azzurri esquivaron en 2022 una nueva cuchara de madera al poner fin a una racha de 36 derrotas seguidas batiendo a Gales en Cardiff (21-22). Hay consenso en que este año Italia tiene un equipo competitivo. En noviembre ganaron por primera vez en su historia a Australia (28-27). Por fin, parece que su inclusión en el Seis Naciones en 2000 empieza a dar frutos. Lo más destacado es que las selecciones de categorías inferiores obtienen resultados y aportan jugadores a la absoluta (Capuozzo, Garbisi, los hermanos Cannone...). Juegan tres partidos en casa.