«¿El ascenso? Vamos por buen camino pero no hay nada hecho»

- ¿Se puede decir que el primer objetivo está cumplido?

- Diremos que sí. Encarábamos una temporada distinta, sin referencias, porque por primera vez se ha cambiado el sistema de competición en División de Honor B: hemos sido 16 equipos, divididos en dos grupos de ocho. Se ha jugado una primera fase y los cuatro mejores de cada grupo nos hemos clasificado para la segunda fase de ocho equipos que arranca en marzo. A nosotros nos ha tocado medirnos a Iluro de Mataró, Sant Cugat, Pedralbes y Vallés. Empezaremos en buena posición porque se arrastran los resultados de la primera fase y llegamos bien colocados. El objetivo es acabar entre los cuatro primeros de esta nueva liguilla para tener el factor campo a favor en el cruce contra los cuatro últimos -primero contra octavo, segundo contra séptimo, tercero contra sexto y cuarto contra quinto-. Será una eliminatoria al mejor de tres partidos y los ganadores pasarán a la Final Four.

- ¿Tanto cambia jugar en casa o fuera?

- En nuestro caso mucho. En casa nos hemos sentido fuertes. Todos los equipos nos han respetado, pero como visitantes hemos bajado muchos enteros. Físicamente empezamos la temporada por encima de nuestros rivales y muchos puntos los conseguimos en los últimos minutos de los partidos. A medida que fue avanzando la temporada las fuerzas se igualaron y sufrimos lejos de San Sebastián.

- ¿A qué lo achaca?

- No es una excusa, es una realidad: tenemos gente muy joven, seis juveniles sin apenas experiencia, y es normal que haya partidos en los que lo acusemos. Nuestro margen de crecimiento pasa por ser más regulares.

- ¿Se plantean firmar jugadores para la segunda fase?

- No. Estoy muy contento con el grupo y no hay necesidad. Vine de Argentina con idea de trabajar en la máxima categoría y eso es lo que quiero: pretendo poner las bases para que el Atlético ascienda con mayoría de casa y con idea de permanencia. La idea es dar minutos a la gente de casa, que los canteranos jóvenes sigan sumando minutos, y el club crezca de abajo a arriba.

- Pinta bien la cosa. Supondría el regreso del Atlético a la máxima categoría.

- Pero no hay nada hecho. Es cierto que hay filiales que no pueden ascender y eso nos despeja algo el camino. Equipos como Sant Cugat, Vallés o Pedralbes no pueden ascender, así que si entran en la Final Four su camino acaba ahí. Estamos ilusionados. El objetivo es prepararnos bien en esta nueva pretemporada que debemos hacer y llegar con todas las garantías al 11 de marzo.

- ¿Qué virtudes tiene su equipo?

- La juventud y la entrega del grupo. Tácticamente se puede decir que somos el equipo que más variantes presenta. Hemos hecho salidas desde atrás de dos, tres y cuatro jugadores. Nuestros rivales nos han respetado mucho, a veces hasta demasiado. Solo el Egara nos hizo marca individual en los dos partidos. El resto nos ha esperado, nos ha dejado jugar esperando nuestro fallo. Eso también es algo a valorar: el respeto que nos hemos ganado.

- Se está jugando en India la Copa del Mundo. ¿Algo que le haya sorprendido?

- Me han gustado mucho Alemania y Bélgica. Son mis favoritas a pesar de que Australia aparece en muchas quinielas. Esta Copa del Mundo confirma hacia dónde ha evolucionado el hockey hierba: estamos ante un deporte superfísico en el que se juega a una velocidad altísima. En los últimos años se han dado pasos que están haciendo que el hockey sea mucho más atractivo por televisión. Ha ayudado mucho en los últimos años que la hierba artificial sea de color azul para que la bola blanca se vea mejor en televisión.

- La pega es que salvo excepciones como India, muchas selecciones juegan a lo mismo: a esperar el fallo.

- A alto nivel se está convirtiendo en una deporte de contragolpes. Muchos partidos se resuelven en acciones que vienen tras errores del rival. El que se equivoca, lo paga. Eso está haciendo que cada vez se espere más atrás, tratando de reducir espacios a la espalda.